Este domingo fue segundo en la Aiztondo Klasika. ¿Contento por el resultado o rabioso por lo cerca que estuvo del triunfo?

Diría que contento por el resultado. Tengo que ser realista y quedarme con que no todos los días se consigue una segunda plaza en una prueba de semejante nivel. En el equipo (Finisher) salimos con las ideas muy claras y yo me encontré súper bien. Claro que da rabia ver cómo llega un ciclista desde atrás al grupo cabecero, arranca y gana la carrera, pero mis sensaciones a toro pasado son muy positivas.

Medio pelotón vigilaba a Haimar Etxeberria. ¿Usted lo sintió así?

Desde la mañana me sentía favorito. Y sí, muy vigilado también. Cuando apretábamos en la subida final a Mendigain, nos quedábamos solo tres corredores delante, y a cada relevo mío le seguía el ataque de algún rival. Todos sabían que era el más rápido de ese grupo cabecero... Y yo mismo era consciente de ello, así que preferí jugármela a esperar un posible esprint. Me veía fuerte pero, si atacaba en la ascensión y me marchaba solo, luego iba a tener que arriesgar bajando. Al significar la general de la Copa de España un objetivo importante, preferí esperar y asegurarme un buen puesto... Si luego se podía ganar, pues mejor.

La cosa llegó a pintar muy bien.

En la última bajada, el francés Giuliano (Polti Kometa) tomó algo de ventaja. Ander Ganzabal (Laboral Kutxa) y yo le terminamos cogiendo. Lo que pasa es que, de ese trío, yo era el más veloz al esprint y puedo entender que no hubiera colaboración ahí... Entraron varios corredores desde atrás y uno de ellos (el balear Mateu Estelrich, del Essax) aprovechó la situación para marcharse en solitario y ganar. Como te decía ahora, da rabia que suceda algo así, pero estoy muy satisfecho.

¿Qué me dice, en líneas generales, de su inicio de año?

Pues más de lo mismo. Ha sido un comienzo soñado, pero también empecé bien la temporada pasada y luego las cosas se me torcieron mucho...

Cambia de maillot respecto a entonces tras fichar por el Finisher navarro, procedente del Eolo Kometa de Alberto Contador e Ivan Basso. ¿Por qué?

La de 2023 resultó una campaña difícil para mí a nivel psicológico, y en el equipo no encontré el apoyo que necesitaba durante los momentos duros. En abril sufrí un atropello serio entrenando, y luego en mayo me rompí la clavícula en el regreso a la competición. Me habría gustado percibir entonces algo más de confianza, sentir una especie de apoyo en lo personal que este año sí tengo en el Finisher. Yo estaba seguro de que, disfrutando de esa confianza que me faltó, iba a estar delante en las carreras. Así que buena parte de la progresión que haya podido tener en el inicio de 2024 la achaco directamente a lo arropado que me siento ahora por directores y compañeros. El feeling fue bueno desde que me contactaron, hace ya unos meses, y sigo encantado.

Nos ha surgido el tema de su cambio de aires mientras analizábamos el arranque de temporada...

He estado en la pelea de las siete carreras que he corrido, incluidas las del Essor Basque con la selección de Euskadi. Es cierto que la victoria no ha llegado aún, pero estoy dando un nivel que me permitió liderar el circuito francés tras las pruebas de Iparralde y que ahora me ha otorgado el liderato de la Copa de España después de sus tres primeras citas. Creo que está muy bien...

Me lo dejaba entrever antes al repasar la carrera del domingo... ¿La Copa de España es un objetivo en sí mismo?

Sí, sí. La temporada pasada también intenté competir la general, pero todo se torció a raíz de esos accidentes. Ahora, con un año más, me veo más sólido, más preparado, y además en Aiztondo Klasika quedó claro que tenemos un auténtico equipazo. El trabajo de todos mis compañeros resultó espectacular.

¿Las clásicas de Valenciaga y Santikutz están marcadas en rojo en su calendario?

Claro, porque pertenecen a la propia Copa y por lo importantes que son. Tengo muchas ganas de afrontarlas con garantías, aunque también siento tranquilidad por la exhibición que dimos el domingo a nivel colectivo. Yo ahora estoy muy bien pero, si cambian las cosas de aquí a dos meses, habrá entonces otros corredores en el Finisher para completar un muy buen papel. Esto es algo que notamos, que nos une y que nos motiva.

Termino preguntándole por una meta más a largo plazo. ¿Correrá en 2025 con los profesionales o no se obsesiona con el salto?

Lo primero que tengo que hacer es dar continuidad a lo mostrado en este inicio de año. A partir de ahí, siento que estoy en el lugar adecuado para intentar dar ese paso adelante. El Finisher es filial del Kern Pharma, un equipo que viene haciendo muy bien las cosas, como acredita su invitación para la próxima Vuelta a España. ¿Mi 2025? Creo que estaría bien dar ya ese salto por el que me preguntas. Estoy demostrando que tengo motor y calidad para pasar al campo profesional, pero lo que me ocupa ahora es trasladar este buen primer mes y medio a la temporada en su conjunto.