Muchos partidos en su larga historia se le fueron al Bidasoa por el acantilado que antes de un choque separa la teórica superioridad que se le presuponía y plasmarla en cada pista. Una de ellas es el pabellón Alcalde Miguel Salas de Puente Genil. Este sábado aplicó al dedillo la receta de buena defensa y portería que ya sabía que tenía que imponer para ganar, y derrotó con solvencia a un equipo local que le había ganado tres de las cuatro últimas visitas. Triunfo por 30-36 allá donde perdió tres veces los cuatro años anteriores y dos victorias en otras tantas jornadas.

El choque puso nada más empezar al Irudek Bidasoa Irun frente a su pasado más reciente. A sus pesadillas. El parcial local inicial por 2-0 retrotrajo rápido algunas de las sensaciones de junio. No a todas, y esto sería importante: el choque no tenía aquel altísimo voltaje emocional en el bando local, ni tampoco el cansancio psíquico y físico que hundió a los visitantes en el tramo final.

El regreso de Xavi Tuà a Puente Genil, donde aterrizó en 2014 y salvo tres temporadas (2015/2018, en Antequera), militó en la disciplina pontana hasta 2023, sirvió para abrir la puerta de la portería andaluza. Superado el segundo minuto, el equipo de Álex Mozas se estrenó, y con Valles y González se adelantaría para culminar un 0-3 de parcial que Marko Jevtic llevaría a 0-4 superado el sexto minuto.

La contienda estaba muy marcada por las pérdidas y por errores no forzados, y la virtud de ser el que menos fallaba le permitía al Irudek Bidasoa Irun llevar al marcador su superioridad. El conjunto guipuzcoano era mejor y estaba acertando a plasmarlo, incluso cuando tenía un balonmanista menos: la primera inferioridad que sufrió ya en el tercer minuto se la anotó con un 0-2.

Sobrevive en las inferioridades

Frente a dos exclusiones locales, las cuatro inferioridades que los colegiados cordobeses dictaminaron en contra de los intereses dorados — dos de ellas consecutivas— no alteraron en exceso los planes del equipo de Mozas: ganó 0-2 la primera, empató otras dos y solo cedió por un parcial de 1-0 la exclusión de Iñaki Peciña, que arrancó titular con Jevtic y después bailó con Francisco da Silva antes de que entrara Furundarena en la pista.

Esa gestión de las inferioridades era una buena señal para un Bidasoa que se mantenía en pie ante los pequeños golpes que los andaluces infligían para abrir esos instantes de locura colectiva local tan propios de estos pabellones.

Primero, el liderazgo goleador de un brillantísimo Julen Mujika mantuvo a flote al equipo guipuzcoano en su primer momento desfavorable; y después, las paradas de Skrzyniarz, que relevó en la portería a Maciel superado el minuto 20, ayudaron a que el Bidasoa recompusiera su ventaja.

Convenía olvidar que enfrente jugaba un siempre correoso Cajasol Ángel Ximénez Puente Genil, con el patrocinio de la fundación bancaria recién estrenado. En lo deportivo, con las ausencias de un pilar como Domingo Luis Mosquera y una de las incorporaciones de esta temporada como el joven central internacional egipcio Youssef Laoloua, procedente del Nîmes. Y en la grada, con menos bochorno pero también con abanicos como en junio, cada socio tenía opción de llevar un acompañante.

Ficha técnica

30 - Ángel Ximénez Puente Genil (16+14). De Hita, Cuenca (1), Aizen (6), Simonet (4, 2 p.), Estepa (5), Dorado (2), Dani Ramos (2); Carvalho, Cabello (2), Djukic (1), Bernabéu (2, 1 p.), Tiago Sousa (2), Serrano (3), Claudio Ramos, Espersen (1).

36 - Irudek Bidasoa Irun (18+18). Maciel, Xavi González (5), Rodrigo Salinas (2), Peciña (1), Jevtic (1), Nevado, Tuà (3); Skrzyniarz, Mujika (8), Francisco da Silva, Furundarena, Mielczarski (3), García (3), Nieto (3, 1 p.), Valles (4, 3 p.), Esteban Salinas (3).


Parciales. 2-3, 5-5, 8-8, 10-12, 13-14, 16-18; 18-21, 21-24, 21-27, 23-32, 26-33, 30-36.

Árbitros. Murillo Castro y García Sánchez. Por parte local, excluyeron a Dani Ramos (7’43, 14’19) y Simonet (41’25). Por parte del Irudek Bidasoa Irun, a Jevtic (3’16, 45’09), Mielczarski (12’39), Francisco da Silva (18’55) y Peciña (20’34).

Incidencias. Segunda jornada de la Liga Asobal disputado en el Pabellón Miguel Salas de Puente Genil.

Letal en lo decisivo

La vuelta de los vestuarios, con 16-18 en el marcador, volvió a dejar la mejor versión bidasotarra, como ya ocurrió una semana antes contra Caserío Ciudad Real. Encajó cinco goles en los primeros diez minutos (21-24), pero el tercio central de la segunda parte fue un ejercicio soberano de defensa y de aprovechar oportunidades.

Irudek Bidasoa Irun, sin Cavero ni Tito Díaz, tenía el viento a favor, pero había que rematar. Primero, una cuestionable vaselina del mejor jugador local, Pablo Simonet, que se topó con un inconmensurable Skrzyniarz, y después, una exclusión al argentino por balonazo en la cara del polaco lo terminaron de sacar del partido. E Irudek Bidasoa Irun lo aprovechó, hasta con un siete metros desbaratado por el portero centroeuropeo.

Si el minuto 40 se cruzó con el 21-24, diez minutos después el luminoso del pabellón local mostraba un 23-32 que dejaba lugar a muy pocas dudas. A ninguna: Irudek Bidasoa Irun era superior y demostraba serlo, que es lo más importante. Y pese a quedar 10 minutos, el juego desplegado no dejaba opción a soñar en ninguna remontada.

Mozas continuó rotando sus efectivos, y más allá del susto de Xavi González ante la impropia falta de Tiago Sousa (fue descalificado), solventó la contienda sin ningún apuro (30-36), circunstancia muy inusual en tierras cordobesas.

Segunda cuenta pendiente

A la vuelta de Puente Genil, el viaje más largo de la temporada liguera en el primer capítulo de los tres de un reto estimulante, el equipo guipuzcoano afronta una semana inusual, ya que el partido del próximo fin de semana se disputará el jueves a las 20:30 horas.

Elegido por las cámaras de Teledeporte, no es para menos: visita Artaleku el Ademar. Otra cuenta del año pasado pendiente.