El Bidasoa Irun derrotó esta noche de viernes al Viveros Herol Nava (37-29) en un encuentro que duró lo que le costó a la defensa y al ataque local carburar, y que al conjunto local le vale para quitarse la espina del choque de ida y mantener el ritmo por el segundo puesto de por ahora un Granollers que asaltó el Palau Blaugrana (30-31) el día que los locales iban a certificar una nueva Liga.

Las cartas de salida estuvieron claras en Artaleku, sobre todo, en el bando visitante: en la retaguardia, contundencia y portería; en ataque, paciencia ganándole tiempo al tiempo para que sus lanzadores encontraran las mejores posiciones como el veterano Isaías Guardiola o el joven Mario Nevado, al que se le relaciona con el Bidasoa la próxima temporada.

Muy lejos de las claves que le han dado buenos resultados esta temporada (y en su historia), el equipo guipuzcoano no se encontraba en la pista: ni era capaz de interpretar el ataque visitante ni conseguía en ataque la suficiente fluidez para encontrar la portería del brasileño Martins.

A base de arreones, el Bidasoa conseguía acercarse a un Nava que del 2-3 de Cavero se estiró al 3-6 en apenas tres minutos en unos minutos en los que los colegiados se convirtieron en protagonistas del choque con unas protestadas decisiones que uno de ellos, Ausàs i Busquets, ventiló rápido con una amarilla al técnico local. Luego se dedicó a hablar con él en varias ocasiones. Primero amonestar, luego explicar.

El Bidasoa estaba en un remolino de sensaciones incomprensible cuando en su feudo se espera que pueda mandar. En el juego y en el marcador. En cuanto impuso un poco de pausa y templó gaitas, ordenó su defensa, con Maciel bajo palos en lugar de la sensación Faílde a partir del minuto 12, hizo lo propio en ataque, secó por completo a un Nava que se apagó: del 7-9 obra de un exbidasotarra Tioumentsev —con la calidad que tuvo y retiene— al 13-10 de Ahumada desde los siete metros transcurrieron 12 minutos el Bidasoa no dejó margen para nada.

La escuadra dorada había conseguido un punto óptimo de rendimiento y así se quería ir al descanso: el tiempo muerto que solicitó Mozas (aguantó sin hacerlo en los minutos aciagos) terminó en Julen Mujika con un gol de buena factura (18-13), habida cuenta de que la segunda parte arrancaba con balón local.

Un Bidasoa mandón

La vuelta de los vestuarios trajo un Nava algo más sostenido y acertado que en la recta final de la primera parte aunque enfrente tenía un Bidasoa que no estaba dispuesto a despistarse ni lo más mínimo. Pese al primer tiro marrado por un cumpleañero Pacheco —que esta semana se ha anunciado que la próxima temporada jugará en el Saran Loiret galo—, los primeros compases de la reanudación trajeron un Bidasoa mandón y la renta de cinco goles del entreacto ya subía a los ocho, con tres paradas de un regresado Leo Maciel bajo palos.

El equipo guipuzcoano trenzaba buenas jugadas de ataque, alguna fallada pero reconocida por el público, como el tiro de Esteban Salinas o el 24-16 de un buen Asier Nieto, tras el que Álvaro Senovilla llamó a los suyos a capítulo (minuto 37).

Ficha técnica

37 - Bidasoa Irun (18+19). Faílde, Cavero (2), Rodrigo Salinas (4 p.), Jevtic (2), Francisco da Silva, Asier Nieto (6), García (4); Maciel, Zabala (2), Gey-Emparan (1), Furundarena, Esteban Salinas (4), Mujika (2), Asier Iribar (6), Gorka Nieto (2), Pacheco (2).

29 - Viveros Herol Nava (13+16). Buda, Ahumada (10, 6 p.), Isaías Guardiola (3), Tioumentsev (6), Nevado (3), Marugán (1), Carró (1); De Vega, Lamariano, Méndez (1), Otero, Pérez (1), Robledo (2), Gedeón Guardiola, Bonanno, Herranz (1).


Parciales. 1-3, 4-6, 7-9, 11-9, 13-9, 18-13; 22-16, 26-18, 29-19, 31-22, 33-26, 37-29.

Árbitros. Ausàs Busquets y Florenza Virgili. Por parte del Bidasoa Irun excluyeron a Asier Nieto (5’) y García (46’52). Por parte de BM. Nava, a Tioumentsev (8’40), Pérez (17’55) y Carró (56’10).

Incidencias. 23ª jornada de la Liga Asobal disputada en Artaleku ante 1.690 espectadores.

El tiempo muerto del equipo visitante, con el eibartarra Yeray Lamariano y después Luis de Vega bajo palos, no surtió tampoco y el equipo bidasotarra, suelto, se fue hasta los 11 goles de ventaja, con jugadores como Asier Iribar en modo destacado.

El choque concluyó con una victoria suficiente del Bidasoa, que iguala su mejor registro anotador de la temporada (37-27 ante Guadalajara). Con algo más de una semana por delante, será justo en tierras alcarreñas donde arranque una minigira de dos choques consecutivos fuera junto a Benidorm que le pueden acercar otro paso a Europa. El rumbo, pese al resultado vallesano en el Palau Blaugrana, sigue invariable.