Este domingo el Bidasoa Irun vuelve a estrenar Liga, proyecto y entrenador en Aranda de Duero (19:00 horas, Teledeporte) y querrá hacerlo con signo opuesto a la última vez que lo hizo en estas tierras ribereñas. Como ahora Álex Mozas, en aquella ocasión también iniciaba andadura el técnico, Jacobo Cuétara, que llegó de una villa burgalesa que el fin de semana del partido celebraba las fiestas patronales. Las que pusieron a la expedición guipuzcoana en un brete para llegar al pabellón. El partido, entre un Villa de Aranda que iniciaba su quinto año en Asobal y un Bidasoa recién ascendido, terminó 28-25 (10-14 al descanso). Ocho años después, este fin de semana arranca la Liga y también se celebran fiestas en honor de la Virgen de las Viñas, pero el conjunto guipuzcoano no querrá ninguna hasta después del pitido final.
El reto principal que aborda el equipo guipuzcoano de salida es llevar a la Liga las buenas sensaciones que ha dejado en fases de los partidos de pretemporada y evitar ninguna confianza. El pleno de la pretemporada de hace dos años dejó paso a una derrota en Benidorm en la jornada inaugural.
Las lesiones han sido el principal obstáculo en este tiempo de preparación. Tanto que para el partido de finales de agosto en Zarautz, Mozas no pudo contar o tuvo que guardar hasta una decena de balonmanistas. Aquel no fue, como al principio parecía, el último partido antes del comienzo de la Liga y este se retrasó una semana, que ha supuesto oxígeno para el equipo amarillo.
Mozas espera recuperar efectivos con respecto al último amistoso, el sábado pasado en Artaleku contra Huesca. No estuvieron disponibles Gorka Nieto, Tito Díaz, Pedro Pacheco, Marko Jevtic ni Asier Iribar. Según reconoció el preparador madrileño, salvo los dos primeros, los demás podrían tener opción de viajar a tierras ribereñas para disputar el choque que cerrará la jornada inaugural.
Regreso a Asobal y fiestas patronales
Enfrente espera un Villa de Aranda que acaba de regresar a una Asobal en la que ya ha participado en otras seis ocasiones en la máxima competición, cinco de ellas consecutivas entre 2012 y 2018 con Magí Serra, Cuétara (3 años) y Álvaro Senovilla. La temporada de la pandemia (2020/2021), con 18 equipos y 34 jornadas, los arandinos hicieron un paso fugaz por Asobal que esta temporada tienen como aspiración que no se repita.
Para ello, al bloque que asaltó Burgos en la final de la fase de ascenso, en el que destacan el argentino Guillermo Fischer y el portero Pau Guitart, ha incorporado a Arthur Pereira (exGuadalajara, Anaitasuna…), David López y Lander Simón (ambos desde Puerto Sagunto) o a los guardametas Javier González Teijon y Maxym Vyunyk. Cedidos suma a Santi Mosquera (procedente de Cuenca; exEurofarm, Gdansk o Timisoara) y a Samu Sáiz. El Ademar —recién clasificado para la fase de grupos de la EHF European League— sopesa recuperar a este último con efecto inmediato.
En los nueve partidos de pretemporada, el equipo de Javi Márquez, cuya llegada a un equipo que era colista de Plata en octubre de 2023 fue un revulsivo, ha sumado siete triunfos ante equipos de Asobal, Plata y Primera Nacional. Además ha perdido por la mínima dos duelos contra Torrelavega en un choque a 40 minutos (15-16) y Recoletas Atlético Valladolid (33-34).
La última vez que ambos equipos se vieron las caras el Bidasoa venció 27-31 en la recta final de la temporada 2021/2022 en mayo de 2021.
El duelo de este domingo, incluido en el programa de fiestas y para el que el Santiago Manguán podría agotar sus 2.800 localidades (con un centenar de aficionados guipuzcoanos), lo dirigirán los colegiados andaluces José Antonio Huertas Herrador y Javier García del Salto. Sin precedentes con los bidasotarras en Asobal, pitaron la eliminatoria copera del año pasado en Alicante, con triunfo del Bidasoa ante Agustinos (28-32).