El Bidasoa ha vuelto a perder lejos de su feudo, repitiendo actuaciones recientes. Esta vez fue en Cuenca ante un directo rival que marcó territorio en el primer tiempo (17-11) y se dedicó a defender la ventaja en la segunda parte. Disponía de colchón suficiente como para afrontar la reacción del cuadro de Jacobo Cuétara. Los de Lidio Jiménez querían ganar y consiguieron el objetivo. Los irundarras, no, y se alejan de los puestos que conducen a la Copa Asobal.

Quizás eso sea lo de menos. Lo prioritario es saber por qué llega al descanso por detrás en el marcador. Le pasó en la Copa ante el Trop y después ante Ademar, Granollers, HC Motor y ahora en territorio conquense. Salvo en el caso de los ucranianos, sucumbió en todas las citas. Y eso no es casualidad.

Inicia los encuentros en igualdad (3-3), pero luego se pierde en las acciones de ataque. Ese empate fue el último del partido, porque a partir de ahí en El Sargal disfrutaron con su equipo (10-4). El ataque local funcionaba muy bien y encontraba espacios para superar tanto a Harbaoui como a Skrzyniarz, desde el lanzamiento exterior o en las conexiones con el pivote. Nadie paraba los latigazos del zurdo Nazaré, pese a los dos tiempos muertos utilizados por el técnico de Artaleku en el primer cuarto de hora. Prácticamente el encuentro estaba sentenciado tras la disputa del primer periodo.

La defensa conquense era mucho más intensa que la irundarra. Mientras que a unos les costaba un potosí marcar un tanto, el Cuenca estiraba los ataques, rozando la pasividad, pero terminando la mayor parte de las veces con un tanto en el marcador. Así las cosas, llegaron al intermedio con seis goles de diferencia y con la sensación de estar mejor que su oponente.

Éste lo intentó como en los partidos precedentes, pero el resultado final fue idéntico. Hubo un atisbo de esperanza que situó la diferencia en dos goles (20-18). Fue el momento en que el técnico local pidió un tiempo muerto. Las cosas siguieron más o menos parecidas (23-21), hasta que los bidasotarras acumularon fallos en los pases, pérdidas de balón, malas selecciones de tiro que, al final, es lo que condena. Eran los momentos decisivos, con dos parciales idénticos (24-21) que suponían una oportunidad para llegar al término del encuentro con opciones, pero no se obtuvo rentabilidad alguna. Ni atacar con siete, ni arriesgar en defensa premió el esfuerzo y la voluntad. El Rebi Cuenca no desaprovechó la oportunidad de sentenciar y ganar por cinco goles de diferencia (30-25). La derrota supone rezagarse bastante en la clasificación. Tras la eliminación de la Copa y casi también de la Copa Asobal, el equipo deberá poner el foco en la liga y en la competición europea.

DATOS DEL PARTIDO:

Cuenca 30

Bidasoa Irun 25

CUENCA Grbavac (Ben Tekaya); Pablo Simonet (3), Henrique Teixeira (2), Federico Pizarro (2), Álvaro Martín, Ignacio Moya (3, 2p) y Alexandro Pozzer (4), Sergi Mach (2) Daniel Mendes, Leo Prantner (2), Carlos Fernández, Juanjo Fernández, Diego Vera (1), Arnau Fernández (3) y Joaquim Nazare (8, 1p).

BIDASOA IRUN Harbaoui (Skrzyniarz), Cavero (2), Ander Ugarte (1), Mikel Zabala (2), Tao Gey (2), Eneko Furundarena, Julen Aginagalde, Mitic (3), Jon Azkue (4,1p), Tom Tesoriere, Matheus da Silva, Gorka Nieto (2), Asier Nieto (6),Dariel García (2) y Víctor Rodríguez (1).

Marcador cada cinco minutos 5-3, 8-3, 11-4, 12-6, 14-9, 17-11 (descanso), 19-15, 21-18, 24-21, 24-21, 27-23, 30-25.

Árbitros Jorge y Jesús Escudero Santiuste (comité cántabro). Exclusiones de Teixeira y Pozzer, por los conquenses, además de Ander Ugarte y Dariel García, por los visitantes.

Incidencias Polideportivo El Sargal, ante unos 1.200 espectadores.