- ¿Cómo valora el archivo de esta primera causa por las pistas de Aralar? ¿Y cómo se siente?

-La valoración que hago es muy positiva porque el auto ratifica que las actuaciones realizadas en Aralar han respetado todos los procedimientos legales y de cuidado del medio ambiente. En este sentido, la contundencia de los argumentos recogidos en el auto nos aportan seguridad, porque aún teniendo la conciencia de estar obrando correctamente, tanto en los procedimientos, como en los objetivos, no resulta nada agradable verse inmersa en dos procesos penales.

¿Qué está suponiendo para usted en lo personal?

-Están siendo momentos duros. Más allá del trámite judicial, resulta doloroso ver cómo en medios de comunicación y redes sociales, muchas veces de forma anónima, se te acusa de forma injusta, cuando lo único que has hecho es actuar de buena fe. Ese juicio paralelo que algunos han orquestado políticamente es lo que más daño hace. No entiendo cómo se puede predicar el respeto a la naturaleza sin respetar a las personas.

Esta misma semana los colectivos denunciantes en un comunicado aseguraron que no retirarán la segunda denuncia, por la pista a Igaratza, y siguen en sus trece. ¿Cómo lo interpreta?

-En términos de interés político. Lo han dejado bien claro durante estos cuatro años. La decisión de mejorar las pistas de Aralar se tomó por mayoría en la Mancomunidad de Enirio-Aralar y fue ratificada por las Juntas Generales de Gipuzkoa. Fue una decisión acordada entre distintas instituciones y agentes, pero a pesar de ello los denunciantes optaron por la vía penal, conscientes de que era la más dura para nosotros como responsables institucionales. Han querido personalizar el proceso para hacer un daño mayor.

¿Se podía haber evitado llegar a esta situación?

-Sí. Podían haber optado por la vía administrativa y pedido que se paralizaran los trabajos, pero no lo hicieron. ¿Si tan preocupados estaban por el medio ambiente, por qué no lo hicieron? Porque antepusieron los intereses políticos a los medioambientales que tanto proclaman. Obedece a una estrategia deliberada de desgaste político, mediante la intimidación personal de los responsables de la Diputación y de la Mancomunidad. Una estrategia que lamentablemente continúa, porque en lugar de aceptar un auto que es rotundo, están optando por mantener abierta la vía judicial.

¿Se puede decir abiertamente que en Gipuzkoa hay dos propuestas políticas para Aralar y la gestión del medio natural? ¿Tan diferentes son?

-Más que dos propuestas, lo que vemos es, por una parte, una estrategia para obtener réditos políticos escudándose en una visión populista y simplista del ecologismo. Esa visión está completamente alejada de la realidad y no da respuesta a los retos de la gestión sostenible, ni de Aralar, ni del medio natural de Gipuzkoa en su conjunto. Frente a ello, nosotros estamos trabajando para una gestión del medio natural que garantice el futuro de estos espacios, teniendo en cuenta la actividad de las personas que los han venido gestionando de forma sostenible durante siglos.

Una pista en medio del monte puede resultar políticamente incorrecta... ¿Qué me dice?

-En este caso, es mucho mayor el beneficio para el medio natural que el impacto que ha generado. Animo a la ciudadanía a que lo vea in situ. Se ha demonizado una actuación que es completamente normal en otros lugares de Europa. Estas pistas, junto al resto de actuaciones que hemos venido desarrollando, facilitan la gestión de los pastos, evitan que los pastores tengan que circular campo a través con el perjuicio que ello conlleva, y mejoran la seguridad de excursionistas y montañeros. Además, permiten un mejor acceso a los guardas forestales, que son los garantes del medio. Cumplimos, así, con los objetivos de conservación establecidos por el decreto por el que se declara Aralar como parte de la Red Natura 2000.

La reducción de la cabaña ganadera ha sido el último episodio de esta serie. ¿Qué opina?

-Veo con preocupación los últimos acontecimientos en el ámbito de la Mancomunidad. Creo que podía haberse gestionado el tema sin generar conflicto.

¿Qué cree que se puede mejorar en Aralar?

-El principal reto está en garantizar el relevo generacional en el pastoreo y la ganadería, que son las actividades que mantienen y cuidan este paisaje, y han hecho que sea declarado como Parque Natural y Red Natura 2000. Pastores y ganaderos son los jardineros de Aralar, y, por lo tanto, hay que ofrecerles unas condiciones dignas para trabajar si queremos que este entorno perviva tal y como lo conocemos. Además, hay que seguir protegiendo el conjunto de especies y hábitats de interés del parque.

¿Cómo sería Aralar sin pastoreo y ganadería?

-No sería Aralar. Dejaría de ser el Aralar que la sociedad de Gipuzkoa tanto valora. Por eso es fundamental garantizar la permanencia de estas actividades, y para ello hay que facilitar unas condiciones de trabajo dignas y adaptadas al siglo XXI.

¿Qué mensaje trasladaría a Gipuzkoa en torno a esta cuestión?

-Que desde la Diputación vamos a trabajar para que toda la ciudadanía pueda seguir disfrutando de Aralar. Creo que la sociedad es, en general, consciente de que la gestión del medio natural es un asunto complejo, que no se puede plantear en términos reduccionistas, como se ha hecho con Aralar. Por eso les invito a que visiten estos espacios con la inquietud de conocer a quienes viven y trabajan en ellos. Y a quienes están judicializando esto, les pido que si de verdad les preocupa el futuro de Aralar, que dejen de tensionar y abandonen la vía de la confrontación. Por último, a los ganaderos y pastores, que desde la Diputación reconocemos su aportación social, económica, cultural y medioambiental, y que seguiremos ofreciendo nuestro apoyo.

"El beneficio de las pistas es mucho mayor que el impacto; esta es una actuación normal en Europa. Animo a la ciudadanía a que lo vea 'in situ"

"Ese juicio paralelo orquestado políticamente es lo que duele. No entiendo cómo se puede predicar respeto a la naturaleza sin respetar a las personas"

"Estamos ante una estrategia para obtener réditos políticos escudándose en una visión populista y simplista del ecologismo"

"En la Diputación reconocemos la aportación medioambiental, social, económica y cultural de los ganaderos y pastores y les seguiremos ofreciendo apoyo"