- Un total de 44 ancianos y otros 46 trabajadores se encuentran actualmente infectados de covid-19 en la red de residencias de Gipuzkoa, según informó la Diputación, después de que ayer no se registrara ningún nuevo positivo y se recuperaran de la enfermedad doce personas. De los 44 casos en los residentes, 15 corresponden a Bermingham Donostia y 11 a Cruz Roja de Irun, y hay otras cinco residencias con al menos un caso.

Desde el pasado 11 de agosto, cuando se detectó el primer positivo de la segunda ola de la pandemia, han fallecido un total de 153 residentes, mientras que 619 han superado la enfermedad. Entre los 44 casos activos actualmente -dentro de una red con 65 centros y alrededor de 5.400 usuarios-, 32 se encuentran ingresados en la planta social del Hospital de Eibar y el centro San José de Ordizia, los dos espacios habilitados expresamente para acoger a los residentes que dan positivo en coronavirus, mientras que el resto está hospitalizado, en su mayoría, o permanece en el propio recurso por circunstancias específicas.

Respecto al personal de estos recursos, hay 46 trabajadoras de 28 residencias con diagnóstico positivo, de una plantilla que ronda los 7.300 empleados en Gipuzkoa.

Esta buena situación en las residencias llega cuando se está llevando a cabo la inoculación de la segunda dosis entre los usuarios y el personal trabajador. Eider Mendoza, portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, señaló que el proceso de vacunación marcha "con absoluta normalidad" y "a buen ritmo", por lo que se están "cumpliendo las previsiones", aunque dijo no tener datos precisos.

Aunque aún "es pronto" para valorar su influencia, dado que, según recalcó Mendoza, la inmunidad se alcanza una vez transcurridos diez días desde la segunda dosis, los responsables forales sí observan que, "en comparación con la situación en la calle", donde el índice de contagios "es elevadísimo", en las residencias es "mucho mejor".

"No sabemos si es por la vacunación, pero la situación es bastante buena y esperamos que vaya mejorando en las próximas semanas", indicó la portavoz foral, quien subrayó que la vacunación a los usuarios y al personal que los atiende "tranquilizará muchísimo" a los responsables forales y a los gestores de los centros, además de a los propios residentes, trabajadores y familiares.

"Tenemos una gran esperanza de cara a las próximas semanas" porque, aunque "la enfermedad seguirá estando ahí" y habrá que "seguir protegiéndolos", "esperamos" que todos ellos "puedan hacer una vida más tranquila".

Eider Mendoza, portavoz de la Diputación, espera que la situación incluso "vaya mejorando" gracias al proceso de vacunación