- El papa Francisco anunció ayer el cambio del artículo 230 del Código de Derecho Canónico, para permitir que las mujeres puedan ejercer el papel estable de lector y acólito, algo reservado hasta ahora a los varones, dándoles así funciones en el altar.

Francisco explicó en la carta apostólica Spiritus Domini que su decisión es fruto de un “desarrollo doctrinal” que se ha dado en los últimos años, que distingue ciertos ministerios para los que es necesario haber sido ordenado sacerdote, de otros cuya condición única es estar bautizado.

“Los ministerios laicos, basados en el sacramento del bautismo, pueden confiarse a todos los fieles que sean idóneos, masculinos o femeninos”, aclaró el Santo Padre.

De este modo, el nuevo enunciado de la norma eclesial es el siguiente: “Los laicos que tengan la edad y condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio estable de lector y acólito”.

Con esta nueva instrucción, las mujeres podrán ejercer de acólito, que es aquella persona que, sin tener órdenes clericales, puede actuar en situaciones extraordinarias como ministro, administrando la eucaristía y cumpliendo funciones en el altar. En el pasado este rol eclesial ya estaba abierto a los laicos varones.

Su función, que es distinta a la que ejercen los monaguillos, ha sido tradicionalmente la de colaborar con el presbítero o el diácono en la misa y en otras celebraciones de la liturgia. En situaciones especiales, pueden incluso dar la comunión si hay una gran cantidad de comulgantes o si el ministro está ausente.

El Vaticano especificó en un editorial que el hecho de que las mujeres lean las Sagradas Escrituras durante las celebraciones litúrgicas o que desempeñen “un servicio en el altar” no es ninguna novedad. “En muchas comunidades del mundo son ya una praxis autorizada por el obispo”, se lee en el editorial. Si bien, estas realidades se daban sin un “verdadero mandato institucional”, según aclaró el Vaticano.

El pontífice tomó esta decisión después de que, en varias Asambleas Sinodales, donde se reúnen los obispos de la Iglesia para debatir sobre determinados temas, se haya evidenciado la “necesidad de profundizar doctrinalmente en este argumento” para ofrecer un apoyo a la evangelización.

Por ejemplo, el Sínodo sobre la Amazonía celebrado en octubre de 2019 planteó nuevos caminos de Evangelización para superar los retos geográficos de este territorio de más de 7.000 millones de kilómetros cuadrados, caracterizado por el difícil acceso a los lugares donde viven las comunidades indígenas.

Revisión del documento. Desde 1972, con el documento de San Pablo VI Ministeriaquedam, solo los varones podían ser lectores y acólitos.

Lector y acólito. El lector lee la Palabra de Dios. El acólito ayuda al diácono y al sacerdote y puede distribuir la comunión.

Aclaró que los ministerios se pueden confiar a cualquier fiel idóneo, ya sea masculino o femenino.