- La introducción de los test de antígenos supuso un antes y un después en la gestión de la pandemia en Euskadi. De cara a los profesionales sanitarios, este método de diagnóstico permitió aligerar la carga de trabajo de los laboratorios, que a mediados de la segunda ola, con más de 15.000 pruebas diarias, llegaron a estar saturados. Además, a los pacientes les aceleró los plazos para conocer su diagnóstico, lo que permitió iniciar mucho antes las cuarentenas ante posibles contagios. Ahora, Osakidetza quiere dar otro paso adelante con la validación de la saliva como muestra para la detección del coronavirus.

Según ha podido saber este periódico, los centros de salud quieren utilizar este nuevo test. Y es que la saliva ha demostrado ser una muestra válida para la detección de este virus, si bien tiene una sensibilidad menor que la muestra nasofaríngea, especialmente cuando el paciente tiene baja carga viral. Sin embargo, el Departamento de Salud considera que en la actual situación de la pandemia, "poder realizar test más rápidos y económicos que sean igualmente fiables, en situaciones en los que sea necesario realizar un cribado masivo, puede ser una gran ventaja para controlar esta infección".

Según un documento remitido a los centros de salud, el estudio de la muestra de saliva, que ha sido aprobado por el Comité Ético de Investigación de Euskadi (CEIC Euskadi), "facilitaría enormemente" la gestión de los cribados masivos.

El objetivo de este nuevo tipo de prueba es "estudiar la sensibilidad de la PCR en saliva frente a la PCR en muestra nasofaríngea", ya que si se demuestra su sensibilidad, podría ser una herramienta más a utilizar en futuros cribados. Por ello, Osakidetza pedirá su colaboración a los pacientes que se sometan a pruebas de diagnóstico del coronavirus, para obtener el número suficiente de muestras que permitan el estudio de esta técnica.

Pero, ¿cuál será el papel de los pacientes? Aquellas personas que hayan dado negativo en las pruebas de antígenos y que van a someterse a la PCR de control, deberán facilitar, ese mismo día, el dispositivo que se le entregue en el centro de salud con su saliva recogida a primera hora de la mañana en su casa, a fin de que se puedan analizar ambas muestras.

Para que este test sea válido, el paciente no deberá comer, beber, fumar, cepillarse los dientes o masticar chicle al menos 30 minutos antes de la toma de la muestra. Además, la muestra deberá recogerse al levantarse de la cama y guardarla en el frigorífico hasta que se entregue en el ambulatorio a la hora citada.

El dispositivo de recogida consta de dos elementos: un tubo que contiene un medio líquido rosado y un embudo. El paciente deberá introducir el embudo en el tubo, producir saliva -puede estimularse la producción masajeando la zona superior de la mandíbula- y depositarla en el embudo, de forma que vaya cayendo al tubo. Es necesario recoger saliva hasta que se acumule la suficiente para que el nivel de líquido alcance el borde inferior de la etiqueta del tubo.

Finalmente, se retirará el embudo, se cerrará el tubo mediante un tapón y se agitará varias veces para mezclar la saliva con el líquido del tubo.

La información que se obtenga se tratará de forma confidencial.

El paciente deberá tomar la muestra en su domicilio, a primera hora de la mañana, en un dispositivo que se le facilitará en el ambulatorio