- De misa a hacerse la prueba PCR. Los vecinos y vecinas de Lasarte-Oria que habían estado entre el 3 y el 6 de agosto en la misa de las 11.00 horas en el convento de las Brígidas se sometieron ayer en la Parroquia de San Pedro a las pruebas para detectar el COVID-19. Acudieron alrededor de 60 feligreses, que supone un rastreo muy pequeño teniendo en cuenta que otros focos detectados en Euskadi relacionados con la hostelería han obligado a hacer cientos de pruebas a Osakidetza. Se ve que los bares tienen más afluencia que las iglesias.

El origen está en los once positivos detectados esta pasada semana entre las monjas de clausura del convento, además del capellán y la portera del centro religioso. Todos ellos están asintomáticos y se encuentran bien, según informó el viernes el alcalde de Lasarte-Oria, Agustín Valdivia, que ya avisó de que el foco se encontraba "muy localizado y controlado".

Cuatro enfermeras se encargaron de hacer las PCR ayer por la mañana. No se formaron colas, ya que no eran muchas personas y habían pedido cita previa llamando al centro de salud. Todas las que acudieron a la parroquia se mostraban tranquilas y confiadas en no dar positivo en la prueba, ya que no tenían síntomas. Además, los feligreses destacan que en misa todos llevan mascarilla y se respetan tanto la distancia entre personas como las medidas de higiene. Las personas que se sometieron a las pruebas se fueron directas a sus casas, donde deben estar hasta saber el resultado, en principio hoy mismo. Si dan negativo, podrán volver a salir; en caso de positivo, deberán guardar la correspondiente cuarentena.

"Vine los cuatro días a misa, suelo ir casi a diario. El viernes también iba a ir, pero me dijeron que no había misa y luego escuché en la radio que era porque había contagios aquí", señalaba tras hacerse la prueba Josefa Antonia, vecina de Lasarte-Oria, que se sentía "muy tranquila": "Me encuentro bien, no tengo ningún síntoma, pero como se oyen tantas cosas, he venido a hacerme la prueba por si acaso".

Comenta Josefa Antonia que han sido "muy prevenidas" en misa con las medidas de distancia e higiene y no le preocupa la edad de la mayoría de los asistentes a misa -en su caso 74 años-. "Vamos a pensar en positivo", dice. Y es que la peculiaridad de este rastreo en Lasarte-Oria es que prácticamente todas las personas que acudieron a someterse a las pruebas son personas de avanzada edad y que están en ese grupo de riesgo que apunta Osakidetza en caso de infección. Un perfil, por tanto, muy distinto al de los focos detectados en hostelería y en el ocio nocturno, donde la mayoría son jóvenes que no suelen tener síntomas.

Maite y Jose son un matrimonio también habitual de las misas en el convento. "Me encuentro bien, gracias a Dios, aunque cuando nos enteramos nos llevamos un pequeño susto porque ya ni sabes qué haces bien y qué haces mal con todo esto de las medidas. Hemos venido porque es mejor prevenir que curar", señala Maite, de 69 años.

Su marido, José, subraya lo curioso que resulta que se hayan contagiado la monjas de clausura: "Con lo protegidas que están... pero con que salga una y se contagie, ya está". Dice este vecino lasartearra que "el problema es que el virus ni se ve, ni se sabe quién lo tiene". "Es como el agua, que no tiene ni color ni sabor. Tampoco sabes a veces qué hacer, ni los epidemiólogos se ponen de acuerdo. A ver dónde está el arreglo, habrá que esperar hasta que haya vacuna y hasta entonces es lo que nos ha tocado vivir", reflexiona Jose, quien se dirigía a su casa junto a Maite "hasta saber el resultado".

Algo más preocupada estaba Nekane, que se sentía "fenomenal" pero que se encontraba "inquieta" porque en caso de positivo tendría que avisar "a mucha gente" con la que ha estado en contacto. Eso sí, trataría de tomárselo con "tranquilidad" y hacer la cuarentena que sea necesaria: "Como si hay que estar dos meses en casa, eso no me preocupa. El problema es avisar a toda la gente de alrededor, que es lo que algunos y algunas jóvenes no hacen, y hay que hacerlo, porque esto le puede tocar a cualquiera".

Esta vecina de Lasarte-Oria destaca que los contagios pueden suceder "en cualquier sitio" y que para evitarlos hay que "prevenir más": "Esto puede afectarle a cualquiera por culpa de los que no cumplen. Yo tengo 67 años, pero no sé si es edad de riesgo o no, le puede tocar también a los jóvenes o a un bebé. El bicho puede estar en cualquier sitio y no avisa". "Por favor, cuidémonos entre todos", pide Nekane.

También acudió a hacerse la prueba Elías, que no va a misa pero que suele acudir al convento "unos minutos a rezar": "Me encuentro bien, pero escuché que había casos y he venido a hacer la prueba". Elías reconoce que se llevó "un susto" cuando escuchó que había positivos en el convento y que pedían hacerse la prueba a los asistentes a misa: "Donde menos esperábamos que pudiera haber contagio, ¿no? Pero bueno, tranquilidad y precaución", comenta este vecino lasartearra, que cumple 80 años el 1 de septiembre y que se dirigía "a casa": "Cuando tengan el resultado, ya me dirán qué tengo que hacer". Hoy se sabrá quién ha dado positivo y en qué queda el brote más curioso que ha dejado, por ahora, la pandemia.

"Tengo 67 años, pero no sé si soy grupo de riesgo; esto puede afectar también a jóvenes o hasta a bebés"

Vecina de Lasarte-Oria

"Es donde menos esperábamos que pudiera haber contagios, nos llevamos susto"

Vecino de Lasarte-Oria

"A ver dónde está el arreglo de todo esto, habrá que esperar hasta que haya vacuna; es lo que nos ha tocado"

Vecinos de Lasarte-Oria

"Me encuentro bien y no tengo ningún síntoma, pero como se escuchan tantas cosas he venido a hacer la prueba"

Vecina de Lasarte-Oria