las navidades no son lo que eran. No al menos en lo que a las pantagruélicas comilonas se refiere. O así lo afirman al menos las voces más expertas, los nutricionistas, farmacéuticas y comerciantes, que constatan que la tendencia es clara: atiborrarse menos para no tener que sufrir tanto después para perder los kilos ganados y, sobre todo, porque cada vez se presta mayor atención al cuidado de la salud.

La doctora Arantza López-Ocaña lo ha comprobado en su propia consulta, a la que algunos de sus pacientes han llegado después de Navidad habiendo perdido peso. "El día 7 de enero vinieron siete personas a pesarse y de esas, cinco habían adelgazado", subraya. Y es que, explica, los excesos de los días señalados se han equilibrado con una dieta sana y ejercicio el resto de las jornadas. Otro punto importante: dormir bien. Puro sentido común.

"Estamos más moderados", apunta López-Ocaña, que siempre aconseja que durante esos días también se coma "un poco de todo pero con moderación y que después no estemos picando todo el tiempo esa bandeja de turrón. Sustituirla en las sobremesas por fruta o frutos secos" y, si sobran, mejor retirarlos.

Disminuir o eliminar la ingesta de alcohol es también de vital importancia para que las navidades y otros festejos no dejen huella en nuestra salud y en nuestro peso. "Con esas cuatro pautas y un poco de cabeza se consigue no engordar", añade.

Lo importante es no atacar nuestra salud y para ello, asegura, "hay cada vez más información". Además, actualmente ya no es la Navidad la única oportunidad de degustar determinados alimentos, como sí lo era hace unas décadas, con lo que suponía de "ponerse las botas".

Pero acaban las fiestas, y aunque los excesos no sean la tónica, no resulta raro que se tome la decisión de hacer dieta, muchas veces sin el necesario asesoramiento. "Por nuestra salud es aconsejable volver a la rutina de horas de sueño y horarios de comida. No hay que renunciar a ningún grupo de nutrientes, pero sí hay que comerlos con moderación. No es aconsejable la monodieta. Tal vez puedes estar algún día a fruta para sentirte mejor, pero nunca hay que hacer locuras para perder peso", insiste.

Para ello, lo fundamental y "saludable" es cambiar los hábitos alimenticios y "procurar comer los alimentos a la plancha, al vapor o cocidos, evitando fritos y refritos". "Todo el mundo sabe a lo que tiene que renunciar: al alcohol, a los ultraprocesados o a los rebozados", apunta la experta. "Es verdad que si se quiere perder varios kilos habrá que ajustar la alimentación, pero siempre con cabeza. Hacer una monodieta (con un alimento) quince días es una barbaridad, sobre todo para la salud", remarca. "Perder peso en cinco días no genera hábitos y no es bueno para la salud", apunta.

En la lista de alimentos prohibidos, cuando de lo que se trata es de adelgazar, hay que poner al alcohol, "las tartas de chocolate o las croquetas", por ejemplo. Pero en cereales, verduras, legumbres, carnes o pescados "no hay nada prohibido" . "El método de cocinarlos es importante", asegura.

"No pasar hambre. Pasar ganas de comer, sí, pero hambre, no. Hacer ejercicio y dormir bien" son también claves para tener un peso adecuado.

La salud, lo primero Para adelgazar sin que afecte a la salud y no se den picos, no hay mejor consejo que adquirir unos hábitos que se mantengan en el tiempo. "Nuestro organismo necesita comer bien para funcionar bien. Siempre hablamos de salud. Hacer barbaridades con nuestro cuerpo tiene un precio".

Precio, y muy alto, tienen algunos de los alimentos más típicos en Navidad. Por ello, además de cuidar la alimentación, también toca cuidar el bolsillo. Se puede mantener una dieta rica, sana y barata. "Hay que promover un consumo responsable, algo que se logra también recurriendo al producto de temporada, que es el que mejor precio tiene. En invierno hay una gran variedad de verdura. Los cereales y legumbres son baratos e interesantes nutritivamente. Se puede hacer una variación de alimentos".

Normalidad y rutina son dos palabras que se han repetido en las consultas realizadas por este periódico. A la importancia de que la dieta sea limpia y sostenida en el tiempo hace también referencia Ane Otaegi, de la farmacia Arrazola.

Otaegi ha constatado cómo, año tras año, ha ido bajando la venta de esos productos en los que antaño, parte de las personas que querían perder peso depositaban su fe, como los capta grasas. Enero acostumbra a ser un mes más relajado y los esfuerzos llegan con febrero. Los "repuntes" de la venta de este tipo de productos llegan "en septiembre, con el inicio del curso escolar", y tras los excesos del verano, y a mediados o finales de enero.

Otaegi es clara defensora de una dieta saludable y que se mantenga en el tiempo como forma de lograr un peso adecuado. "Normalmente la gente ya sabe qué hacer y nosotras les insistimos en eso que ya saben: que hay que comer limpio y hacer deporte".

Pero hay "quien necesita una especie de apoyo cuando toma la decisión de llevar a cabo una dieta. A veces piensan que necesitan un detonante o gastar algo de dinero para obligarse a dar el paso de ponerse en serio".

Es entonces cuando se demandan productos como capta grasas o capta hidratos y "algo menos, los quema grasas". También se recurren a los productos detox, como ampollas de alcachofas o similares.

Cuando se busca limpiar el cuerpo de los excesos se demandan "terapias detoxificantes y bastante gente realiza ayunos a su aire", constata esta profesional.

Aunque la venta de algunos productos ha bajado de forma evidente, algo que Otaegi atribuye a que hay una mayor conciencia sobre la importancia de mantener una dieta sana o vigilada, estos días sí ha constatado una mayor venta de "barritas sustitutivas o bebidas" que permiten reemplazar alguna de las comidas.

Los productos como los capta grasas, explica, hacen que "parte de las grasas que se ingieren no se absorban por el intestino". Siendo así, lo que constata es que en muchas ocasiones se realiza un mal uso de este tipo de productos. "Es un sinsentido ponerte a hacer una dieta en la que no comes casi hidratos ni grasas y tomar estos productos", subraya Otaegi, que puntualiza que la ingesta de este tipo de sustancias puede tener sentido cuando, llevando una dieta vigilada por profesionales para perder peso, se hace un exceso un día en concreto. Es ese día en el que podrían tomarse para mitigar los efectos de ese exceso y no en el resto aunque, indica, "la gente piensa que tomar este producto le permite comer lo que quiera y tampoco es así".

Sin milagros y con tesón Con la salud no se juega y al cuerpo no se le puede engañar. Esos kilos que se pierden, a veces de forma rápida y poco saludable, se recuperan con facilidad sin "una dieta mantenida y ejercicio físico". No hay otra vía, ni existen productos milagrosos: "Si pasas un mes tomando capta grasas y al mes siguiente vuelves con tus hábitos alimenticios, no consigues nada".

Bajan las ventas de estos productos porque, además, "hay más información" y, en la dietas, "ya no se aconsejan tanto". "Cuando alguien viene a comprarlos lo explicamos claramente que son para un momento puntual, que no son un milagro", añade la experta. "Pueden quizá valer como motivación inicial para perder algo más de peso pero, repito, de nada vale sin sostener la dieta en el tiempo".

En la farmacia Arrazola lo han constatado: "Tenemos un servicio de dietista y es mucha más la gente que acude a este servicio que la que apuesta por estos productos".

Ane Otaegi sí ha constatado que en las fiestas aumenta la demanda de otros productos en las farmacias como, por ejemplo, "los antiácidos". "Estos productos sí que se venden mucho más de lo normal en Navidad", concluye.

Hay una conclusión que parece clara y sobre la que existe coincidencia de opiniones entre las profesionales de la salud y es que en la celebración de las navidades en torno a una mesa las costumbres han ido cambiando para lograr que las fiestas no dejen una huella difícil de borrar en la salud, en el peso y en el bolsillo. La receta pasa por actuar con sentido común y de la mano de quienes saben de la materia.