- La capital afgana, Kabul, entró ayer en una resignada calma, con un lento regreso a las actividades cotidianas, y la aparente serenidad de sus ciudadanos bajo el control talibán, después de la contundente y rápida victoria insurgente.

En este nuevo escenario, ¿quiénes decidirán el futuro de Afganistán? Uno de ellos es Hibatulá Ajundzada, al frente de los talibanes desde la muerte de Ajtar Mohamed Mansur en 2016, quien sucedió a su fundador, el mulá Omar, en 2013. Es una figura bastante enigmática, luchó contra los soviéticos y encabezó los tribunales de la sharia impuestos por los talibanes en los 90. Bajo su responsabilidad están los asuntos políticos, religiosos y de seguridad.

Abdul Ghani Baradar, uno de los cofundadores del grupo, se ha convertido en los últimos tiempos en el rostro más visible talibán al encabezar la delegación que negoció el acuerdo de paz con Estados Unidos y que estaba negociando con el Gobierno afgano.

Mohamed Yaqoob, hijo del mulá Omar, es el responsable de las operaciones militares de los talibán. Poco se sabe de él, si bien en la última semana ha instado a los combatientes a no atacar propiedades privadas y a comportarse adecuadamente para evitar las críticas.

Sirajuddin Haqqani es una de las figuras más controvertidas y su importancia estriba en que es el actual líder de la Red Haqqani, grupo responsable de buena parte de los ataques más violentos que se han producido contra las fuerzas afganas e internacionales en el país. EEUU considera a este grupo como una organización terrorista y ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre Sirajuddin Haqqani, cuyo paradero se desconoce.