Fernando Franco vuelve al Zinemaldia, una vez más, proponiendo un tema que hará reflexionar al espectador y que lo colocará en una situación incómoda. La consagración de la primavera habla sobre la asistencia sexual a personas con dependencia funcional. Telmo Irureta, conocido cómico y actor zumaiarra con parálisis cerebral, se mete en el papel de David, un joven que recibirá la asistencia sexual de Laura (Valèria Sorolla), una estudiante de 18 años que también busca descubrir su sexualidad. Siempre divertido, Irureta también habla claro: "Me pone que nuestra película hable del sexo con personas con discapacidad".

¿Cómo ha sido su experiencia en la gran pantalla?

Muy positiva, me ha gustado, he aprendido mucho y he tenido un buen equipo.

¿Ya conocía el trabajo de Fernando Franco, con una obra siempre incómoda?

Al principio, no. Cuando leí el guion y me puse en contacto con ellos, hicimos un casting por videollamada. El director me pasó sus anteriores películas. No las conocía pero me gustó mucho la manera en la que trabaja, cómo transmite las emociones… Me pareció muy interesante.

¿Cuánto hay de Telmo Irureta en este David que interpreta?

Mucho. Hay bastante. Cuando leí el guion, me dije, Pero si habla de mí. Es verdad que algunas veces he pensado que es un personaje escrito para mí, pero no, lo escribió sin saber que iba a ser yo quien lo interpretase, sin conocerme. Hemos encajado muy bien.

En la película se desnuda tanto metafórica como físicamente.

Eso es.

¿Es difícil encontrar papeles de este tipo?

Sí. Hay muy poquitos personajes con mi condición física. En cuanto vi que estaban buscando un actor con parálisis cerebral, no podía no intentarlo. Fui a tope y lo conseguí. Estoy muy contento. A todo lo que salga yo digo que sí, así que vayan saliendo (ríe).

Su parálisis cerebral tampoco le impidió hacer monólogos o teatro.

Hago todo lo que se me pone por delante. Si hay pocos personajes con parálisis, ya me los invento yo. Escribo para mí y ya está.

¿Qué es más difícil escribir sus propios personajes o monólogos o interpretar el papel escrito por un tercero?

No lo sé. Me parece igual de interesante. A veces me gusta escribir porque así cuento cosas que me interesan a mí. Otras veces me resulta interesante quedarme en manos de otros: en definitiva, el actor es el vehículo para contar una historia, la que quiere contar el director. Tu trabajo es hacerlo lo mejor posible. Si gusta, pues bien; y si no, lo siento mucho (ríe).

Hablando de si gusta o no gusta, ¿se imagina ganando la Concha de Plata a Mejor interpretación?

Sería maravilloso.

¿Fantasea con ello?

Un poco sí (ríe).

Además de su faceta actoral, usted ha estudiado Pedagogía y ahora ha comenzado a estudiar Psicología.

El trabajo de actor es muy bonito y me encanta, pero no es un trabajo muy seguro. A veces trabajas y luego no, y luego sí y luego no. Me dije que tenía que buscar un plan B para cuando no sea actor. Entonces he pensado que seré actor-psicólogo (ríe).

‘La consagración de la primavera’ trata un tema del que se habla poco, la asistencia sexual a personas con una discapacidad. En un determinado momento su personaje dice que el hecho de tener parálisis cerebral no le impide tener deseos sexuales.

Claro. Así es. Me parece un tema muy interesante porque es un doble tabú, se habla muy poco del sexo y se habla todavía menos del sexo con personas con discapacidad. Me motiva el tema, me pone (ríe).

¿Cómo se enfrenta una persona con discapacidad o dependencia al sexo?

Depende. La gente tiene mucho miedo o pudor. En el tema de la discapacidad no se conoce o no interesa, o la gente a la que sí le interesa no se atreve a preguntar, hay que hablar las cosas y en eso estamos.

¿Cree que la película fomentará el debate?

Te puede gustar o menos, pero seguro que te hace pensar y que algo aprendes.

Y qué cree que habrá, ¿más debate o más polémica?

Polémica no creo que haya, porque es un tema que se entiende, todos tenemos esa necesidad de sentir placer, de disfrutar de nuestra sexualidad y no es muy justo que por una condición física que tú no has elegido se te prive de ello.

La asistencia sexual en el Estado no está regulada.

No, y hay muy poquita información. Hay que comentarlo.

Emma Suárez interpreta a su madre en la ficción.

En el caso de la película, su madre es muy abierta, es la que más entiende a David, mi personaje. Creo que ha tenido mucha suerte con la madre que le ha tocado.

También debe ser difícil que una persona con discapacidad hable de sus necesidades con la familia.

Según que familia, según qué mentes, puede ser más difícil… Pero si conoces a tu hijo y sus necesidades y deseos, al final, todo se entiende y se le apoya.

Su personaje no busca solo disfrutar de su sexualidad, también busca cercanía. Por ejemplo, pide al personaje que interpreta Valèria Sorolla que lo abrace.

Ese momento es muy bonito. Busca el contacto humano y sentirse querido o deseado.

Además de esta película se encuentra de gira con una obra de teatro en la que comparte escenario con Aitziber Garmendia, ‘Sexberdinak’.

Estoy muy contento de estar de gira. También estamos con la traducción al castellano de la obra, que hemos traducido como Sexpiertos. Ahí andamos, con el sexo en la boca.