Muy mal tiene que estar el negocio televisivo para que nadie haya querido subarrendar la frecuencia que deja libre Gol Play en el mercadeo que es la TDT española. Una frecuencia que, en realidad, ni siquiera era suya, porque en este país de pandereta que es España cuando cierras tu cadena te dejan mantener la licencia para que sigas haciendo negocio alquilándola o vendiéndosela a otro en lugar de que vuelva a salir a concurso público, que es como funciona la cosa en países serios. Y así tenemos la TDT que tenemos, con canales que ofrecen cero producción propia, repeticiones mil veces vistas y mucha teletienda, la misma suboferta por la que Francia sacó de la TDT a uno de sus canales estatales (NRJ12) hace pocos meses. Al otro (C8), fue por lanzar bulos y mensajes de odio a colectivos vulnerables. Obviamente, ninguno de los dos se pudo quedar con la licencia para seguir haciendo negocio realquilándola porque esa figura allí no existe.
Pero, claro, en la TDT española, ¿quién se arriesga a firmar un contrato como realquilado, con lo caro que está todo, cuando el Gobierno está a puntito de sacar una nueva licencia de TDT, a estrenar y en propiedad que, cuando te aburras, puedes realquilar a otro para ganarte un sueldo de por vida mejor que los de Nescafé, la ONCE y el Eurodreams juntos?
Resurrección
Así que a falta de interesados en este momento, y para que nadie sospeche de que no tienen nada que ofrecer, no vaya a ser que les quiten la licencia por no usarla, este miércoles resucitará Veo7, aquel canal que primero quiso ser Intereconomía y luego Antena 3, pero solo consiguió ser un desastre que cerró un año después del apagón analógico.
Este miércoles, El Mundo resucita su tele olvidada y lo hace justo después de que El País haya renunciado a tener la suya propia. Usará el mismo y devaluado nombre de Veo7, reconvertido ahora en un canal de series viejas y pelis de saldo. Ojalá un día emitan El Sexto Sentido.