El hotel Stadt Hameln es, a primera vista, un lugar elegante, ideal si se visita la ciudad de Hamelin, en la Baja Sajonia de Alemania. Sin embargo, durante el III Reich alemán, hacía las veces de prisión en la que se torturaba y asesinaba a los opositores al régimen de Adolf Hitler. Ahora, para atraer turistas y hacer caja, el hotel ofrece una propuesta insólita: Fiesta en prisión, con carceleros y camisa a rayas incluidos. Los turistas acuden en masa, según informa el diario Corriere della Sera. Si alguien tiene el capricho de sentirse como un preso de los nazis basta con invertir 44 euros y lo que cueste el viaje hasta Hamelin. El precio incluye el "menú del encarcelado" aderezado con "bebida y pasta del prisionero". Sin añadir un euro, se tiene derecho a participar en la Fiesta en prisión: cada detenido debe presentarse sobrio y limpio para formar una fila de a dos que le llevará a la celda. Si en el proceso, lleno de disciplina, alguien necesita ir al lavabo, basta con pedir permiso y hacer lo que tenga que hacer controlado por los carceleros. El edificio fue construido en 1827 y, desde un principio, pretendía ser una cárcel. En 1935, los nazis lo convirtieron en un penal. Según los historiadores, 474 personas murieron a manos de los correligionarios de Hitler. Después de la caída nazi, los ingleses utilizaron el lugar como un espacio para sus ajusticiamientos.