Las personas pueden llegar a sincronizar de forma inconsciente algunas de sus funciones corporales más vitales, como lo son los latidos del corazón, cuando escuchan la misma historia o cuando disfrutan de la misma actuación.

Para que esto sea posible, el individuo debe estar completamente involucrado y prestar atención a las acciones de la historia que escuchan o al evento en el que participan.

De esta manera algunas de las funciones fisiológicas acabarán sincronizandose y el corazón al final responderá de forma similar a las señales del cerebro.

Un equipo internacional de científicos acaba de publicar, en la revista Cell Reports, los resultados de su trabajo. En esta investigación comprobaron, a través de uno de los experimentos, cómo un grupo de voluntarios sanos acababan sincronizando sus latidos mientras escuchaban en un audiolibro la obra Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne.

Además la frecuencia de los participantes acabó por sincronizarse al escuchar el relato de las aventuras, pero también cuando escucharon al unísono breves vídeos instructivos o cuentos infantiles, según contaron en la revista científica.

Lucas Parra, quien es especialista en ingeniería biomédica e investigador, observó en esa publicación que hay mucha literatura que demuestra que las personas sincronizan funciones fisiológicas cuando están interactuando y están en el mismo lugar.

Los investigadores aseguraron que el nuevo descubrimiento amplía la información ya existente sobre este tipo de sincronizaciones corporales. Además, los experimentos demuestran que seguir la misma historia y procesar los mismos estímulos acaba provocando fluctuaciones similares en la frecuencia cardíaca de las personas.

De acuerdo con el psiquiatra e investigador, Jacobo Sitt, lo más importante es que el oyente esté prestando atención a las acciones que se suceden en la historia. Y añade que “no se trata de emociones, sino de estar comprometidos y atentos y pensar en lo que va a suceder a continuación, y el corazón responde a esas señales del cerebro”.

Por medio de los electrocardiogramas colocados en los participantes, se hizo evidente que experimentaron aumentos y disminuciones de la frecuencia cardíaca en los mismos puntos de la narrativa de Verne.

Además se demostró que estas personas apenas registraban fluctuaciones cuando escuchaban vídeos instructivos breves, carentes de variaciones emocionales.

Los investigadores sostuvieron que se trata de estudios preliminares, pero que pudieron observar que son pruebas diagnósticas fáciles de realizar y que podrían implementarse para medir rápidamente la función cerebral.

Este nuevo método de detección no requerirá de equipos sofisticados y podría incluso hacerse en una ambulancia camino al hospital.

Los experimentos, según los científicos, fueron de gran importancia porque las conclusiones llevaron a poder comprender la atención plena, además de observar la conexión entre el cerebro y el cuerpo.