Una vez más, una gran corporación ha acabado cediendo a las peticiones de sus usuarios. Por fin Twitter pondrá en funcionamiento la tan deseada función de edición de tuits, una demandada reclamada por una gran masa de sus usuarios desde hace mucho tiempo.

De hecho, otras redes sociales de este tipo como Facebook o Instagram ya la implementaron casi de su inicio. Incluso añaden un aviso que advierte de que se ha realizado un cambio.

Si bien los desarrolladores del pájaro azul ya han anunciado esta nueva función, también han encontrado la manera de salvar su orgullo herido, el que buscaba proteger el espíritu espontáneo de los mensajes.

Porque una cosa es querer corregir una errata, una falta de ortografía o de sintaxis o una equivocación con propósito de enmienda y otra, el miedo y lo que buscaba evitar Twitter, es alterar un mensaje para dar lugar a equívocos y manipulaciones posteriores que desvirtúen tanto la buena voluntad de quienes aprietan el botón de like o retuit.

Vamos, que su opinión era que antes de lanzar el mensaje, repasar y repensar lo que se ha escrito.

Y el método que ha ideado es crear un historial con las modificaciones que se ha hecho a cada mensaje. Así, cuando el autor entre a cambiar algo en uno de sus tuits, lo hará sobre el mensaje original, pero el enmendado se publicará como si fuera nuevo pero se le añadirá un aviso que advierta de que ha sido modificado.

Además mostrará el mensaje original y las correcciones intermedias en forma de historial. La idea es que se pueda cambiar el mensaje, sí, pero que se pueda comprobar cuáles han sido. Eso sí, conservará todas la reacciones que haya cosechado el tuit original y las que vengan después.

De esta forma se trata de evitar lo que algunos temen que pudiera convertirse en abuso y en juego sucio. El ejemplo de manipulación con el clásico "donde dije digo digo Diego". Publicar un mensaje tierno y emotivo al que muchas personas den me gusta o lo reenvíen masivamente y después lo cambien por uno de contenido polémico o abiertamente agresivo que simule gran apoyo.

La idea de la compañía es que este mismo año está disponible la función de edición para el servicio de pago, el Twitter Blue, que ya incluye herramientas avanzadas y el acceso a algunos artículos sin publicidad.

A la función de edición se accedería por el menú marcado con el icono de los tres puntitos, donde se encuentra las de bloquear o reportar usuarios y tuits polémicos. Una vez seleccionada esta opción se abre el mensaje en un editor que permite las oportunas modificaciones de contenido. El resto de las opciones son intocables.

Además cada uno de estos nuevos mensajes quedará señalado como Editado, por lo que los usuarios que lo lean o lo relean podrán ser conscientes de ello.

Pero siempre queda la duda de que las prisas y el ansia por leer los hilos haga que se ignoren estos avisos. Es lo que pasa en Facebook.