Internet es algo muy parecido a una cebolla, tiene diferentes capas. Todos estamos acostumbrados a ver las webs, enviar correos electrónicos o utilizar nuestros programas favoritos de mensajería instantánea como WhatsApp. Quizás te imagines que a través del router de casa y del cable o fibra óptica que viste instalar, los datos llegarán a algún sitio y luego quizás, de una forma mágica que hemos decidido llamar "la nube" lleguen hasta otros ordenadores o routers repartidos por todo el mundo. Pero esta ultima parte, la de las "cañerias" de Internet, es la gran desconocida, hasta ahora. Digo hasta el momento porque la caída sufrida por miles de páginas web y servidores de todo el mundo ha vuelto a sacar del anonimato la parte oculta de Internet, los sistemas de comunicaciones. Ahora que sabemos exactamente lo que falló, cómo se solucionó y si puede volver a pasar vamos a tratar de explicarlo sin volvernos locos con palabras técnicas o excusas sobre como funciona Internet.

Cuando navegamos queremos que las páginas que visitamos se carguen lo más rápidamente posible. Te da los mismo que el servidor al que estamos accediendo desde Bilbao, esté en Mósteles, Singapur o Durango. Parece obvio que si una web está en un país remoto y alejado, la carga de la web, ese tiempo de espera entre que escribimos www y que aparezca una tienda en nuestra pantalla, tiene que ser mayor que si las páginas están en un servidor muy cercano a nosotros. Esto es realmente así y esto hace que una página que tarda mucho en cargarse, en ocasiones, deje de ser visitada, ya que la experiencia de usuario es muy negativa. Para evitar eso se crearon los CDN, que vienen de las siglas Content Delivery Network. Son empresas que se especializan en montar servidores a lo largo de todo el mundo, con copias o replicas de nuestras webs, de tal forma que cuando accedes a un comercio electrónico, da lo mismo si vives en Italia, Australia o Paraguay, nuestro ordenador recibe la página del servidor más cercano y todos encantados porque no tenemos que estar esperando como en aquellos días que llamábamos a Internet, el ciberespacio.

Hay tres empresas que son las que dominan el mercado de los CDN. Tú solo tienes que ponerte en contacto con ellas y contratar sus servicios, desde ese momento, y después de pasar por caja, tu página estará replicada por miles de sus servidores repartido por todo el mundo. La más potente es Fastly que junto a Cloudflare y Akamai son las compañías globales que sostienen Internet. No hay demasiados proveedores de estos servicios y es muy posible que si tienes una página web alojada en un proveedor, éste contrate los servicios de una de ellas.

Y entonces, ¿qué pasó el otro día para que se cayera Internet? La caída fue en Fastly, el proveedor de servicio de las grandes multinacionales como Amazon, Twitch o Spotify, y las webs de estos clientes son las que se vieron afectadas. Empresas como Discord, Dropbox o Pinterest no sufrieron este problema porque su CDN está contratado con Cloudflare, que es el más famoso entre las pequeñas y medianas empresas, principalmente por su precio y porque sus clientes pueden configurar los servicios mediante un sistema que no necesita saber de programación. Lo que hace muy potente a Fastly es que su aplicación es compleja y necesita que sus clientes tengan un equipo de programadores detrás, pero de esta forma las posibilidades de personalización del servicio son infinitas.

Precisamente uno de sus clientes, fue el que provoco el error en toda la red. Como siempre, se tiene que dar la tormenta perfecta. No hacía un mes que se había distribuido la nueva versión de su sistema, que tenía un bug (error) que solo se podía activar "con una configuración de cliente específica y bajo determinadas circunstancias", nos cuentan en un comunicado que ha sacado recientemente Fastly. Tenemos todo el edificio con todo el sistema a prueba de fuego, pero justo en la sala de fumadores hemos dejado un trozo de moqueta sin activar y es allí donde cae una chispa y se nos incendia todo el edificio. Algo parecido ocurrió, pero la empresa tardo menos de 1 minuto en ver que había un error, que corrigieron en menos de media hora; pero desde que lo activas hasta que los sistemas se refrescan en todo mundo, lo tienen que hacer de forma manual, pasó algo más de una hora.

Tal y como está montado en la actualidad Internet y el coste que supondría hacer una estructura totalmente estable y en la que no se de ningún error, parece que tarde o temprano volveremos a tener algún tipo de caída similar. Puede ser a nivel global como en este caso o, como ya nos ha ocurrido, a nivel local. Cuando por alguna razón algún proveedor de servicios deja de funcionar es siempre por causas ajenas a ellos. Nadie quiere asumir la culpa ante las posibles demandas por falta de servicio que se pueden tener. Así que, algún día no muy lejano volverá a fallarnos Internet pero las empresas proveedoras de servicios trabajan para que esto no ocurra. Deberemos ser pacientes y no desesperarnos. Algo de malo tenía que tener esta revolución tecnológica.