Las cuentas falsas gestionadas por personas pueden variar desde una que crea alguien con la foto de otra persona para espiar a su pareja, conocer a alguien en Internet o delinquir (acoso, sextorsión, estafas€), hasta una cuenta falsa que suplanta a una empresa para cometer diferentes delitos (ventas falsas, fraudes, daño de reputación, etc).

Hay pistas que podemos seguir para detectar estas cuentas gestionadas por personas. Por un lado podemos diferenciar las cuentas reales de personas famosas o marcas grandes porque tienen un símbolo azul al lado del nombre, que significa que la cuenta está verificada.

Instagram ha añadido una nueva función llamada Información sobre esta cuenta que, entre otras cosas, nos indica cuándo fue creada y si ha tenido otros nombres anteriormente. Si la cuenta lleva mucho tiempo funcionando es más fiable que si se acaba de crear, y si ha tenido previamente más nombres de usuario diferentes, podemos empezar a sospechar.

Si hablamos de forma habitual con alguien a quien no hemos visto nunca en la vida real de forma física y queremos asegurarnos de que no es un perfil falso, podemos hacer una captura de alguna de sus fotos y realizar una búsqueda en Internet. En ordenadores podemos usar la página Google Images, una función de Google que nos permite buscar la foto en Internet y ver qué resultados nos muestra. Si vemos que esa foto ha sido sacada de un banco de imágenes, que esa persona aparece con otro nombre diferente o que es de algún modelo, ya sabemos que no es su foto real y que nos están engañando. En smartphones y tablets podemos descargar aplicaciones como Image Search, que realizan la misma función.

Otra pista es mirar cuándo hacen las publicaciones. Las cuentas falsas habitualmente suelen publicar todo lo que tienen en un par de días; no publican cosas de forma periódica, y dedican su tiempo a delinquir o cotillear.

Vayamos a la otra modalidad. Para detectar bots o cuentas gestionadas por programas debemos saber que generalmente no escriben sus propias publicaciones. En una entrevista a la BBC, Ben Nimmo decía que "lo primero que tienes que hacer cuando sospechas de una cuenta es observar cuántas veces publica, y si compruebas que comparte cientos de publicaciones al día (pero ninguna es propia), entonces probablemente sea un bot".

También se aconseja tratar de buscar información personal, ver si la cuenta ofrece algún tipo de indicación de que verdaderamente hay una persona detrás de ella. Si no tiene foto de perfil o nombre de usuario, probablemente no pertenezca a alguien concreto.

Generalmente los bots comparten publicaciones de terceros y hacen clic en Me gusta. Cientos, o incluso miles de bots, se suelen usan de manera conjunta para un solo propósito, desde una campaña política hasta una misión personal. Solo durante las primeras semanas de cuarentena, los sistemas de Twitter desafiaron a más de 1,5 millones de cuentas que estaban dirigidas a discusiones sobre el Covid-19 con comportamientos de manipulación o spam.