Pagar 1.000 euros (son 950, pero el redondeo siempre es al alza) por una sudadera ya parece un despilfarro. Pagarlos por una sudadera llena de agujeros y desgarros, con apariencia sucia y vieja y que alguna abuela tiraría directamente a la basura o la convertiría en trapos parece una locura. Pero la moda no entiende de precios y esa cantidad es la que ha pagado (si es que no se la han regalado) Julia Janeiro para tener esa prenda en su armario.

La hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario es una emergente influencer, cuenta con más de 230.000 seguidores en Instagram y la moda es parte fundamental en su cuenta. Ya son muchas las marcas de prestigio que cuentan con ella para promocionarse, y en este caso la firma de la sudadera antes mencionada es nada menos que Balenciaga, que se suma a esa moda de la ropa rota y desgastada que pegó fuerte en los años 2000.

No es que Juls (así se hace llamar en las redes) se haya hecho con una prenda de segunda mano; la sudadera es así, se vende con sus múltiples agujeros y su tallaje oversize, como si estuviera cedida. La joven la ha elegido en color blanco, pero en la web de la marca guipuzcoana se puede adquirir (si cuentas con ese enorme presupuesto) también en negro, violeta y verde militar. De hecho, forma parte de la última colección prèt-a-porter de Balenciaga, hecha en algodón 100% y con el logo de la marca bien visible, por si quedaba alguna duda.

Eso sí, la prenda, el modelo Destroyed Hoodie, no sorprende dentro del estilismo de una Juls Janeiro que sabe combinar la ropa carísima con la moda low cost, y que un día aparece tremendamente arreglada y al siguiente lo hace con un chándal. Y a su público parece gustarle.