La décima legislatura del Parlamento Europeo arrancó ayer con una sesión plenaria en la que su actual presidenta, Roberta Metsola, revalidó el cargo que ocupa desde 2022, mientras que mañana se someterá a votación la reelección de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien respalda una ajustada mayoría de eurodiputados.

Eurocámara

La maltesa del Partido Popular Europeo (PPE) Roberta Metsola, fue reelegida presidenta de la Eurocámara por dos años y medio más, con una mayoría absoluta de 562 votos a favor de los 623 válidos expresados en la primera ronda de votación. La Izquierda europea presentó a la eurodiputada de Podemos Irene Montero como candidata alternativa, pero era una propuesta simbólica habida cuenta de que sólo contaba de salida con el apoyo de su propio grupo. Finalmente, Montero logró el aval de 61 eurodiputados, un resultado que mejora las 46 voces aseguradas por su propio grupo.

La copresidenta de la Izquierda, la francesa Manon Aubry, explicó que la decisión de presentar una candidatura alternativa –pese a reconocer la “voluntad inclusiva” de Metsola– responde a la necesidad de “mostrar que no hay unanimidad, que hay una oposición de izquierda que se hace oír”.

“Ésta debe ser una Cámara sin miedo a liderar y cambiar. Hemos empezado pero aún no hemos terminado. Necesitamos fortalecer y racionalizar nuestras operaciones para garantizar que este Parlamento puede ser el poder legislativo y político que queremos que sea”, afirmó Metsola en su discurso como candidata, previo a la votación.

Metsola contó con el apoyo mayoritario de la llamada coalición de centro que mantienen su grupo, el PPE, con los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales (Renew), como parte del acuerdo para repartirse los altos cargos de la UE y que incluye la renovación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se votará mañana.

Más grupos

La X legislatura arrancó más fragmentada que en el pasado y con un aumento de la extrema derecha que se traduce en la constitución de tres grupos de esta corriente. Un 54% de los eurodiputados ocupan por primera vez un escaño en la Eurocámara y un 39% del hemiciclo lo ocupan mujeres.

El Partido Popular Europeo (PPE) fue el más votado en las elecciones, lo que le ha permitido sumar 188 escaños de los 720 en juego. Le siguen los Socialistas y Demócratas (S&D), con 136 eurodiputados, y la nueva alianza de ultraderecha promovida por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Patriotas por Europa, con 84 asientos, incluidos los 6 de Vox.

En cuarto lugar se sitúan los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), segunda fuerza de la extrema derecha en la Eurocámara, con 78 asientos, y que cuentan como principal delegación con el partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, Hermanos de Italia.

Así, caen al quinto lugar los liberales europeos (Renovar Europa - RE), con 77 escaños; seguidos de los Verdes, con 53; la Izquierda europea, con 46; y cierra la Europa de las Naciones Soberanas que cuenta con 25 escaños y que está liderada por la ultraderecha alemana de Alternativa por Alemania. Quedan otros 33 eurodiputados que no pertenecen a ningún grupo y figuran como no inscritos.