La Comisión Europea trabajará en un plan alternativo para que la Unión Europea (UE) siga aportando ayuda financiera a Ucrania aunque el Gobierno húngaro de Viktor Orbán mantenga su veto al paquete de 50.000 millones de euros para Kiev, que el jueves impidió aprobarlo pese a que cuenta con el apoyo del resto de países. “Estamos trabajando muy duro para tener un resultado en el que haya acuerdo de veintisiete, pero creo que ahora también es necesario trabajar en potenciales alternativas para tener una solución operativa en caso de que la unanimidad no sea posible”, dijo la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, durante la rueda de prensa posterior a la cumbre de líderes de la UE celebrada los dos últimos días en Bruselas.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE decidieron aplazar a 2024 su decisión sobre el paquete de ayuda a Ucrania y la revisión del presupuesto plurianual hasta 2027, pese a que estos gozaban del apoyo de los otros veintiséis Estados miembros, puesto que Orbán insistió en su negativa de aportar más dinero a las cuentas europeas para crear un nuevo programa de asistencia financiera a Kiev.

“Volveremos el próximo año con el objetivo de convencer a los Veintisiete”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien consideró que la propuesta sobre la mesa es “muy equilibrada” y se mostró “extremadamente confiado y optimista” de que la UE pueda “cumplir su promesa” de apoyar a Ucrania financieramente “en las próximas semanas”.

Nueva cumbre

La idea es celebrar una nueva cumbre de líderes que tendría lugar “a finales de enero o principios de febrero” según adelantó Michel, para aprobar esta ayuda a Ucrania y utilizar estas semanas hasta para sortear el veto húngaro.

“La Comisión Europea usará el tiempo hasta entonces para asegurar que, pase lo que pase, en el próximo Consejo Europeo tendremos una solución operativa”, subrayó Von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea recordó ayer que los principios son los mismos para todos los Estados miembros y, si quiere recibir fondos, Hungría tiene que implementar las inversiones y reformas previstas en su plan de recuperación y avanzar en las reformas que debe aplicar bajo el mecanismo que condiciona la recepción de dinero comunitario al Estado de Derecho.

“La Navidad se acerca. Es un momento para que la gente reflexione sobre las cosas que realmente son importantes y espero que tengamos éxito”, dijo por su parte el canciller alemán, Olaf Scholz.

Las condiciones de Orbán

En este contexto, el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, aseguró ayer que podría levantar su veto al apoyo financiero comunitario a Ucrania si su Gobierno recibe los fondos que la Comisión Europea mantiene congelados por violaciones del Estado de Derecho.

“En dos meses, quizá más, nos reuniremos y veremos qué ha pasado. Si alguien quiere modificar la ley presupuestaria, esa será una buena oportunidad para que Hungría reciba lo que le corresponde. Todo”, dijo ayer en declaraciones a la radio pública Kossuth desde Bruselas, donde participa en la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE).

Orbán decidió no impedir el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la UE, tal como había reiterado, pero más tarde vetó que la UE apoye a Ucrania con 50.000 millones de euros. Durante los últimos días, Orbán, considerado el líder de la UE más cercano a Rusia, repitió que Ucrania no estaba preparada para negociar su adhesión y que tenía graves problemas con la corrupción.

Aunque Orbán permitió el inicio de negociaciones de adhesión, recordó que para la entrada de un país al bloque se necesita el visto bueno de todos los parlamentos nacionales de la UE, una referencia velada a que Hungría podría oponerse en el futuro a una membresía de Ucrania.

Según insistió ayer el primer ministro húngaro, el dinero para Kiev es de los ciudadanos europeos, y tampoco apoyó que la UE acuda a un crédito para asistir económicamente a Ucrania. “Veintiséis líderes están de acuerdo en todos los componentes”, confirmó esta madrugada en declaraciones a los medios el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien precisó que un país, en referencia a Suecia, debe consultar a su Parlamento y otro, en este caso aludiendi a Hungría aunque no lo nombró, no apoyó el documento.

Parte desbloqueada

La Comisión Europea desbloqueó el pasado miércoles 10.200 millones de euros en fondos de cohesión para Hungría tras avalar su reforma judicial. Sin embargo, Bruselas mantiene congelados otros 11.700 millones en fondos de cohesión, cuyo desembolso condiciona a reformas para garantizar la libertad académica, así como a cambios en su polémica ley sobre “protección de la infancia”, que la Comisión considera discriminatoria ya que compara pedofilia con homosexualidad y prohíbe hablar de diversidad sexual a menores.

Orbán aseguró que esos fondos le corresponden a Hungría y afirmó sobre la entrega de esos 10.200 millones que es “mejor tarde que nunca”.

“No creemos que sea necesario modificar el presupuesto a largo plazo, si quieren darle dinero a Ucrania pueden hacerlo con las actuales estructuras. Hay que encontrar un acuerdo sobre el tema del presupuesto,”, señaló por su parte el principal asesor político del primer ministro húngaro, Balazs Orbán, en los márgenes de la reunión de líderes celebrada en Bruselas.

Orbán recordó que la posición de Hungría desde el inicio de las negociaciones es que no querían modificar el presupuesto, y que si “ellos”, en referencia a los 26 líderes restantes, quieren hacerlo entonces, deberán acordar los términos con Budapest y “tomar en consideración lo que Hungría quiere y sugiere”.