Los Estados miembros de la Unión Europea aumentaron el gasto en Defensa en 2021 un 6 por ciento, según el informe anual de la Agencia Europea de Defensa (EDA), que señala que en 2023 los Veintisiete previsiblemente recuperarán la falta de inversión militar de los años de la crisis económica.

La Revisión Anual Coordinada en Defensa (CARD) presentada este martes a los titulares de Defensa de la UE refleja que el gasto en Defensa creció en 2021 significativamente hasta los 214.000 millones de euros, lo que supone un avance del 6 por ciento con respecto al año anterior, y supone el cambio de paradigma por el nuevo entorno de seguridad en Europa con la guerra en Ucrania y los compromisos renovados de los aliados de la OTAN.

Con esta perspectiva, los compromisos de gasto apuntan a que la UE habrá recuperado el año pasado las infrafinanciación de la Defensa durante la crisis económica, cuando se vivió una década, desde 2008 a 2018, de gasto militar a la baja.

"Si continúan los aumentos anunciados en el gasto en Defensa, es posible que los Estados miembros recuperen en 2023 del gasto insuficiente de la crisis financiera y puedan enfocarse más en las futuras necesidades de Defensa", señala el informe, que estima que se necesitan 70.000 millones adicionales en gasto militar en 2025 para modernizar la Defensa en Europa y acabar con las lagunas existentes en cuanto a recursos y medios militares.

AUMENTA EL GASTO CONJUNTO PERO LEJOS DEL OBJETIVO DEL 35%

Otra de las conclusiones más significativas que arroja el informe es la del gasto militar conjunto, que se situó en un 18 por ciento de las inversiones totales en 2021 en Europa. Esto supone un avance con respecto al mismo dato de 2020, pero se queda lejos del objetivo del 35 por ciento de gasto coordinado entre Estados miembros.

"La cooperación sigue siendo una excepción, en vez de la norma", ha apuntado el informe, sobre uno de los caballos de batalla de la Defensa en la UE. En esta línea, apunta a que existe un "claro riesgo" de que el gasto sea aislado en el medio y largo plazo y sugiere favorecer inversiones conjuntas a más largo plazo.

La EDA señala que la cooperación tiene lugar principalmente entre países vecinos en los marcos ya existentes, mientras que la colaboración en planes europeos más amplios como la Cooperación Permanente Estructurada (PESCO) no suelen ser la opción preferida.