En este Lienzo de sangre “las hermanas Sara y Alexandra son dos mujeres totalmente amateurs en el mundo detectivesco que están unidas a personajes como su tía Rosa, porque ellas se quedaron huérfanas de niñas. Esa mujer es el papel que une el clan familiar con personajes muy atrayentes, algunos malos malísimos como Augusto Fonfría, porque nos atrae el morbo de la maldad, en este caso en el ámbito más oscuro del mundo del arte”, dice la novelista, a quien le hubiera gustado ser periodista.

QUIÉN ES

María Villamayor. Nacida en Valencia, en la calle Quart Extramuros, le ha hecho que de manera inconsciente llevara su novela Las doce llaves a ese lugar, a esa calle que envuelve en una historia de misterio, intriga y aventura. Su carrera literaria comenzó con la novela El embrujo de Alhambra, relatos sobre la guerra civil española y la posguerra. En 2020 publicó Huellas de plomo, la esperada segunda parte de Las doce llaves. Y ahora, en Lienzo de sangre, su última novela y tercera parte de la saga, cautiva otra vez a sus lectores con las aventuras de las hermanas Ferrer.

En películas y en libros, el robo/la estafa/compraventa ilegal del arte es un argumento muy jugoso. ¿Se acerca a la realidad o ésta es aún más dura que la virtualidad literaria?

Creo que sí se acerca bastante a la realidad. Suele decirse que a veces la realidad supera la ficción y posiblemente sí que ocurra. En esta novela hay mucha ambición, mucho poder y aparece un robo importante. Todo esto también ocurre en la realidad.

Su gran conocimiento sobre la pintura y su mercadeo lo demuestra en cada línea del libro, ¿lo conocía o se ha documentado para la obra?

Me he documentado; conocía bastante poco sobre el tema del arte y menos aún sobre el mercadeo y el mercado negro; pero es cierto que para introducir al lector en esta atmósfera del arte se aporta mucha documentación en la novela.

¿Es realidad cotidiana de esta sociedad el juego de misterios, intrigas y aventura de su novela? ¿O un hecho real puntual le sirve para hilvanar un thriller como éste?

En Lienzo de Sangre, que es la tercera parte de la saga, sí que hay, al igual que en las otras, misterio. En Las doce llaves, luego en Huellas de plomo y en esta tercera, que se puede leer sin haber leído las otras, también está muy presente el tema de la búsqueda, de descubrir los acertijos y las tramas en los que las protagonistas se ven inmersas en una especie de búsqueda y maraña detectivesca.

¿Por qué cree que fascina tanto y a tantos la novela negra? ¿Los malos malísimos como Augusto Fonfría son siempre más fascinantes que los buenos?

A todos nos gusta el papel de malo. En este caso Fonfría, el malo malísimo, es un personaje frío y calculador, una persona corrupta en el mundo del arte, pero que está siempre dentro de la legalidad, en el borde mismo de lo permitido, con lo que siempre resulta difícil de demostrar e inculpar por todo lo que puede hacer. En general, no sabría muy bien decirte los motivos por lo que nos atrae tanto el morbo de esa maldad.

De todos modos, en su novela al final triunfan las buenas y desaparece el malo. ¿Es preferible que termine bien o sería mejor como en la realidad, donde los finales no suelen ser tan dulces?

Es cierto, los finales en la realidad o suelen ser tan buenos, porque no siempre los malos están donde deben estar. Lo vemos en los medios de comunicación, la corrupción está a la orden del día, y no siempre, digamos, que eso se puede demostrar. Pero en este caso, a mí me gustan los finales relativamente felices y el que todo quede bastante bien atado, hilado.

¿Habrá cuarta parte de esta pareja de hermanas detectives amateurs?

Me lo ha preguntado mucha gente y probablemente sí. Siempre que termino una novela me gusta dejar esa puerta abierta, porque nunca se sabe lo que puede pasar. Y es verdad que estas dos hermanas parece que se han hecho con los lectores, así que probablemente haya una cuarta novela. Aunque no la tenga en mente, me gustaría hacer algo distinto. De hecho, estoy perfilando la trama y los personajes, por lo que es posible que sí vuelvan.

Usted no es policía ni detective, ¿le hubiera gustado dedicarse a ello en la realidad de la vida, no solo en la literatura?

La verdad es que nunca me lo había planteado, pero sí que me apasiona mucho el tema de investigar, de buscar e indagar. Tal vez más que detective me hubiera gustado ser periodista.

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"Probablemente haya una cuarta novela"

Leyendo su novela he pasado un rato muy agradable. ¿Qué debo destacar de su obra para recomendarla a quienes como yo no sean amantes de la novela negra?

Es una novela apta para todos los públicos, no solo es una novela negra, sino un compendio de todos los géneros; tiene un poco de novela negra y parte de aventuras, hay historia, está la descripción de una parte de mi Valencia personal con los propios personajes haciéndonos de guía por la ciudad. Puede tener plus atractivo para quien conozca o quiera conocer sitios y lugares de la ciudad. Además, los lectores se pueden entretener porque los capítulos son cortos y aprenderán muchas cosas.

Valencia es una ciudad muy atractiva. Tras leer las pormenorizadas descripciones de sus calles y edificios relacionándolos con el crimen, ¿no se nos quitarán las ganas de volver?

Al contrario. En el mismo momento de leer la novela te va a incitar a visitar Valencia. Incluso las personas que conozcan estos lugares van a querer tener delante mucho de lo que se explica, porque es una forma de descubrir muchas cosas, la ciudad de otra manera, bajo otro prisma.