Con la mirada puesta ya en fin de año, el balance de este 2020 está marcado en todos los aspectos y a todos los niveles por la pandemia del COVID-19. Sin meterse en cuestiones sanitarias y viendo como han trascurridos los acontecimientos desde el primer decreto de Estado de Alarma en el mes de marzo, no nos queda otra que mirar al futuro bajo la perspectiva de la digitalización y la innovación.

Desde diferentes sectores económicos, y ámbitos, privado y público, expertos en la materia coindicen en que la salida de la crisis sanitaria en la que está inmersa el mundo entero debe apoyarse en la innovación y, más concretamente, en la digitalización como herramienta clave de cambio.

Euskadi se encuentra en una posición adelantada en este sentido, ya que según se pudo escuchar en el Encuentro Deia-Telefónica bajo el título Euskadi: Necesidad/urgencia de la digitalización como motor de crecimiento económico en tiempos actuales, cuenta con un ecosistema propicio para dar el salto hacia la digitalización.

Si bien lo ocurrido durante el mes de marzo es todo un ejemplo de ello, con la población teletrabajando de la noche a la mañana y los centros escolares cerrados, recurriendo a las clases online, este proceso se ha podido llevar a cabo por que el País Vasco lleva mucho tiempo trabajando en dicho proceso de transformación digital, desarrollando herramientas y soluciones para tal efecto.

Bajo esta valoración de la situación vivida, se puede constatar que la pandemia ha ayudado a acelerar el proceso de digitalización en Euskadi y que una vez superado ese momento, hay que seguir trabajando promoviendo la inversión y la formación.

Sin duda, se trata de dos cuestiones necesarias para dar el paso de lo analógico a lo digital, aunque tampoco hay que olvidar que esta transformación debe afectar a todas las áreas de las organizaciones, desde las estructurales hasta las personales.

Digitalización y sostenibilidad

Un reciente estudio de la Universidad de Deusto señala también los pilares de la digitalización y la sostenibilidad como los aspectos donde van a estar las oportunidades de negocio de los territorios vascos de ahora en adelante. Especialmente hace hincapié en las industrias de la salud, la economía circular y las biociencias.

Otra de las conclusiones que se desprende del Informe de Competitividad del País Vasco 2020 elaborado por el Instituto Vasco para la Competitividad, Orkestra, señala a las ayudas a la inversión e innovación, y pone especial énfasis en las pymes (mayoría en el tejido productivo vasco), quienes también tendrán responsabilidad en la recuperación económica de Euskadi.