Los ataques a las cruces llegan a Aralar
En la noche del sábado al domingo desconocidos cortaron con medios metálicos dos de las tres cruces del camino de subida al Santuario
Desconocidos han vandalizado dos de las tres cruces del camino de subida al Santuario de San Miguel de Aralar, según informó ayer el Arzobispado de Pamplona. Un suceso que recuerda a los ocurridos recientemente en Gipuzkoa, como el sabotaje en el monte Udalatx o en Buruntza.
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"¿Por qué la cruz estorba a algunos?", se preguntó el capellán, Alfonso Garciandía Goñi. "La destrucción de símbolos religiosos es un indicativo de la temperatura moral de una sociedad", subrayó en una nota.
En concreto, han sido cortadas con medios metálicos dos de las tres cruces del camino de subida al Santuario, durante la noche del sábado al domingo.
"Es algo que produce pena y tristeza a todos aquellos que vivimos la fe y también a otros que, aunque no la profesen, respetan las ideas y credos de los demás", señaló Garciandía. El capellán ha interpuesto una denuncia en la Policía Foral, que es la que se encargada de la investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido.
"Esperamos una respuesta de condena unánime"
Alfonso Garciandia afirmó que "este es un daño pequeño, si lo comparamos con la situación de muchos miles de cristianos que sufren persecución y violencia, que cada día son asesinados en diferentes países del mundo solo por el hecho de ser cristianos y que ni siquiera son noticia". No obstante, Garciandía recalcó que "esperamos una respuesta de condena unánime, no porque se hayan tocado los símbolos de un determinado grupo -la Iglesia católica en este caso-, sino porque una sociedad sana muestra unanimidad a la hora de responder al mal". "Venga de donde venga este ataque y afecte a quien afecte, no debemos acostumbrarnos al mal, admitirlo con resignación, sino estar dispuestos a defender los bienes de todos. Ojalá San Miguel nos ayude a romper las cadenas de la indiferencia y de la parcialidad", pidió el capellán.
Ataque del pasado octubre
Este ataque se suma al que ya sufrió el Santuario el pasado 26 de octubre, cuando unos desconocidos pintaron la estrella de David y la palabra 'Jude' en la puerta y le pegaron fuego. El incendio fue descubierto por el vigilante que pernocta junto al Santuario, que se encargó de sofocarlo y de avisar al capellán.
Los hechos se comunicaron a la Guardia Civil de Alsasua y a la Policía Foral, que es la que se hizo cargo de la investigación. También se presentaron los Bomberos de Navarra para comprobar que el incendio estaba sofocado y no había ningún peligro.
La Iglesia navarra, como ya hizo en aquella ocasión, ha lamentado lo sucedido en "uno de los centros de espiritualidad más antiguos y arraigados de Navarra", ha confiado en la investigación policial y ha ratificado su apuesta por "la tolerancia y el respeto". "A pesar de estos ataques, el Santuario de San Miguel de Aralar seguirá siendo un lugar con las puertas siempre abiertas para acoger a los fieles, a los peregrinos y a los visitantes que se acerquen hasta un paraje que combina historia, devoción, leyenda y arte", subrayó el capellán.