El fiscal ha opinado este lunes que en el caso de la muerte a puñaladas de la joven Aintzane Pujana existen pruebas "más que suficientes" para "destruir" la presunción de inocencia de la pareja acusada de esta, "a todas luces, muerte cruel".

En concreto, el representante del Ministerio Público ha considerado al acusado varón responsable de un delito de prostituir a la víctima y de retenerla en una ocasión encerrada en un coche en contra de su voluntad, así como de "haber dirigido los actos (cuchilladas) que acabaron con su vida" como, a su entender, demuestran tanto "las pruebas como el sentido común".

Obligada a prostituirse

Respecto a la otra procesada, autora confesa de las cuchilladas, ha señalado que también fue obligada a prostituirse por el varón y que igualmente fue retenida por el varón dentro del coche, a pesar de lo cual sí fue la que causó la muerte de la víctima, junto al acusado, tras propinarle una paliza y apuñalarla.

El fiscal ha admitido no obstante que "no era completamente responsable de sus actos" debido a la discapacidad intelectual que padece, que la hacía "enormemente manipulable" en un contexto en el que estaba "asustada" por el procesado que era quien verdaderamente tenía el "dominio del hecho".

El representante del Ministerio Público ha hecho estas consideraciones durante el trámite de informes ante el jurado en el que, apoyado por una exposición en "Power point", ha repasado minuciosamente los hechos ocurridos entre la tarde del 1 de enero de 2021 y la madrugada del día 2 en el que sucedieron los hechos.

Ha dado cuenta así de la negativa de Aintzane Pujana a prostituirse en Azpeitia, del recorrido en coche que habían hecho los dos acusados junto a su víctima hasta esta localidad desde el agroturismo de Aizarnazabal en el que todos residían, y de cómo este recorrido fue grabado por las cámaras de seguridad de distintos comercios y acreditado por los tránsitos de los teléfonos móviles que portaban.

Golpear "salvajemente"

Ha citado también el momento en el que el hombre retuvo a las dos mujeres en contra de su voluntad en este coche y ha descrito el instante en el que el vehículo se desvió a una pista forestal para golpear "salvajemente" a Aintzane por su negativa a prostituirse, cuando la víctima se encontraba casi "inconsciente" por la ingesta de alcohol y medicación.

Todo ello, antes de que, según ha relatado, la trama se volviera definitivamente "dramática" cuando, ya de regreso en Aizarnazabal, oprimieron el cuello de la chica, le taparon la boca para colocarle luego una toalla en la cara y verter después agua sobre ella con la intención de impedirle respirar, en una acción que el fiscal ha calificado de "tortura indetectable", antes de ser apuñalada.

Un contexto en el que, como ha descrito, el varón era el "dominador" de la situación, el que "mandaba" y quien daba las "órdenes", ya que la otra acusada estaba "asustada" por él y resultaba "enormemente manipulable" por el trastorno que padece.

Miedo insuperable

En una línea similar se ha pronunciado la defensa de la procesada que ha insistido en este argumento asegurando además que la inculpada actuó "movida por un miedo insuperable". "No podía hacer otra cosa aunque ella no quisiera hacerlo", ha afirmado esta abogada.

"Ella fue un instrumento en manos" del otro acusado, ha dicho la letrada, quien ha mantenido que su defendida acuchilló a Aintzane Pujana "por miedo a ser ella la que acabara muerta".

"Libertad de movimiento"

Por su parte, la defensa del hombre encausado ha mantenido la inocencia de su cliente y ha rechazado que éste hubiera amenazado ni coaccionado a la otra coacusada para que acabara con la vida de Pujana, al tiempo que ha resaltado la "agresividad" y "saña fuera de lo común" de las puñaladas que recibió la víctima y que, a su juicio, contrastan con la versión de la coacusada.

Ha dicho además que la procesada tenía plena "libertad de movimientos", ya que disponía de su propio teléfono móvil y dinero, además de haber dispuesto de "mil ocasiones" para pedir ayuda en caso de haber estado maltratada y amenazada de muerte por parte del varón.

Esta letrada ha incidido también en que la autora material confesa de la "execrable acción" del asesinato es la procesada y que el inculpado no tiene la carga de "acreditar nada". Ha rechazado asimismo que su patrocinado prostituyera a la encausada y a la víctima, al tiempo que ha acusado a la procesada de mentir.

Una vez concluido este lunes el trámite de informes, está previsto que la presidenta del tribunal entregue mañana el objeto del veredicto a los miembros del jurado y que ofrezca a los acusados su derecho a decir la última palabra.