Un día después del incendio registrado este sábado en un bloque de viviendas en el centro de Errenteria, que generó momentos de tensión y pánico en el centro de Errenteria, las imágenes son demoledoras. Una de las viviendas de la sexta planta del portal número 13 de la calle Alfonso XI, completamente calcinada. Reducida a cenizas, según ha podido comprobar este periódico. Por suerte, y pese a que una decena de personas tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios de emergencias debido a la inhalación de humos, no hubo heridos de consideración y el desastre tampoco afectó a los edificios contiguos, donde por momentos se vivieron momentos “preocupantes”.

Vecinos del portal número 11, contiguo al del origen del fuego, consideran que “nos hemos salvado milagrosamente” y añaden que “si nuestro tejado hubiera prendido, habría sido imposible parar el fuego”, que podría haberse extendido a más edificios aledaños que están pegados unos a otros y fueron construidos en la misma época que, todos con estructura íntegramente de madera.

“Estábamos en casa y escuchábamos gritos: “ayuda, ayuda, auxilio, ayuda”, asegura Koldo, vecino del portal número 11. Su comunidad y también la del número 15 fue desalojada por precaución y no pudieron regresar a casa hasta las 23.15 horas del sábado, una vez se pudo asegurar que no había riesgo.

“Llamas impresionantes”

“Nuestro edificio comparte patio con el que se produjo el incendio. El nuestro es más bajo, de cuatro plantas. Y en este caso, se han quemado las dos que sobresalen por encima de nuestro edificio, las que no compartimos y eso nos ha salvado”, asegura este vecino: “Vimos unas llamas impresionantes en la parte del patio”.

La rápida intervención de la Ertzaintza y la policía local y también de los bomberos, fue uno de los elementos clave también, según Koldo. “Los bomberos estuvieron trabajando desde nuestra parte, y desde el tejado. Nos han salvado. El problema que hemos tenido, es que la tienda de lencería que hay debajo ha cogido mucha agua, y los del primer piso también han sufrido daños”, asegura.

Cuando salieron de casa, en el desalojo, la situación era “preocupante”, añade este vecino. “Compartimos dos patios con el edificio que prendió, pero desde el patio del baño en concreto veíamos unas llamas terribles y había ropa tendida, pero el trabajo de los bomberos hizo que las llamas no alcanzasen nuestro edificio. Nos hemos salvado milagrosamente”.

Por su parte, los vecinos del bloque afectado, a excepción de las familias cuyas viviendas se han visto más afectadas, pudieron volver ayer a sus viviendas, según anticiparon fuentes municipales a la agencia Efe.

El incendio, que se declaró pasadas las 16.30 horas del sábado en un domicilio de la sexta planta del número 13 de la calle Alfonso XI, provocó escenas de película, ya que seis personas se vieron obligadas a refugiarse de las llamas en el tejado del edificio y tuvieron que ser rescatados por los bomberos con la ayuda de una escala.

En total, son 18 las familias que viven en el número 13 de la calle Alfonso XI. Y según muestran las imágenes tomadas por NOTICIAS DE GIPUZKOA, las llamas calcinaron completamente una de las viviendas del sexto piso y causaron daños en otro domicilio de esta misma planta.

Además, las abundantes cantidades de agua empleadas por los bomberos, que desplazaron al lugar efectivos varios parques de bomberos, originaron desperfectos por filtraciones en varios domicilios de las plantas situadas por debajo de la sexta en la que se declararon las llamas.

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Incendio en una vivienda en la calle Alfonso XI en Errenteria Pedro Martínez

Un retén de madrugada

Aunque los bomberos extinguieron el mismo sábado las llamas, un retén permaneció hasta las 5.00 horas de la madrugada del domingo en el lugar para evitar que el fuego volviera a reproducirse. El edificio, según fuentes municipales, tenía estructura de hormigón en las cinco primeras plantas y de madera en la sexta y última, y en la buhardilla que hay sobre ella: ambas tuvieron que ser apuntaladas por los bomberos.

Dos de estas 18 familias fueron realojadas durante la noche del sábado por los servicios sociales de la Diputación, mientras que el resto pernoctó en viviendas de familiares y amigos.

No obstante, y según explicaron a Efe fuentes municipales, los domicilios del bloque número 13, que han ido regresando a lo largo de este domingo a sus domicilios, no disponen de los servicios de gas, agua y electricidad, que fueron cortados por precaución durante las labores de extinción. Y deberán gestionar la restitución del servicio a partir de ahora con sus respectivos seguros, después de que el arquitecto municipal haya constatado que la situación estructural del edificio es buena.

Incendio en la calle Alfonso XI de Errenteria

Incendio en la calle Alfonso XI de Errenteria N.G.

Realojos de urgencia

Por otra parte, el Servicio Foral de Urgencias Sociales (SFUS) de la Diputación de Gipuzkoa, que es quien ha gestionado la ayuda a las familias afectadas por el incendio, en coordinación con el Ayuntamiento de Errenteria, ha informado este domingo en un comunicado de que ha ofrecido alojamiento de urgencia a tres familias desde el sábado al anochecer. Entre estas familias, hay cuatro menores.

Según ha explicado la Diputación, las tres familias seguirán siendo atendidas por los servicios sociales del ente foral en esta situación de urgencia, aunque “está previsto, no obstante, que el lunes se realice una valoración personalizada de la situación de cada familia en coordinación de los servicios municipales, y será en ese momento cuando se definirán los pasos a seguir”.

La Diputación Foral de Gipuzkoa agradeció a todos los servicios de emergencia y voluntarios por “su dedicación y profesionalismo”, y reafirmó su compromiso de continuar brindando apoyo a las familias y personas afectadas por esta emergencia.

Éste es el segundo incendio de entidad registrado este año en inmuebles residenciales de Errenteria, después de que la pasada Nochevieja un fuego causado por un cohete pirotécnico obligara a desalojar un bloque de catorce alturas del barrio de Sorgintzulo en la zona de Capuchinos, en el que tampoco se produjeron heridos.