Desde hace apenas un año, González Zalba lidera un nuevo grupo investigador en Hardware Cuántico en nanoGUNE de Donostia, coincidiendo con la puesta en marcha de nuevos laboratorios especializados en la Torre Cuántica. Y el impulso financiero de esta beca de la Comisión Europea “reforzará aún más” el proyecto de investigación que está construyendo nanoGUNE con la firma británica Quantum Motion”.
¿Qué significa el logro de esta beca a nivel investigador y de grupo de trabajo para usted y NanoGune?
Las becas ERC son las ayudas a nivel individual más importantes a nivel europeo desde el punto de vista del volumen de financiación y de prestigio. Y eso tiene su repercusión a la hora de atraer talento. Hay cuatro categorías, y la mía es Consolidator Grant, que es como una beca a media carrera, cuando ya tienes una trayectoria más o menos exitosa.
¿El proyecto está ya en marcha o se activará ahora con este dinero?
Es un proyecto que va a empezar ahora gracias a la financiación del ERC, porque sin esta financiación no lo podríamos desarrollar. Les hemos convencido de que merece la pena invertir los próximos cinco años trabajando en este área.
¿Qué efecto práctico y efectivo tienen estos dos millones de euros?
La financiación de la Comisión Europea va a permitirnos contratar entre dos y tres investigadores postdoctorales durante estos cinco años. Y luego, probablemente nos ayude a traer también al grupo de trabajo entre unos dos o tres estudiantes de doctorado durante el periodo de la beca. Eso nos permite crear un subgrupo dentro de mi grupo de trabajo en nanoGUNE para trabajar específicamente en los objetivos del proyecto.
¿Y cuáles son esos objetivos? ¿Qué podemos esperar de este proyecto?
El proyecto está en el área de ingeniería electrónica. Y está enmarcado dentro del área de tecnologías cuánticas, que está muy de moda en el País Vasco, con el programa Basque Quantum y la iniciativa del Gobierno Vasco para promover investigación y desarrollo en tecnologías cuánticas. El objetivo es conseguir una electrónica de ultra bajo consumo energético, que no necesite mucha energía para operar. Y el área de aplicación principal es el desarrollo de circuitos electrónicos de bajo consumo energético que ayuden a operar los ordenadores cuánticos que queremos construir en nanoGUNE en colaboración con la empresa británica Quantum Motion.
¿Escalar la computación cuántica siendo sostenible o algo así?
Los ordenadores cuánticos son un sistema complejo que tiene lo que llamamos el procesador cuántico, la parte del sistema que realiza los cálculos cuánticos. Pero ese ordenador cuántico necesita también de electrónica tradicional, electrónica clásica, para mandarle las señales y para recibirlas y procesarlas.
¿Sin esa electrónica clásica el ordenador cuántico no funciona?
El ordenador cuántico del futuro va a tener cuántica, pero necesita tener electrónica tradicional. Y al igual que hoy tenemos un chip para la computación cuántica, luego tenemos un montón de aparatos y chips por separado que se encargan de realizar la computación tradicional. Por eso, el ordenador de IBM que vemos aquí al lado es tan grande; porque es un sistema que yo llamo distribuido, en el que las partes que lo constituyen no están integradas. Y el motivo de que eso sea así es que la parte de la electrónica clásica consume mucha energía.
¿Qué es el ERC?
Becas de máximo nivel. El ERC, creado por la Unión Europea en 2007, es la principal organización europea de financiación para la investigación de frontera y respalda a investigadores e investigadoras para desarrollar proyectos creativos en la Unión Europea. La ayuda concedida a González Zalba es una de las 349 Consolidator Grants otorgadas entre más de 3.100 solicitudes y está financiada a través del programa Horizonte Europa. La investigación se llevará a cabo en el marco del acuerdo de colaboración entre nanoGUNE y Quantum Motion, en los nuevos laboratorios de Hardware Cuántico de nanoGUNE, en Donostia.
Digamos que el ordenador cuántico consume muy poquita energía, pero todo lo que necesita de apoyo consume mucha.
Eso es. Y además de eso, el ordenador cuántico tiene que estar a temperaturas muy bajas para funcionar bien. Entonces, si ponemos esa electrónica clásica que empieza a disipar mucha energía, el ordenador cuántico se nos calienta y deja de funcionar. Y ahí tenemos un problema. Y este proyecto lo que trata de hacer es desarrollar electrónica clásica que consuma menos energía que la que consume hoy en día, de modo que podríamos integrar en el mismo chip tanto la parte cuántica como la clásica.
¿Podríamos tener un ordenador más pequeño y eficiente?
En vez de ocupar una habitación entera, ocuparía un espacio sustancialmente inferior. Pero también nos permitiría construir sistemas cuánticos más complejos, ya que todo lo podríamos integrar en el mismo split, es decir, con sistemas de computación cuántica más potentes.
¿Estas becas europeas suelen ser la única fuente de ingresos para este tipo de proyectos o cabe la posibilidad después de alimentarlos de otro modo?
Pues obtener nivel de financiación para una actividad de investigación de riesgo como esta es fundamental; y cuando digo riesgo es decir que puede funcionar o no, porque igual no funciona. El vehículo más potente, de más volumen de financiación es la Comisión Europea. Y luego, a nivel estatal o de comunidad autónoma hay otras opciones, pero el volumen es muy inferior.
Quiero decir será difícil obtener financiación privada en proyectos así, salvo que estén ya en un proceso de crear una una startup, ¿no?
Suele ser muy normal en esta secuencia de eventos que primero se obtenga financiación pública para este tipo de proyectos de alto riesgo, con el objetivo de realizar unas primeras demostraciones que reduzcan el riesgo de la inversión. De tal manera que, tanto el objetivo de la Comisión Europea como mi objetivo personal, es que al cabo de cinco años podamos obtener otro tipo de financiación, en este caso privada, que podría llegar a través de nuestra colaboración con la empresa británica Quantum Motion para continuar el desarrollo de esta tecnología.
Un proyecto de alto riesgo, pero enorme potencial, claro.
Un proyecto de alto riesgo significa que puede funcionar o no, pero si funciona puede tener un impacto en el área de las tecnologías cuánticas, la computación cuántica y luego, a posteriori, en la sociedad, una vez que tengamos esos ordenadores cuánticos más potentes. Impacto beneficioso y positivo. Y este es un proyecto que encaja muy bien con las ambiciones que tenemos en el territorio de desarrollar este tipo de tecnología y también dentro del programa que tenemos aquí en NanoGUNE. Pero nuestro foco central es el desarrollo de ese ordenador cuántico más potente y más eficiente.