La movilidad vive una transformación sin precedentes. Electrificación, digitalización, servicios inteligentes, infraestructuras conectadas y nuevos modelos de transporte están redefiniendo cómo nos desplazamos, cómo movemos mercancías y cómo se organiza el territorio. En este contexto, la investigación se convierte en una pieza clave para acelerar una movilidad más sostenible, segura y accesible. Sobre estos retos y sobre el papel que desempeña la alianza BRTA (Basque Research & Technology Alliance) en este proceso conversamos con Jon Kepa Gerrikagoitia, responsable científico-tecnológico de BRTA.
¿Por qué es clave la investigación en movilidad sostenible e inteligente y qué papel juegan los miembros de BRTA?
La movilidad genera claros beneficios sociales y económicos, pero también plantea desafíos ambientales y de seguridad. Europa ha fijado dos grandes metas para 2050: alcanzar la neutralidad climática y reducir a cero las víctimas mortales en carretera, la llamada Visión Cero. Como la movilidad nunca será completamente neutra, la clave está en minimizar sus impactos mediante soluciones basadas en I+D, capaces de traducirse en despliegues reales.
Desde BRTA hemos alineado nuestras capacidades con las prioridades europeas, estructurando nuestra agenda en torno a cuatro ámbitos integrados: vehículo eléctrico, nuevos servicios de movilidad, movilidad conectada y automatizada (CCAM) e infraestructuras inteligentes. Los centros de la alianza, junto con las tres diputaciones forales y el Gobierno Vasco, colaboramos activamente en entornos reales como MUBIL, el Mobility Lab de Vitoria-Gasteiz, el Gipuzkoa Living Lab o la iniciativa Basque CCAM, reduciendo los tiempos de validación y el riesgo de adopción tecnológica. Además, BRTA aporta una masa crítica de conocimiento y capacidades a lo largo de toda la cadena de valor, desde la electrónica y las baterías hasta las TIC embarcadas, los sistemas cooperativos y las infraestructuras de recarga.
¿Cuáles son los principales desafíos en movilidad sostenible y cómo está BRTA ayudando?
Los desafíos de la movilidad futura son múltiples y están profundamente conectados entre sí. Electrificar el parque móvil es solo una parte de un reto más amplio: necesitamos transformar cómo nos movemos dentro y fuera de las ciudades, cómo distribuimos mercancías de forma más limpia, cómo garantizamos que todas las personas —vivan donde vivan— tengan acceso a un transporte eficiente, y cómo aseguramos que todo esto sea seguro.
Desde BRTA abordamos los ejes que Europa ha identificado como transformadores: avanzar hacia vehículos de cero emisiones, impulsar una movilidad interurbana e inteligente, hacer la logística urbana más ecológica, integrar modos de transporte conectados y automatizados, y aprovechar la inteligencia artificial y los datos para tomar mejores decisiones. Todo esto sin perder de vista la dimensión social: la movilidad debe ser también justa, inclusiva y segura.
¿Cómo ha agrupado BRTA las necesidades de I+D tras analizar prioridades y tendencias?
Tras analizar prioridades y tendencias, desde BRTA hemos agrupado las necesidades de I+D en cuatro ámbitos de actuación:
Vehículo eléctrico (liderado por CIDETEC): baterías, hidrógeno, máquinas eléctricas, electrónica de potencia y operativa/validación del vehículo eléctrico, con más de 400 personas investigando.
Servicios de movilidad sostenible y logística (liderado por TECNALIA): transporte público sostenible e inclusivo, nuevos servicios (incl. vehículos aéreos), distribución urbana y hubs logísticos, con una masa crítica de 80 investigadores.
Infraestructuras para movilidad sostenible (liderado por CEIT): infraestructura de recarga e infraestructuras inteligentes para CCAM, con cerca de100 profesionales.
CCAM – movilidad cooperativa, conectada y autónoma (liderado por VICOMTECH): reconocimiento del entorno, monitorización interior, posicionamiento preciso, comunicaciones seguras, decisión y control, servicios cooperativos, safety, verificación y validación, con 140 personas investigando.