La estación de tren de Donostia va tomando su forma definitiva poco a poco con un nuevo hito en las obras que se están llevando a cabo para que esta infraestructura acoja trenes de alta velocidad. En este sentido, el Departamento de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco que dirige Susana García Chueca ha avanzado que este viernes, 7 de noviembre, se pondrá en servicio el segundo andén de Cercanías, que está situado más próximo al lado del barrio donostiarra de Egia, así como el vestíbulo soterrado para acceder al mismo.
Si bien uno de los momentos más destacados de esta obra tuvo lugar en enero, cuando los usuarios pudieron volver a acceder tras dos años de trabajo por la puerta principal de la estación, sin tener que dar el rodeo por encima de las vías para entrar por Egia, la apertura del segundo andén y del vestíbulo que tendrá lugar el viernes supone un nuevo avance de consideración. Entonces se habló que a finales de este año la estación podría estar funcionando a plena potencia, pero, de momento, lo que sí es una certeza es que este viernes incorporará nuevos espacios a los 400 metros de superficie que tendrá en su totalidad.
"Provisional"
De momento, los operarios no van a desaparecer de la estación de Atotxa o del Norte, como se conoce a esta infraestructura ferroviaria. La apertura del vestíbulo, de hecho, es "provisional, ya que, según explican desde el citado departamento, "se debe seguir trabajando para completar las instalaciones del hall".
En este sentido, está previsto que este vestíbulo tenga acceso directo desde el paso subterráneo de Egia, que también conecta con la estación de autobuses, de manera que no sea necesario pasar por la puerta principal de la estación que da hacia el río Urumea. No obstante, esto será "en el futuro", ya que, de momento y hasta que sea una realidad, los usuarios tendrán que acceder desde el paseo de Francia para validar los billetes.
Lo que sí que se va a poner en marcha de manera definitiva son las vías destinadas a Cercanías con la apertura del segundo andén, que este lunes han visitado tanto García Chueca como el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, el irundarra José Antonio Santano. Estos responsables políticos han comprobado in situ el nuevo andén, que tiene 210 metros de longitud y una anchura media de cinco metros (oscila entre un mínimo de dos en el área de acceso junto a las escaleras y un máximo de ocho metros).
Se trata del andén que utilizarán los usuarios que cojan el tren de Cercanías en Donostia en sentido Brinkola para desplazarse hacia Andoain, Tolosa, Beasain o Zumarraga, por citar alguno de los destinos. Lo que se encontrarán al acceder a esta vía será un andén cubierto, en su mayor parte, por una marquesina. Este nuevo andén completa el que utilizarán los trenes en sentido Irun, que se sitúa en el lado más próximo hacia el río Urumea.
Seis vías
En total, la remodelada estación de tren va a contar con seis vías repartidas en cinco andenes. Las dos vías de los extremos (exteriores), con un ancho mixto conocido como tercer hilo, son los anteriormente citadas que se dedicarán a los trenes de Cercanías, tanto en sentido Irun (la vía más cercana al acceso principal) como hacia Brinkola (en el lado del edificio de Tabakalera). Mientras que las cuatro vías interiores, que tendrán ancho internacional, se reservarán para la circulación de los trenes de media y larga distancia.
Electrificación de las vías
No obstante, las obras, que ejecuta Euskal Trenbide Sarea a través de una encomienda del Gobierno central, continuarán con la electrificación de las vías y la colocación de la señalización, en la superficie. En las zonas soterradas, por si parte, los esfuerzos se focalizarán en los trabajos arquitectónicos en los vestíbulos de Cercanías y de alta velocidad, así como en sus instalaciones.
La obra, tal y como ha confesado García Chueca, es de "gran complejidad", a lo que hay que sumar la compatibilización de los trabajos con el tráfico ferroviario, con unos "60 trenes" diarios.
De hecho, en el mes de septiembre, por ejemplo, un estudio ha confirmado los efectos que han tenido buena parte de las obras, cuando se cancelaron uno de cada cuatro trenes.
Una vez de culmine la obra, la estación de tren de Donostia acogerá sin limitaciones los trenes de alta velocidad. Pero no es la única que ha sufrido una remodelación. En Irun también las obras avanzan a buen ritmo y en unos meses la nueva estación será una realidad.