La soprano María Bayo cumple cuatro décadas levantando ovaciones en auditorios de todo el mundo. La de Fitero, diva sobre el escenario, es una persona cercana y accesible fuera de él. Al recibir su Hitz Saria 2025 expresó, además de su agradecimiento, su deseo de que ·las música termine salvando al mundo; creo que lo vamos a conseguir porque la música es lo nos que identifica a todos de la misma manera y lo que nos une más universalmente”.
Escuchándole relatar su trayectoria micrófono en mano parece que es sencillo llegar a triunfar en la ópera. “En nuestra tierra ama la música. En cualquier pueblo hay una banda. Yo cantaba con el coro de la iglesia. Luego también en el coro del pueblo de al lado. Siempre estaba vinculada a la música, aunque no sabía verdaderamente que esta carrera era tan complicada y tan difícil hasta que no llegue al conservatorio. Allí me di cuenta, pero seguí adelante”. Además de invitados y personalidades, le escuchaban las voces del coro Kantai, que acaban de actuar ante un gran referente.
María Bayo no cejó a pesar de la dureza del conservatorio por una razón. “Nuestras raíces nos hacen que sigamos a pesar de tantos obstáculos”, aseveró. Y también ayudan a continuar. A pesar de los trenes, las maletas, los aviones, los cuidados que requiere la voz.
Todo eso demanda raíces y algo más. Cumplir la palabra. “Es una profesión que exige mucho compromiso”, reconoció la cantante.
Sin embargo, el arte le ha proporcionado algo que no tiene precio porque no se puede comprar. “El canto me ha hecho, me ha formado. He aprendido idiomas y he aprendido a ser lo que soy en estos momentos. Me he desarrollado como ser humano, que yo creo que es lo más importante; he crecido con la música”, asevero Hitz Saria en mano.