El hijo de 19 años de Juana Rivas ha pedido por carta a "cualquier autoridad competente de España" este jueves que eviten la entrega de su hermano menor, de 11 años, al padre, el italiano Francesco Arcuri, que tiene la custodia, como está dictaminado judicialmente para este viernes en cumplimiento de una resolución de los juzgados de Italia.

El joven se retrotrae en la misiva al verano de 2017 cuando a finales de agosto fue entregado a Arcuri con su hermano después de que Rivas pasara un mes en paradero desconocido con los menores pese a tener que ponerlos a disposición del padre para su traslado a Italia, unos hechos por los que la madre de Maracena (Granada) fue condenada inicialmente a cinco años de prisión.

La madre, condenada a 5 años

La pena fue reducida a dos años y seis meses de prisión por el Tribunal Supremo al considerar que, aunque fueron dos los niños sustraídos, cometió un único delito de sustracción de menores y no dos. Posteriormente un indulto del Gobierno español rebajó la pena de prisión a un año y tres meses y conmutó la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad por una pena de 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad.

En su carta de este jueves, el hijo mayor, ahora residente en el Estado español, señala que entonces no se "defendieron" sus derechos, ni lo "escucharon" y le "entregaron" al padre dando lugar a lo que ha definido en la misiva como "cinco años de abuso y de maltrato" hasta sus 16 años.

Salvar a su hermano pequeño

Posteriormente, "la única verdad" es que desde que cumplió 18 años lucha en los tribunales para "salvar" a su hermano menor en tanto, añade, a su padre "lo juzgarán en Italia en menos de dos meses por malos tratos continuados hacia" ellos "durante años".

"Confío en que lo condenen porque la Fiscalía aporta muchas pruebas irrefutables, necesitamos justicia", señala en referencia al proceso italiano, para el que hay fijada una vista el 18 de septiembre, y, centrándose en la entrega prevista para este viernes, en virtud de lo dispuesto por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada para ejecutar la resolución italiana que mantiene la custodia para Arcuri, pide para su hermano que "no permitan que lo seden y entreguen" como apunta que ocurrió con él "hace ocho años".

Antes de que este viernes se efectúe la entrega de su hermano, de 11 años, al padre reclama que lo escuchen y atiendan "su miedo sin coacciones" para evitar que sea "demasiado tarde". En esta nueva misiva, Gabriel recuerda que en 2017, cuando tenía 11 años, la misma edad que ahora su hermano, tuvo que regresar con su padre. "A partir de ahí fueron cinco años de abuso y de maltrato, hasta que tuve el valor de defenderme a los 16. Eran tan evidentes mis heridas cuando pedí ayuda que ya no podían esquivar la situación: Le quitaron mi custodia a Francesco y le obligaron a devolverme a mi casa, España", señala.

"Antes de que sea demasiado tarde"

Denuncia que ahora, tres años después, su padre "miente" sobre él: "Lo mismo que ya hizo con mi madre", agrega. "Pero la única verdad es que desde que cumplí 18 años lucho en los tribunales para salvar a Daniel. A ese hombre lo juzgarán en Italia en menos de dos meses por malos tratos continuados hacia nosotros durante años", continúa la carta, en la que traslada su confianza en que en el juicio que se celebrará contra él el próximo 18 de septiembre en Italia por presunto maltrato hacia sus hijos, lo condenen, "porque la Fiscalía aporta muchas pruebas irrefutables".

Y concluye: "No permitan que lo seden y entreguen mañana, como hicieron conmigo hace ocho años. Escuchen a Daniel antes de que sea demasiado tarde". Finalmente adjunta un documento emitido en su día por la Fiscalía italiana sobre los delitos por los que en septiembre se sentará en el banquillo, así como el testimonio de Itziar Prats Fernández, "víctima de violencia vicaria y violencia institucional", pidiendo que se tenga en cuenta la opinión del menor, Daniel, "por su integridad".

La entrega, fijada inicialmente para el martes pasado pero aplazada por la juez de Primera Instancia 3 de Granada atendiendo a la petición de los profesionales que lo trataron en el punto de encuentro familiar de Granada, tendrá lugar mañana viernes, según lo acordado por la magistrada, pero en condiciones distintas a las del martes: en un lugar privado y con la única asistencia de los progenitores para evitar "exposiciones innecesarias" como la vivida en aquella ocasión, entre una gran expectación mediática y momentos de tensión que hicieron que el menor rompiera a llorar.