Fernando Etxauri está más que harto de ver pasar los años sin que se dé una solución a “un problema de accesibilidad" por el cual "se está incumpliendo la ley de eliminación de barreras arquitectónicas en instituciones públicas”. Se refiere a la pasarela de Escalerillas, el puente peatonal que une Trintxerpe con Donostia, dentro del espacio territorial de la Autoridad Portuaria de Pasaia (APP).

Este vecino de Trintxerpe, inasequible al desaliento, ha removido Roma con Santiago para hacer llegar su malestar a todas las instituciones posibles. Sabe bien de lo que habla este peluquero jubilado que ha utilizado el puente durante décadas, en sus caminatas diarias de vida profesional, en las que ha sido testigo de todo tipo de situaciones. “Las personas en silla de ruedas, directamente, no pueden pasar por aquí, y quienes vienen con sillas de niños o cestas de la compra lo pasan muy mal. De hecho, durante todo este tiempo he tenido que ayudar a un montón de gente, con la responsabilidad que ello conlleva en caso de que haya un accidente”, denuncia este vecino de Trintxerpe de 72 años.

La pasarela de Escalerillas, que discurre junto a las viviendas de las familias amenazadas de desahucio, permite que los vecinos de Trintxerpe y San Pedro puedan acceder a pie hasta la parada del autobús en dirección a Errenteria e Irun. Para desplazarse hacia Donostia ya cuentan con servicio desde sus propios distritos. Este paso peatonal, a su vez, permite a los vecinos de Oleta trasladarse hasta Trintxerpe, a donde acuden habitualmente para hacer la compra, y donde se desarrolla su vida social. “Estamos hablando de una zona de mucho tránsito, y creo que es un problema de fácil solución que se podría resolver con un ascensor, como se ha hecho en el apeadero de Herrera. Es necesaria una solución de ese tipo que dé una mayor calidad de vida a la gente”, insiste.

La odisea desde San Pedro al ayuntamiento

A la cita con este periódico no ha podido acudir una amiga suya, que se desplaza en silla de ruedas motorizada. La pasarela se convierte para ella en una barrera arquitectónica infranqueable. “Vive en la zona de San Pedro, donde lo tienen aún peor las personas con problemas de movilidad que, como ella, necesitan ir hasta el Ayuntamiento de Donibane. Ella se ve obligada a desplazarse en la silla hasta Herrera, pasar por el nuevo acceso y coger ahí el autobús número 2 para ir hasta San Juan. Una Administración pública que está manejando tanto dinero tendría que intervenir para evitar situaciones así y solucionarlo de una vez”, denuncia este vecino, que lleva desde 2018 reclamando a las instituciones una solución.

Pasarela peatonal de Escalerillas, entre Trintxerpe y Donostia, ubicada en el puerto de Pasaia, está en el punto de mira por su inaccesibilidad Arnaitz Rubio

Lo hace a título personal ya que, según dice, en Trintxerpe no existe un movimiento asociativo en ese sentido “porque la gente está cansada de vanas promesas que quedan en nada”. Así, su peregrinación administrativa comenzó a través de un escrito dirigido a Félix Garciandia, entonces presidente del Puerto de Pasaia. No obtuvo respuesta. Hizo posteriormente una consulta en el Ayuntamiento de Donostia, donde le dijeron que se trataba de un terreno de la Autoridad Portuaria, por lo que el Consistorio nada podía hacer. También se dirigió al Ayuntamiento de Pasaia, obteniendo la misma respuesta.

El amparo del Defensor del Pueblo

Cansado de la situación, el 27 de mayo de 2021 dio registro de entrada a una carta que entregó en mano a responsables de la Autoridad Portuaria. “Según dice la ley, la Administración debe contestar al cabo de un mes, pero transcurrieron dos años de silencio administrativo. Acudí entonces al Ararteko, y me volvieron a decir que eso era España, la Autoridad Portuaria”, por lo que este vecino de Trintxerpe acabó llamando a las puertas del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, a quien le pidió amparo el 5 de febrero de 2023.

La carta surtió efecto. Un mes más tarde, el 17 de marzo, la Autoridad Portuaria le pidió disculpas por no haber respondido antes a su escrito, en el que Etxauri solicitaba una solución. “Le comunico que dicha actuación está incluida en nuestro plan de inversiones, con fecha prevista para su licitación el segundo trimestre de 2023, y finalización de los trabajos para segundo trimestre de 2024”, según le trasladaron entonces desde el Puerto de Pasaia.

“Pues bien, está finalizando el segundo trimestre de 2025, ha transcurrido un año, y aquí no se ha hecho absolutamente nada, seguimos con el mismo problema”, denuncia Etxauri. Este periódico se ha puesto en contacto con la Autoridad Portuaria para conocer el motivo del retraso. Según trasladan desde el organismo público, las previsiones "no se han podido cumplir" debido al inicio de las obras de construcción del centro de envejecimiento saludable Adinberri, que a su vez se han visto condicionadas por la aparición de suelo contaminado con amianto y otros materiales tóxicos. “No se prevé iniciar las obras en la pasarela hasta finalizar la construcción de Adinberri”, señalan las mismas fuentes. El Gobierno foral ha situado la fecha estimada de conclusión de los trabajos “a finales de 2027 o comienzos de 2028”, por lo que la solución al problema de accesibilidad va a tener que esperar.

Ante esa serie de contratiempos, este vecino de Trintxerpe reclama al menos una solución “provisional, porque lo que no se puede es estar cuarenta años así”. A este respecto ha establecido una tercera comunicación con el Defensor del Pueblo, que el pasado 14 de febrero le respondió que ha vuelto a solicitar nueva información a la Autoridad Portuaria, y que le pondrá al corriente de “las actuaciones que procedan”.