La Diputación de Gipuzkoa ha iniciado los trabajos de restauración ecológica de las marismas del Txingudi, en el estuario del Bidasoa, con el objetivo de restablecer la dinámica natural de las mareas.
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha visitado la zona este miércoles acompañada por el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, y ha explicado que la actuación afectará a 2,5 hectáreas de la zona de Jaizubia.
Eliminación de diques y limpieza
Los trabajos consistirán en la eliminación de lezones, los diques que se construyeron para el uso agrícola de la zona, y estructuras artificiales que actualmente limitan la entrada natural del flujo mareal.
También se limpiarán los residuos que actualmente se encuentran depositados en las marismas, como tejados plásticos, depósitos de combustible abandonados, restos de un tráiler y un barco en desuso, entre otros.
La eliminación de cañas de bambú, una especie invasora presente en la zona, y la plantación de otras especies orientadas a favorecer la recuperación ecológica de la marisma completan los trabajos de restauración de este área.
Enclave para las aves
Mendoza ha explicado que recuperar espacios naturales como el de Jaizubia es necesario desde el punto de vista de la "resiliencia frente al cambio climático y el aumento del nivel del mar" y ayudan a "a reducir el riesgo de inundabilidad de la zona".
La actuación requiere una inversión de 785.471 euros, aportada por el Gobierno Vasco y financiada por los fondos destinados a la conservación de la biodiversidad marina en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea-Next Generation.
Las obras reforzarán el papel de Txingudi como enclave para la conservación de aves migratorias. En esta zona se han detectado más de 250 especies de aves, entre residentes, migratorias e invernantes.
Además, la nutria ha vuelto a recolonizar recientemente la zona después de más de medio siglo de ausencia.
San Pablo, la siguiente
La Diputación prevé realizar nuevas actuaciones para restaurar ecológicamente otras zonas de la marisma, para lo que invertirá 1,4 millones de euros destinados a rehabilitar áreas húmedas de alto valor ecológico en Gipuzkoa.
La siguiente actuación será en la marisma de San Pablo, en Jaizubia, próxima al lugar de las obras en curso. Se trata de un espacio que actualmente está aislado por un lezón perimetral y equipado con sistemas de drenaje que permiten evacuar el agua de lluvia.
El objetivo en esta marisma será recuperar la dinámica natural, mejorar los hábitats y fomentar la biodiversidad.