El Gobierno Vasco ha puesto en marcha Lanera, un proyecto cuyo fin es avanzar en el uso del euskera en el mundo laboral y socioeconómico. Se trata de un ámbito clave para el futuro del euskera ya que “destinamos más de 30 años de nuestra vida a trabajar y poder hacerlo en euskera supondrá un salto cualitativo en los hábitos lingüísticos y en el avance del uso de la lengua”, aseguró el viceconsejero de Política Lingüística, Aitor Aldasoro.

El punto de partida da motivos para la esperanza ya que, según la VII Encuesta Sociolingüística, cada vez son más las personas que hablan o se comunican en euskera en el trabajo como consecuencia de la extensión del conocimiento de la lengua. En concreto, en los últimos 30 años el porcentaje de quienes utilizan el euskera tanto o más que el castellano con los compañeros de oficina ha aumentado 11,4 puntos, 7,6 puntos con los y las comerciantes y 7 puntos con el personal bancario. En el ámbito formal público, el incremento ha sido algo superior: de 14,6 puntos en los servicios de salud y de 12 en los servicios municipales.

Arranca Lanera

La idea de este proyecto, en definitiva, es mostrar que el euskera es un elemento más de competitividad como pueblo porque en el trabajo el euskera crea un ambiente cercano y cómodo entre las personas trabajadoras, incidiendo positivamente en su bienestar. Además, dota a las empresas de una identidad especial. Por lo tanto, el euskera también puede aportar mucho a nivel económico y social en el ámbito laboral.

Lanera (Al trabajo) ha arrancado esta semana en Agurain, Murgia, Laguardia y Kanpezu la primera fase de escucha a los 251 municipios. A ella le se seguirán otras cuatro fases más hasta principios de 2026. En junio, el Gobierno Vasco contrastará con todos los municipios las diferentes iniciativas desarrolladas desde los ayuntamientos con el ámbito socioeconómico. De esta manera se generará un mapa de iniciativas en marcha y una selección de las principales prioridades comunes para impulsar el euskera en las empresas.

La viceconsejería se acerca a las instituciones más próximas a la ciudadanía en un intento de afianzar una relación de abajo-arriba. En este sentido, Aldasoro considera que el euskera requiere un “liderazgo compartido y por eso, en la medida en que nos corresponde dirigir la política lingüística del país, creemos que debemos hacerlo con las instituciones y empresas de la mano”.

Desde Kanpezu, el viceconsejero de Política Lingüística afirmó que “cuando el euskera se convierte en una herramienta de trabajo, nacen nuevas oportunidades”. Aldasoro explicó que aumentar el uso del euskera en el ámbito laboral y socioeconómico es uno de los cinco ámbitos prioritarios de actuación marcados por el Ejecutivo para dar “un salto cualitativo” en el uso social del euskera. El resto de ámbitos son el fomento del conocimiento y aprendizaje de la lengua; la presencia en el ámbito digital; las relaciones sociales; y por último, dotar de prestigio a la lengua.

Realidades sociolingüísticas

En fases posteriores se realizará un diagnóstico y se fijarán las prioridades. En este momento se concretarán acciones específicas con empresas en los tres territorios y “se medirá su eficacia con el fin de que sirvan de guía para el resto de acciones, municipios y empresas”, según la viceconsejería. Durante este periodo se trasladarán a las empresas las iniciativas llevadas a cabo teniendo en cuenta la situación sociolingüística de cada comarca. Se les informará de las iniciativas puestas en marcha y los planes de futuro. En la última de las fases, prevista para 2026, se dará a las empresas la posibilidad de adherirse a este nuevo proyecto.