El acuerdo alcanzado entre la Diputación de Gipuzkoa y la Federación de Caza a comienzos de este año cuenta con una serie de medidas para mejorar la seguridad de la ciudadanía como la posibilidad de seguir en tiempo real las batidas, acordonar las zonas con una cinta de balizar y detallar de manera exhaustiva cuáles son las excepciones para permitir la caza en zonas no controladas.
Así lo ha explicado este lunes el diputado foral de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, en Juntas Generales, donde ha detallado que el territorio cuenta con una sobreexplotación de 950 jabalíes como consecuencia de la huelga de cazadores durante cuatro meses. “Con el objetivo de reducir la afección, la Diputación ha utilizado trampas en zonas rurales que han permitido la captura de 250 jabalíes”, ha explicado Arruti, añadiendo que las batidas de cazadores en este tiempo habrían permitido la caza de 1.200 ejemplares.
Sobre la nueva Orden firmada el pasado 30 de enero, el diputado ha detallado de manera exhaustiva las diferentes medidas que se han acordado de manera consensuada con los propios cazadores. Así, a partir de ahora, todos los miembros de una batida deben darse de alta en una aplicación y tienen que informar sobre dónde y cuándo van a realizarla para que sea posible seguirla en tiempo real a través de la página web de la Diputación.
Además, los propios cazadores deberán advertir a la ciudadanía de la batida acordonando la zona con una cinta de balizar y señalizándola con una placa y tendrá que haber un cazador tanto en el primero como el último puesto de caza para avisar a la gente. En caso de que una persona decida continuar su marcha y entre en la zona de la batida, se deberá informar de ello al resto de integrantes para que paren la actividad y se pueda avisar a la autoridad competente para que actúe.
Los cazadores, asimismo, deberán controlar en todo momento la dirección de tiro, la zona de batida y los límites en los que tienen prohibido actuar. Para ello, antes de cada encuentro, los integrantes deberán reunirse en un punto para recordarlos.
Según ha detallado Arruti, estos puntos, además de mejorar la seguridad de la ciudadanía, mejorarán diferentes aspectos de los espacios de caza como el campo de visión y los propios límites. La nueva Orden incluye una delimitación más concreta a partir del trabajo llevado a cabo desde el pasado mes de julio elaborando mapas digitales más detallados que fueron trasladados a los cazadores. En un principio, estos límites fueron rechazados por el colectivo, pero finalmente han sido adaptados a la nueva normativa.
“La caza en Gipuzkoa es necesaria. Los datos de estos meses así lo demuestran. La sobreexplotación de jabalíes es un problema para los animales y los caseríos, pero también para la ciudadanía y para las carreteras”, ha recordado Arruti, al tiempo que ha explicado que la anterior normativa, de 2011, debía ser actualizada, ya que necesitaba una mayor concreción en diferentes apartados y, en este tiempo, el terreno de las zonas autorizadas ha cambiado.
Batidas en zonas no controladas
El nuevo acuerdo incluye una reivindicación de los cazadores como es la de autorizar de manera excepcional batidas en zonas no controladas. Estas operaciones únicamente pueden ser autorizadas por la Diputación cuando existe un interés público detrás para ello y deben llevarse a cabo en caminos no asfaltados en los que la presencia de los animales pueda suponer un peligro para la seguridad de las personas o los vehículos. Para poder ser autorizadas, será necesario realizar un informe técnico que lo acredite, por lo que cada caso tendrá que ser analizado individualmente.
Este punto ha sido criticado por el grupo juntero Elkarrekin Gipuzkoa, que había pedido la comparecencia del diputado de Equilibrio Territorial Verde para que diera cuenta del acuerdo alcanzado con los cazadores, al asegurar que la decisión de autorizar o no las batidas es muy arbitraria. Asimismo, su portavoz, Miren Echeveste, ha puesto en valor el papel que han tenido las trampas para jabalíes en este tiempo y ha denunciado la autorización que se la da a la figura del cazador para impedir en tránsito de personas por los montes. “¿No sería mejor que las batidas se llevasen a cabo junto a la policía o la Ertzaintza para evitar que pase la gente?”, ha preguntado.
Arruti, por su parte, ha indicado que la caza es “un interés público para el equilibrio de especies” y ha recordado la secuencia de acontecimientos de los últimos meses que han derivado en la nueva norma, un acuerdo que ha definido como “un trabajo de colaboración” entre el colectivo y el Ente foral. “Ha sido un trabajo exhaustivo que define con mucho detalle cuándo y dónde se puede cazar”, ha señalado en varias ocasiones.
Este acuerdo se produce tras el fatal accidente ocurrido el 17 de diciembre de 2023 en Deba, donde falleció una mujer de 75 años tras recibir el disparo de una bala perdida de un cazador. A raíz de este suceso, la Diputación trató de garantizar una mayor seguridad en las batidas, lo que derivó en una huelga de cazadores desde el pasado 1 de septiembre. El acuerdo alcanzado ha permitido la apertura de la temporada, que se prolongará hasta el 13 de abril.