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El 30% de la población de 25 a 40 años en Gipuzkoa ya es inmigrante

Sin las llegadas de personas de origen extranjero en las últimas dos décadas, el territorio caería a cifras de habitantes de 1976 y sin embargo marca récords

El 30% de la población de 25 a 40 años en Gipuzkoa ya es inmigrante

Las cuentas son parecidas en Gipuzkoa y Euskadi y se pueden extender al resto de Europa. Sin el flujo positivo de los inmigrantes llegados sólo en los últimos 20 años, nuestro territorio tendría hoy en día la misma población que en 1976: 72.504 habitantes menos, lo que equivale a eliminar de un plumazo todo Irun y Oiartzun juntos.

Las tasas de natalidad han tocado fondo, con 6 nacimientos por cada mil habitantes al año, a lo que se suma una estructura poblacional compleja en el que la inmigración juega un papel clave. A día de hoy, de hecho, casi uno de cada tres residentes de entre 25 y 40 años en Gipuzkoa son inmigrantes. Tres de cada diez, el 30,6% (31,4% en Euskadi y 33,2% en el Estado español). 

Sin las 72.500 llegadas de los últimos 20 años, el territorio habría retrocedido a cifras de 1976 y sin embargo está en récord de habitantes

Son cerca de 35.000 personas entre 25 y 40 años venidas de otros países y que hoy residen en nuestro territorio. Y la cifra se eleva a 43.600 si le sumamos las que tienen entre 20 y 24 años. Gente en plenitud etaria que supone un impulso para un territorio envejecido en el que el 37% de las personas superan los 65 años y que además está perdiendo cada vez más población autóctona. 

NOTICIAS DE GIPUZKOA ha abordado este tema con dos expertos en la materia, la directora del Observatorio vasco de Inmigración (Ikuspegi), Julia Shershneva; y el sociólogo de la UPV-EHU Unai Martín, que explican los factores clave de esta tendencia al alza que ha provocado un saldo positivo de casi 26.000 inmigrantes más en Gipuzkoa en sólo cinco años. El aumento de la población inmigrante es del 35% en ese periodo y del 6,1% en los últimos doce meses.

El porcentaje de personas nacidas en el extranjero es ahora mismo del 13,7% en nuestro territorio. Algo más de 100.000 personas en un mar de 732.000. En 2005, hace exactamente 20 años, la comunidad inmigrante representaba el 4% de una Gipuzkoa que no llegaba entonces a los 685.000 habitantes. 

Pues bien, sin todos los inmigrantes que han llegado desde entonces, estaríamos hablando de una Gipuzkoa que no llegaría a los 660.000 habitantes; sin embargo, hoy estamos en cifras récord: 732.196 personas. Eso, sin meter en la ecuación a los hijos e hijas de los extranjeros llegados en este tiempo y nacidos ya entre nosotros.

El 27% de los 100.465 inmigrantes que residen en nuestro territorio cuenta ya con nacionalidad española

Es cierto que los datos de llegadas de inmigrantes en Gipuzkoa siguen siendo ligeramente inferiores a otros territorios, pero la tendencia es la misma en todas partes. 

Si nos fijamos en los últimos datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este mismo mes, vemos que Gipuzkoa ha pasado en cinco años de tener un 10,2% a un 13,7% de población inmigrante a 1 de enero de 2025; Euskadi, del 10,4% al 14,1%; España, del 14,8% al 19,1%; y Navarra, del 15,8% al 19,7%: uno de cada cinco.

Menos población autóctona

En Gipuzkoa viven actualmente 100.465 personas inmigrantes. De todas ellas, un 27% cuenta ya con la nacionalidad española, mientras que otras 73.415 siguen siendo considerados extranjeros. La gran mayoría provienen de países sudamericanos, aunque si nos atenemos a países específicos, Marruecos sigue siendo el que más suma. 

Gipuzkoa ha pasado de tener un 2% de inmigrantes en 2002 al 13,7% actual; en Euskadi son el 14,1%, 19,1% en España y 19,7% en Navarra

“Lo que estamos viendo es que la población vasca habría bajado sin esa aportación” extranjera, asegura Julia Shershneva, directora de Ikuspegi, el Observatorio vasco de Inmigración:La población autóctona está descendiendo y la tendencia es negativa”.

Pero “sobre todo”, este fenómeno “es importante teniendo en cuenta la estructura de edad. De cara a la economía, es importante que estas personas llegadas estén en edad laboral. Supone un alivio y la gente que ha venido y está llegando es justo la población de ese segmento”, asegura. 

“El de ahora es un flujo migratorio menos masivo y abrupto que el que se produjo en la década de los 60 y 70 del siglo pasado desde la España rural”

Unai Martín . Sociólogo de la UPV/EHU

Tiene su lógica, porque son los jóvenes quienes tienen más capacidad de asumir la crudeza y dureza que entrañan estos traslados. “Sucedió lo mismo el pasado siglo cuando jóvenes vascos decidieron emigrar. Normalmente se enviaba a un miembro de la familia que no tenía cargas familiares. Muchas veces era el hermano mediano que no tenía hijos ni la vida hecha. Funcionaba más o menos así”, explica Shershneva.

El sociólogo de la UPV/EHU Unai Martín cree que se trata de “una situación normal” y elude alarmismos: “Fíjate, nos estamos llevando las manos a la cabeza ahora con un flujo migratorio, cuando tenemos otro mucho más abrupto y de mayor magnitud hace décadas, y algunos todavía somos hijos y nietos de esos inmigrantes que vinieron de zonas rurales de toda España. La mitad de la población vasca actual tiene ahí sus orígenes”. 

Dependencia de la inmigración

Según este experto, “la población crece o no, determinado por lo que sucede con el saldo migratorio; es decir, el balance entre llegadas y salidas. Y la población vasca en los últimos años depende de los inmigrantes”, sentencia. Esto no es nuevo.

En las décadas de los 60 y 70, recuerda Martín, “la población se multiplicó por dos y hoy en día lo que somos, nuestra distribución espacial y nuestro tamaño, es el que es porque pasó eso en esa época. En concreto, porque hubo un flujo migratorio del Estado español que hizo que la población de Euskadi creciera. Hasta tal punto que la población mayor de 30 años en aquella época casi la mitad había nacido fuera de Euskadi. Si no hubiera venido toda aquella gente, la población de la CAV hoy sería la mitad”, señala.

Dependencia de la inmigración

Peso de la población inmigrante en cada grupo de edad

De 0 a 4 años 4%

De 5 a 9 años 8,9%

De 10 a 14 años 10,2%

De 15 a 19 años 12,6%

De 20 a 24 años 21,6%

De 25 a 29 años 29,6%

De 30 a 34 años 31,9%

De 35 a 39 años 30,5%

De 40 a 44 años 25%

De 15 a 49 años 17,3%

De 50 a 54 años 13,1%

De 55 a 59 años 10,2%

De 60 a 64 años 7%

Mayores de 65 2%



Pero, ¿se puede comparar aquel flujo migratorio del siglo pasado desde zonas rurales de España a Euskadi, con el actual que acoge a población inmigrante de países de distintas partes del mundo?

En opinión de Martín, “muy díficilmente”, y subraya dos aspectos: “Aquel flujo migratorio fue mucho más masivo y modificó mucho más la estructura social, económica y urbana del país. Hay zonas en Euskadi en las que se construyeron barrios enteros para alojar a toda esa gente. El de ahora es un flujo migratorio con mucho menos impacto y diferente”, afirma. 

Por el contrario, el propio sociólogo ve un mayor reto en la integración de la inmigración actual, porque la “diferencia entre autóctonos y personas venidas es mucho mayor ahora” que antes: “Yo creo que el proceso de integración fue mucho más exitoso el siglo anterior, aunque hubo sus cosas. Pero culturalmente había menos diferencias que las de ahora, ya que los inmigrantes hoy provienen de entornos culturales mucho más diferentes”.

El reto de la natalidad

Volvemos a Ikuspegi, donde Julia Shershneva analiza este fenómeno migratorio. Reconoce que la entrada de inmigrantes se ha acelerado tras el covid. En Euskadi, en el último año, el número de personas nacidas en el extranjero ha subido un 7%; y un 37% desde 2020.

Son esas llegadas las que están permitiendo seguir batiendo récords de población en Euskadi (2.240.113 habitantes) y Gipuzkoa (732.196). Y también se está poniendo freno a la inquietante caída libre de la natalidad. Con cifras que nos sitúan lejos de las tasas de reemplazo que requieren de 2,1 nacimientos por mujer: estamos en 1,28. La llegada de mujeres de origen extranjero es esencial ahí, ya que un 51,8% de la población inmigrante de Gipuzkoa son mujeres: 52.051.

Pero Shershneva quiere superar las “lecturas erróneas”. Es cierto, admite, que está aumentando el porcentaje de nacimientos de madres extranjeras con respecto a las autóctonas. Pero ello sucede porque esa población migrante femenina en edad de formar familia es la más numerosa, “no porque su tasa de fertilidad sea mayor”. 

“Tenemos muchos inmigrantes en edad de ser padres, pero no están teniendo hijos como los tendrían en su país, porque no pueden”

Julia Shershneva . Directora del Observatorio vasco de Inmigración Ikuspegi

“Lo que está estudiado es que, al final, las personas acogidas no tienen los mismos hijos que tendrían en su país de origen, sino que se adaptan a la pauta del lugar al que han llegado”, añade la directora de Ikuspegi. Entre otras cosas, porque esa población inmigrante “también tiene condiciones más precarias en cuanto a vida laboral, permiso de residencia y tiene los mismos problemas de conciliación. Y eso no favorece”. 

Estructura “descompensada”

La directora de Ikuspegi subraya que “la estructura de edad de la población inmigrante está descompensada”, no sólo por tener una tasa “significativamente más baja” de niños, sino porque también tiene muy pocas personas mayores de 65 años. Según las cifras oficiales, “sólo el 5,5% de ellos tienen más de 65 años, lo que representa un 2% del total de 272.000 guipuzcoanos que a día de hoy superan esa barrera de edad.

La descompensación es evidente: un 30,6% de población de 25 a 40 años y un 4% de 0 a 4 años. Y también son menos del 10% en la franja de 5 a 15 años. Es decir, “tenemos mucha gente en edad de ser padres, pero que no los están teniendo”. Muchos no pueden aún. Están afectados por los mismos factores que el resto de la población” y “no tienen una red familiar extensa como en su país”. Aquí “llegan solos y tienen el mismo problema de conciliación del resto”, dice Shershneva, porque es gente que viene a trabajar. 

¿Dónde trabajan?

El 62,6% de las personas inmigrantes tenían trabajo en 2023 y la cifra aumentará previsiblemente cuando se cierren los datos de 2024: “Estamos viendo la tendencia es que está aumentando la tasa de ocupación y la de paro está bajando”: se sitúa en torno al 14%. Por otro lado, algo más del 22% son personas inactivas, es decir, viven al margen del mercado laboral, señala la directora de Ikuspegi.

El 63% de los inmigrantes están ocupados, pero sus empleos son más vulnerables a periodos de crisis

Los trabajos que ocupan las personas migradas también “tienen su peculiaridad”, explica la directora del Observatorio. “Son empleos especialmente vulnerables ante ciclos económicos desfavorables, en los que el paro aumenta rápidamente”. Y eso llegó a provocar saldos negativos de inmigración tras la crisis económica de 2008, aunque también es un tipo de empleo que “se recupera más rápido”.

¿De dónde vienen?

Casi el 75% de la inmigración que llega a Gipuzkoa y Euskadi proviene de Latinoamérica en la actualidad, según datos de Ikuspegi. En “muchos casos estamos hablando de mujeres con cargas familiares en origen” y que vienen solas a trabajar en limpieza o cuidado de personas mayores, muchas veces como internas. “El 30% de las mujeres de origen extranjero, no está para tener familia”, asegura la directora del Observatorio.

La inmigración “viene de Colombia, Nicaragua, Venezuela, Perú…”; y también de Marruecos, que “es una constante”. La población originaria de este país es la más numerosa en términos absolutos: unas 10.000 personas en Gipuzkoa. Es así por cuestiones históricas, del mismo modo que “los argelinos van a Francia y no a España” por norma general, afirma Shershneva.

Más de la mitad de la población inmigrante de Gipuzkoa son mujeres (51,8%), la mayoría procedentes de países latinoamericanos

Pero es llamativo el caso de la población nicaragüense. “Empezaron a llegar en 2015” por la situación de su país, y, “de ser intrascendente, han pasado a ser el segundo origen en Gipuzkoa”: unas 10.000 personas de las 17.000 que hay en Euskadi de ese país. 

Al principio, “el 87% de las que llegaban eran mujeres”, cifra que fue reduciéndose progresivamente hasta darse la vuelta hoy. La inmigración procedente de Colombia, por el contrario, que es la que más está subiendo en términos porcentuales ahora, tanto en Gipuzkoa como en Euskadi, presenta un “mayor equilibrio por sexo”.