El lunes presentan EHU en Chillida Leku, la nueva imagen de marca de la Universidad del País Vasco. ¿Por qué han decidido cambiar la identidad corporativa?
—Por distintas razones. En primer lugar, por la modernización de la propia marca a nivel visual. Junto a esto, desde hace bastante tiempo arrastramos una preocupación relacionada con la denominación de la propia universidad, con las siglas, que nos ha llevado en a confusiones con la Universitat Politècnica de València (UPV). Consideramos que la imagen visual de marca, y no el nombre oficial que seguirá siendo el mismo, por ahora, podía contribuir a evitar ese tipo de confusiones poniendo énfasis allí donde no puede haber la confusión: en el EHU. Será una marca visualmente más impactante porque realza más aún el icono diseñado por Chillida que simboliza el Árbol de Gernika y al mismo tiempo el Árbol de la Ciencia Barojiana junto al lema foral eman ta zabal zazu de Iparragirre, que es nuestro autogobierno. Estamos muy orgullosos del resultado y esperamos que le guste a todo el mundo.
Dice que el cambio no afectará al nombre oficial de la universidad, “por ahora”. ¿Piensan cambiarlo en el futuro?
—No, pero para cambiar el nombre sería necesario proceder a un cambio de estatutos, incluso a un cambio de la ley de universidades del sistema vasco. En este momento estamos preocupados en la marca. Luego, cuando tengamos que discutir los estatutos, ya veremos. Pero nunca prescindiremos del nombre en castellano porque tenemos muy claro que somos una universidad bilingüe en un entorno bilingüe.
La eliminación del acrónimo en castellano (UPV) ha levantado suspicacias en ciertos sectores ven en la decisión una intención de imponer una suerte de supremacía del euskera. ¿Comparte esta crítica?
—Evidentemente no, porque si la compartiera no habríamos dado este paso. Estamos hablando del impacto visual de la marca y no de la denominación de la universidad, que siempre será una bilingüe. En este sentido, no puedo más que reiterar que estamos haciendo un cambio visual de la marca que la universidad había iniciado hace por lo menos 15 años al usar EHU en el nombre de algunos de los productos de la tienda oficial o en foros como EHUkultura o EHUgune, por ejemplo.
Precisamente, la situación del euskera en la Facultad de Medicina ha provocado un choque institucional inédito con el Departamento de Salud, que le acusa de incumplir de “forma unilateral” la ampliación de 40 plazas acordadas con la exrectora Eva Ferreira. Es más, el consejero Martínez afirmó que ustedes tienen “una obligación moral” con la sociedad vasca por el déficit de personal sanitario que sufrimos. No sé si se ha reunido ya con el consejero para reconducir esta situación porque entiendo que a ambas instituciones les interesa solucionar el tema.
—Pues efectivamente, comienzo por el final, tanto la universidad como el Gobierno vasco –los departamentos de Salud y el de Ciencia, Universidades e Innovación– estamos interesados, empeñados y comprometidos en conseguir que haya el máximo número de plazas en euskera y también médicos y personal sanitario euskaldun que sean capaces de atender a las necesidades de la sociedad vasca en los dos idiomas. En ese sentido, haremos un esfuerzo por nuestra parte, correspondido del Gobierno vasco, para asegurar que conseguimos el máximo número de plazas en euskera en la Facultad de Medicina. El máximo posible dentro de los límites de nuestras posibilidades y de las posibilidades del Gobierno vasco.
¿Se han reunido ya con Salud?
—Sí, hemos tenido una reunión hace dos semanas y otra hace tres semanas más o menos.
¿Y?
—Y, evidentemente, hemos coincidido en el análisis, en el diagnóstico y en la necesidad de conseguir el objetivo de ofertar el mayor número de plazas en euskera posible, siempre asegurando unas condiciones de espacio y de condiciones óptimas de calidad equiparables a las de las plazas de castellano.
¿Y qué han acordado de cara al próximo curso?
—Pues estamos estudiando la posibilidad de aumentar el número de plazas ofrecidas y estamos analizando cuál es el número óptimo y máximo que podemos ofrecer consensuado por ambas partes.
Ustedes proponen 16 plazas, Salud 40 y la matrícula se va a abrir dentro de unos días. Los estudiantes necesitan más claridad porque se están jugando entrar en este grado tan demandado por cuestión de centésimas. ¿Van a aumentar las plazas el curso que viene?
—Pues habrá un aumento de plazas. Serán más de las 16 que habíamos previsto inicialmente, pero no estoy en condiciones de asegurar exactamente cuántas plazas más. Serán el máximo de plazas que podamos ofrecer y vamos a intentar conseguir ese objetivo cuanto antes. Es posible que eso requiera ciertas reformas, obras e infraestructuras para acondicionar la capacidad de las aulas. Por eso, en este momento, no soy capaz de confirmar exactamente cuántas plazas más habrá el próximo curso.
¿Cuándo comenzarán esas obras?
—Cuanto antes, lógicamente, tenemos que trabajar contra reloj.
Para quien aún no entienda el rifirrafe, ¿cuál es el problema que hay con la enseñanza de Medicina en euskera?
—La organización y planificación en una facultad de Medicina no equivalen a las de otras facultades. No siempre es fácil encontrar profesorado euskaldun en las unidades docentes de los hospitales, como tampoco lo es en castellano. Esto requiere una planificación muy detallada si se quiere conseguir hacer esa oferta docente en condiciones de calidad y de respeto hacia las personas pacientes. El problema no es tanto los que comienzan en el primer ciclo, aunque también es necesario acometer importantes reformas en las aulas; el problema viene a partir del segundo ciclo con las prácticas clínicas. No siempre se puede garantizar la existencia de profesorado que sea capaz de impartir esa docencia en euskera, que es el objetivo. No vamos a crear plazas en euskera para hacer la oferta docente en castellano, porque para eso ya existe la línea en castellano. Muchas veces, la gente no es consciente de lo complejo y de la planificación que requiere. Y hay que hacerlo con el máximo consenso a nivel de facultad, a nivel de instalaciones y del tiempo disponible del personal médico que está trabajando en los hospitales. Conseguir ese máximo número de plazas es nuestro empeño, nuestro compromiso y contamos también con el compromiso del Gobierno.
Me imagino que han puesto sobre la mesa de Salud cuántos profesionales sanitarios para las unidades docentes con C1 necesitan.
—Pues en eso estamos, estamos haciendo los cálculos y estudiando cuál es la disponibilidad y eso es algo que compete también a Salud, que tiene que garantizar esas condiciones.
En el Parlamento comentó que una de las opciones podría ser incentivar a los profesionales sanitarios con C1 para que se animasen a tutorizar las prácticas clínicas ¿Salud les ha expresado que está abierto a esta posibilidad?
—Pues sí, esto es parte precisamente de esta planificación que queremos hacer.
¿El alumnado de cuarto que en setiembre comience las prácticas clínicas tendrá garantizado su derecho a estudiar en euskera?
—Pues eso es lo que queremos conseguir también. Evidentemente, estamos hablando de conseguirlo de forma planificada porque en este momento no lo podemos asegurar al 100%. En Donostia, por ejemplo, hay más posibilidad de estudiar prácticamente la totalidad de la carrera en euskera. En Bizkaia, en algún hospital, posiblemente es más fácil pero tampoco es el 100%. Y en Txagorritxu no existe esa posibilidad. Pero yo haría una lectura positiva porque estamos empeñados en resolver junto a Salud un problema que no se va a resolver de hoy para mañana al 100%, pero vamos a poner todos los mecanismos para que esto se vaya resolviendo y al final repercuta en la sociedad vasca que es la que necesita más médicos, también más médicos euskaldunes.
“Nunca prescindiremos del nombre en castellano porque tenemos muy claro que somos una universidad bilingüe en un entorno bilingüe”
¿Cómo van las obras de la Facultad de Medicina de Basurto?
—No sabría comprometerme a dar una fecha. Nos gustaría que dentro de dos años pudiéramos empezar a hacer el traslado, pero no soy capaz de comprometerme porque muchas veces con la cuestión de las obras uno tiene ciertas expectativas y la mayoría de las veces se ven frustradas. Ojalá pueda ser así, pero si no es así que no sea porque no lo estamos intentando.
Avanzó en el Parlamento que abrirán una Clínica Social Odontológica en el centro de Bilbao. ¿Plantean también trasladar el Grado de Odontología de Leioa a Basurto?
—Estamos estudiando cuál es la mejor solución para conseguir que la docencia en Odontología y las prácticas puedan hacerse en las condiciones óptimas. Lógicamente si la Clínica Odontológica Social va a estar ubicada en Bilbao no tiene absolutamente ningún sentido que la docencia de Odontología se quede en Leioa.
¿Y dónde irá?
—Es lo que tenemos que estudiar para asegurar la máxima eficiencia. Pero por ahora es demasiado prematuro decir dónde va a estar ubicada.
“No sabría dar una fecha de apertura de la Facultad en Basurto, porque uno tiene ciertas expectativas y la mayoría de las veces se ven frustradas”
Creo que la semana pasada se reunió con el alcalde de Bilbao. ¿Hablaron de la clínica?
—Este tema está siendo coordinado lógicamente entre el Ayuntamiento de Bilbao y la universidad. Yo creo que vamos por una buena dirección para conseguirlo. Estamos intentando que sea en el lugar más asequible lógicamente para los potenciales clientes.
El anterior intento de traslado fue en la zona de Bilbao La Vieja. ¿Siguen con el mismo plan?
—No te sabría decir ni comprometerme a una ubicación concreta, porque es parte de la conversación con el Ayuntamiento, pero posiblemente se anuncie en algún momento no demasiado alejado en el tiempo.
¿Le trasladó a Juan Mari Aburto en ese encuentro sus planes para Zorrotzaurre?
—Hemos compartido con el Ayuntamiento la conveniencia y la necesidad compartida de que la Universidad del País Vasco esté presente en Zorrotzaurre. Si el Ayuntamiento de Bilbao quiere trasladar la idea de la isla como una ciudad de las ciencias y el conocimiento, creemos que es fundamental que la principal institución académica y científica del país esté presente en este proyecto.
Llevamos hablando de la expansión a Zorrotzaurre una década, pero a 2025 no hay nada claro. ¿Es por falta de financiación? ¿Por qué no quieren hablar de un plan concreto?
—Seguramente, porque es un proyecto que implica a distintas instituciones y es necesario aunar consensos. Nuestra financiación depende en gran medida del Gobierno vasco y estamos convencidos de que entiende y comparte la importancia de este proyecto. Ahora es cuestión de ir concretando exactamente qué tipo de proyectos pueden ir ahí y trabajar ese consenso entre EHU, Gobierno, Ayuntamiento e idealmente la Diputación de Bizkaia.
¿Esta indefinición responde a que el esfuerzo inversor de Lakua está comprometido hasta dentro de varios años en el Polo Sanitario de Basurto, más los 20 millones hasta 2028 para la Facultad de Medicina de Donostia?
—Creo que las prioridades están marcadas, pero no son incompatibles. Ahora estamos hablando de la necesidad de una ubicación en Donostia, donde hay problemas por falta de espacios importantes que hay que resolver. Y al mismo tiempo, estamos hablando de la apuesta estratégica para crear esa ciudad de las ciencias en Zorrotzaurre. No son planes incompatibles, tienen ritmos distintos y necesidades que atender a un ritmo distinto. Y creo que se pueden llevar los dos objetivos sin mayor dificultad, siempre que haya una apuesta financiera por ellos.
Los estudiantes se fijan cada vez más en la disponibilidad de una vivienda asequible antes incluso que la nota de corte a la hora de elegir ‘uni’. ¿Cómo están mejorando este problema?
—Tenemos el proyecto de ampliar el número de plazas de residencias, pero el residencial es un problema de la sociedad que afecta a todos los municipios, sobre todo a las capitales. Ahí hay un problema que trasciende las distintas iniciativas que podamos ir tomando para mejorar la oferta, el problema de la ausencia de vivienda de calidad en condiciones asequibles. En ese debate la universidad tiene que estar y quiere estar. Pero por otra parte está la necesidad más imperiosa de ir ofreciendo más plazas de residencias universitarias y en eso estamos en los tres campus. No siempre es fácil, pero es el empeño, es nuestra voluntad, y en eso estamos trabajando.
¿En qué se va a traducir ese empeño?
—Se va a traducir en un aumento de las plazas de oferta de residencia con la creación de nuevos edificios en Donostia y en el Campus de Bizkaia y, seguramente, también en el campus de Araba. En el caso de Bizkaia, la idea es construir la residencia en el campus de Leioa. Pero esta apuesta tendría que ir acompañada también de una política de transporte eficaz que facilite el acceso a los campus, sobre todo el transporte intercampus. Y el acceso a Leioa todavía está pendiente de mejorar en accesibilidad, frecuencia de las rutas y de horarios.
“El acuerdo sindical para mejorar la situación de los sustitutos es un logro de la universidad, no es un logro personal, ni del equipo rectoral”
¿Diría que el desbloqueo de la situación precaria del profesorado sustituto ha sido su mayor logro al frente del rectorado estos meses?
—Ha sido el cumplimiento de una promesa electoral. Nosotros estábamos convencidos de que era posible realizar una interpretación de la LOSU que permitiera una contratación a tiempo completo del profesorado sustituto. Esto no quiere decir que el profesorado sustituto sea nuestra apuesta estratégica, nuestra apuesta estratégica es consolidar plazas estructurales que tengan una duración en el tiempo que sean consolidadas. Pero mientras tanto, siempre vamos a tener la necesidad de sustituir y para eso pensamos que las condiciones de contratación de este profesorado tienen que evitar las condiciones de precariedad que existían con las contrataciones a tiempo parcial. Ha sido posible gracias a un acuerdo compartido con una mayoría aplastante, aunque no total, de los sindicatos. Por eso consideramos que es un logro de toda la universidad, no es un logro personal, ni del equipo rectoral.
¿A cuántos profesores y profesoras les va a afectar este cambio de curso que viene?
—Tampoco es fácil dar una cifra absoluta pero nosotros consideramos que habrá en torno a unas 200 personas que puedan beneficiarse.
Tendrán el aval jurídico perceptivo, ¿no?
—La LOSU no impide lo que estamos haciendo. La LOSU impide que una persona contratada como profesorado sustituto se dedique a tareas de investigación y de gestión no relacionadas con la docencia. Eso es lo único que dice la LOSU. Por lo tanto, no entra a valorar si esto se traduce en el tipo de contrato o qué tipo jornada, si es parcial o a tiempo completo.
¿Teme que algún sector pueda recurrir?
—Es posible que haya algún sector, pero no comprendo muy bien con qué motivación querría eliminar esa posibilidad de contratación. Nosotros consideramos que esa posibilidad es de justicia y es necesaria. Y si hay algún sector, algún grupo, algún colectivo, algún sindicato que considera que ese acuerdo no es beneficioso o que considera que vulnera la LOSU, cosa en la que nosotros discrepamos en profundidad, ellos o ellas sabrán por qué entablan los recursos.