La Ertzaintza detuvo ayer a dos mujeres docentes de un centro educativo de Donostia investigadas por una supuesta agresión sexual a una menor. Los arrestos se practicaron a primera hora de la mañana en Hondarribia y Donostia, lugares de residencia de las educadoras presuntamente implicadas en estos hechos. El caso se encuentra bajo secreto de sumario y ayer estaba previsto que las arrestadas pasaran a disposición judicial.
La actuación policial se inició tras la denuncia interpuesta por una supuesta agresión sexual a una menor de cuatro años usuaria de este centro que sigue un modelo pedagógico al margen de la educación pública y concertada, hechos que fuentes cercanas al caso señalan como "muy graves".
Las arrestadas fueron trasladadas ayer por la mañana a comisaría mientras agentes de la Ertzaintza desplazados al centro educativo en una furgoneta policial procedieron al cierre y custodia de este espacio mientras se tomaban evidencias, ya que los hechos ocurrieron supuestamente en el interior del inmueble. Según informaron fuentes del caso, las dos detenidas quisieron estar presentes en el local mientras se llevaba a cabo la inspección ocular, tras lo cual regresaron a dependencias policiales, a la espera de pasar a disposición judicial.
Investigación del delito
El hecho de que la presunta víctima sea menor de edad exige actuar con todas las garantías, según informan fuentes de la investigación. La regla general es que en la fase de instrucción (o fase de investigación del delito), los testigos acudan a sede judicial a prestar declaración cuando son llamados para ello. Posteriormente, finalizada dicha fase y siempre que se acuerde la celebración de juicio, lo normal es que vuelvan a comparecer ante el Juzgado para declarar en el acto del juicio.
Sin embargo, esta regla general sufre variaciones cuando la víctima del delito es menor de edad. Así, en este caso es presumible que la declaración se practique en instrucción como prueba preconstituida a través de un equipo psicosocial, de tal manera que la víctima no tenga que volver a hacerlo durante el juicio oral.
La actuación policial sorprendió ayer por la mañana a las familias que acudieron al recinto escolar con sus hijos e hijas, y que se vieron obligadas a regresar a casa. El centro rehusó ayer hacer declaraciones. Según figura en la página web de este espacio escolar -al que acuden menores que todavía no se encuentran en el sistema educativo- se trata de “una escuela libre” con un proyecto pedagógico dirigido a alumnos de entre tres y seis años, cuyo motor es el aprendizaje “a través del juego desde el placer y la curiosidad intelectual”.