Los datos siguen evidenciando la importancia del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia. Si bien es cierto que en los últimos años se ha logrado que la mujer tenga más presencia en el que hasta ahora era un sector muy masculinizado, lo cierto es que todavía ciertas carreras universitarias relacionadas con la Ciencia siguen teniendo rostro de hombre. En diciembre de 2015 la Asamblea General de Naciones Unidas decidió que un día del año debía reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la Ciencia y la Tecnología. Esta fecha sería el 11 de febrero. Desde entonces ha crecido la relevancia del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Así, el próximo día 11 se celebrará una nueva edición de esta jornada, siendo una oportunidad para analizar la situación de las carreras STEAM en la UPV/EHU. Según el último informe elaborado por la universidad pública vasca, el área de Ingeniería y Arquitectura es una de las carreras con menor presencia de mujeres, inferior al 30% en todos los cursos académicos analizados. Se constata una fuerte segregación entre áreas de estudio de la UPV/EHU: Ciencias de la Salud es una rama fuertemente feminizada, con un alto porcentaje de mujeres en los estudios de grado, seguido de Artes y Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas. En el área de Ciencias también hay más mujeres, pero en un porcentaje más acorde con los datos globales. El área con menos presencia de mujeres es ingeniería y arquitectura con un 30,99%, mecánica con un 17%, automoción (17%), ingeniería informática (16%), telecomunicaciones (23%) e ingeniería electrónica (16%).

Según la UPV, el pasado año confirmó que se corrobora, por tanto, la existencia de una brecha de género entre las distintas disciplinas que oferta: en las relacionadas con la Salud, la Educación y las Ciencias Sociales las mujeres son mayoría, mientras que en las vinculadas a la Ciencia, la Tecnología y las Ingenierías siguen siendo minoría. “Por tanto, todas las personas deben sentirse interpeladas a preguntarse el porqué de esas diferencias. Y sigue siendo necesario conmemorar el Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia y sobre todo trabajar durante todo el año para ir revirtiendo dicha brecha”, subraya la universidad

Con ese motivo, la ya exrectora de la universidad pública vasca y delegada de Igualdad de Crue-Universidades, Eva Ferreira, afirmó lo siguiente: “Esta celebración es una llamada de atención, una acción reivindicativa dirigida a romper barreras y estereotipos, en la que aprovechamos para incidir en el papel de las mujeres en la ciencia. Porque una forma de romper estereotipos es mostrar las aportaciones femeninas que, a lo largo de la historia han sido muchas, a pesar de haber vivido prohibiciones, dificultades y el castigo añadido de la invisibilidad. Celebrar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia supone, por tanto, un paso todavía necesario para alcanzar la igualdad en nuestra sociedad”.

En este mismo sentido, “los datos de mujeres que estudian titulaciones STEAM en la UPV/EHU, similares a los de otras universidades estatales, evidencian la existencia de sesgos de género que tienen su origen en los roles culturales sobre lo femenino y lo masculino”, explica la directora para la Igualdad de la Universidad Elena Leiñena.

Testimonio

Ana María Muñoz Mateo es de Los Palacios y Villafranca, un pueblo de Sevilla y tiene 24 años. Se graduó en Química por la UPV/EHU en 2022 y en 2023 finalizó sus estudios de máster en Química Aplicada y Polímeros por la misma universidad.

Desde setiembre de 2024 realiza su tesis doctoral en Química en la compañía guipuzcoana Polymat. Su elección académica contribuye a paliar esa estadística tan gravosa desde el punto de vista del género. Muñoz Mateo no es consciente de ningún tipo de desigualdad y agradece el camino recorrido de todas las mujeres que le han precedido: “Sinceramente, no soy consciente de ello porque siento que las mujeres de generaciones anteriores ya nos han aplanado bastante el camino y, aunque sigue habiendo muchos cambios que conseguir, la presencia e impacto de mujeres en la ciencia es cada vez más notable. Esto nos anima a nosotras y a generaciones posteriores a seguir sus pasos y a continuar acercándonos más a la igualdad en nuestro ámbito, algo de lo que me enorgullece formar parte”.

Prosigue diciendo que “en mi caso, tanto durante la carrera como con el máster, los estudiantes estábamos muy igualados, por lo que en este aspecto no se reflejaba la desigualdad. Donde sí veía diferencias era en el manejo de altos cargos, ya que prácticamente todos los jefes de grupo eran hombres. Hoy en día he de decir que esto ha cambiado, y cada vez hay más grupos dirigidos por mujeres. La persona que me dirige la tesis, por ejemplo, es una mujer”, confiesa orgullosa.

También añade que “nunca me han dicho directamente que es un mundo de hombres, pero es algo que piensas ya que la mayoría de referentes científicos de los que se habla o te enseñan cuando estudias son hombres”. “Aun así, yo tenía claro lo que quería estudiar y creo que en parte también me animó que la persona que me enseñaba química tanto en la ESO como en bachillerato era una mujer”.

Síndrome de la impostora

Debido a su experiencia, anima a todas las estudiantes a que prueben alguna carrera relacionada con las ciencias: “Lo primero que les diría si les gusta la ciencia es que confíen en sus capacidades. Muchas mujeres, entre las que me incluyo, han sufrido alguna vez el síndrome de la impostora por creer que no se merecen sus propios logros. Somos más que capaces y quien más tiene que confiar en ti eres tu misma. Por otro lado, también les diría que es bonito poder contribuir a la igualdad en la ciencia y poner nuestro granito de arena para mejorar el mundo. Lo que más me gusta de mi carrera es también lo que más cuesta arriba se me hace. Siempre hay todo un mundo por explorar en la investigación, miles de variables que probar, lo que por un lado te abre muchas puertas y te permite jugar, pero a la vez puede llegar a ser frustrante y llevarte a parones en los que ya no sabes por dónde tirar”.

Tanta es su pasión, que esta joven tiene claro cómo quiere trazar su futuro: “Me gustaría seguir dedicándome a la química, poder llevar mi propia línea investigación con polímeros y seguir contribuyendo a mejorar el mundo, tanto con logros científicos como con la igualdad en la ciencia”.

Muños Mateo tiene referentes femeninos. “Me gusta mucho y admiro a Margarita Salas no solo por su aportación a la ciencia sino por cómo afrontó y rompió con los esquemas de la mujer en la ciencia en su época. Y, aunque no es científica, lo siento, pero no puedo no pensar en mi madre cuando leo mujer y referencia. Ella es mi gran referente por ser una mujer independiente, luchadora y trabajadora, y mi mayor apoyo cuando decidí dedicarme a la ciencia”, concluye.

Conclusiones

Según las conclusiones principales de los últimos estudios elaborados por la UPV, existe una brecha de género entre las disciplinas. Así, en las relacionadas con la salud, la educación y las ciencias sociales las mujeres son mayoría y, al contrario, en grados vinculados a la ciencia, la tecnología y la ingeniería están en minoría. Este debate se debe extender a toda la comunidad universitaria y también a la sociedad en su conjunto, ya que la elección de los estudios es fruto de muchos factores culturales y sociales. Los datos de egreso muestran la infrarrepresentación de las mujeres en grados relacionados con la ciencia, la tecnología y la ingeniería (STEAM), lo cual tiene un gran impacto en su carrera profesional.