Aun mes de la Navidad, muchos de los precios que se encuentran en carnicerías y pescaderías de Gipuzkoa se preparan para una subida “muy difícil de cuantificar”, pero que nadie duda que llegará. Ante esta situación, a muchas familias no les queda otra que adelantarse, comprar y congelar la comida –y de paso los precios–, y ahorrarse con ello hasta la mitad en según qué carnes, como el solomillo de ternera, o dar con cifras “asequibles” en pescados como las que tienen ahora el sapo o el besugo.

Los precios que estos días se pueden encontrar en el Mercado de la Bretxa de Donostia poco tienen que ver con los que se vislumbrarán en tres o cuatro semanas. Solomillos por debajo de los 40 euros, corderos a en torno 20 euros, merluzas de dos kilos también por 20 euros o rodaballos que se sitúan entre los 30 y los 45 euros son grandes oportunidades para muchos bolsillos. “Y eso que ya se nota algo la subida, pero aún así ya llevamos un tiempo con precios más altos de lo normal”, avisan varios tenderos.

Los precios en las pescaderías aguardan a dispararse en unas semanas. Iker Azurmendi

En el caso de los pescados, los precios dependen mucho de la pesca. Si en las próximas semanas hay buen tiempo, por ejemplo, el precio del calamar puede ser hasta mejor, pero en el resto no”, afirma Ion Sarriegi, de la pescadería Oinader, en La Bretxa. Muchos de sus clientes parecen estar al tanto de ello, ya que como apunta, por ahora no hay tanto movimiento en lo que se refiere a comprar a un mes vista. “Se coge, sobre todo, calamar y rape. Pescados que se puedan cocinar y congelar sin que pierdan el sabor. También hay gente que ve al precio al que está ahora el besugo y lo aprovecha”, añade.

Más allá del sapo y el calamar, la merluza y el marisco, principalmente los langostinos y las almejas, siguen siendo los platos estrella en lo referente a pescados para estas fechas. En estos momentos, aunque comprar una merluza “es como ir a comprarse un coche de todos los tipos que hay” y cada una tiene un precio diferente, una de pincho de dos kilos ronda los 20 euros, mientras que una de tres kilos o más se puede encontrar por 25 euros. En caso de buscar algo más económico, es posible dar con precios más bajos en merluzas de arrastre. 

"Se coge, sobre todo, calamar y sapo. Pescados que se puedan cocinar y congelar sin que pierdan el sabor"

Ion Sarriegi - Pescadería Oinader de La Bretxa

Un rodaballo, por su parte, “ideal para familias de dos o tres personas”, se puede adquirir por entre 30 y 45 euros, mientras que el kilo de almejas finas se halla a 60 euros y la de cultivo a 30 euros. “Pero depende de lo que se quiera gastar cada uno, hay muchas posibilidades. Antes no era habitual comer merluza durante el resto del año, por lo que se cogía más. Ahora, en Navidad la demanda es tan grande que no es que estén los mejores productos”, desvela Sarriegi, para quien, entre risas, el mejor plato para estos días es “huevos fritos con chorizo”.

Para una familia pequeña de pocos miembros puede estar bien comprar un rodaballo, pero para grandes comidas no, aunque entiendo también que al juntarse toda la familia haga ilusión y se quiera comprar”, comenta. Sobre estas grandes comilonas, una ausencia cada vez más habitual: las angulas. “Ya no tiene nada que ver con las que se vendían antes. Que venga alguien preguntado por ellas es muy raro”, puntualiza.

Las reservas de última hora

En cuanto a las carnes, aunque todavía hay quien es previsor y acude con varias semanas de antelación a las carnicerías, cada vez más personas lo dejan todo para última hora. “Antes, desde la primera semana de noviembre te venían las amonas para pedirte cabrito o solomillo para Navidad, pero ya no. La clientela se ha relajado mucho y los jóvenes no le dan tanta importancia a pedir las cosas con tiempo”, asegura Ángel Martínez, carnicero de Endika Harategia, en el barrio donostiarra de Egia, donde también preparan menús cerrados para estas fiestas.

Ángel Martínez, carnicero de Endika Harategia. Arnaitz Rubio

De hecho, por el momento está siendo tan poco el movimiento que esta misma semana se ha visto en la obligación de colocar carteles en los escaparates para recordar que ya es posible hacer las reservas de Navidad. “Luego pasa que te vienen la misma semana de Nochebuena a pedirte algo y no tienes o lo consigo a precios mucho más elevados”, indica, asegurando que esta tónica no es solo vinculante a estas fechas. “El ritmo de las ventas ha cambiado. Cuando abrimos en 1987, la semana iba de manera ascendente y lo que trabajabas el lunes no tenía nada que ver con lo que trabajabas el viernes. Ahora ya nada es previsible”, agrega.

“Antes las amonas te venían la primera semana de noviembre, ahora la clientela se ha relajado”

Ángel Martínez - Carnicero de Endika Harategia

Esta realidad es un gran problema para los carniceros, que ya no pueden adelantarse y comprar unos productos que seguro van a despachar. “Puedo prever cosas como panceta o costillas, pero otros no. No puedo pedir doce corderos, por ejemplo, porque igual luego me los tengo que comer yo”, apunta entre risas. De igual manera, también le es imposible determinar a qué precio se encontrará cada alimento en unas semanas. 

“Es una lotería. Un solomillo ahora te lo puedo estar cobrando a 31 euros el kilo, pero la semana de Navidad te puede costar fácilmente 45 o 47 euros”, asegura. Más ejemplos: las chuletas pueden encontrarse con una diferencia de tres o cuatro euros por kilo y el cordero, únicamente por encargo, puede rondar los 20 euros. “Y eso que esta semana ha bajado tres euros, porque la anterior estaba casi a precio de Navidad”, asegura.

Muchas carnicerías recogen encargos para Navidad. Arnaitz Rubio

A estos habituales en la mesa hay que sumar los que son casi impredecibles, como las carrilleras de ternera, un plato que “se puso de moda hace dos años y todo el mundo las quería”, o “el pavo enorme, de quince quilos” que le pide un cliente americano cada año por Acción de Gracias. “El consejo que doy siempre es que vengan con tiempo. Es la única manera de garantizar que vaya a poder conseguir lo que quieren”, asegura este carnicero, que no tiene reparos en ayudar “a los muchos jóvenes que vienen a preguntar”. “Trato de darles los consejos que he oído en estos años en la carnicería sobre cómo cocinar la carne y, si no, les digo que se pongan un tutorial en Youtube”, bromea.

Precios


CARNES

Chuleta. 29,90 euros/kilo.

Cordero. 17,99 euros.

Chuletillas. 21,99 euros/kilo.

Solomillo vaca. 26,99 euros/kilo.

Solomillo ternera. 33,99 euros/kilo.


PESCADOS

Merluza de dos kilos. 20 euros.

Merluza de tres o más kilos. 25 euros.

Almeja. 60 euros (finas) y 30 euros (de cultivo).

Rodaballo. Entre 30 y 45 euros.

Lubina. 25 euros/kilo.

Besugo. 55 euros/kilo.

Kokotxa merluza. 70 euros/kilo.