Las esquelas son mucho más que simples anuncios de fallecimiento; son pequeños homenajes que reflejan los vínculos y el legado de una persona. A continuación, exploramos cómo han evolucionado las necrológicas, desde sus orígenes, pasando por su presencia en la prensa y en murales públicos, hasta su adaptación al mundo digital, y cómo siguen siendo un pilar esencial en la forma en que despedimos y recordamos a quienes ya no están con nosotros.
Comunicar el deceso
Las esquelas son avisos que se publican en prensa, en medios digitales o en murales públicos para comunicar el fallecimiento de una persona. Incluyen datos del fallecido como su nombre completo y edad, familiares que desean comunicar el deceso, y detalles de la ceremonia de despedida, como el lugar y la hora donde se celebrará el funeral, para que los interesados puedan asistir y despedirse del difunto.
Adicionalmente, en ocasiones, contienen mensajes personalizados de familiares o allegados. Además, y como curiosidad, cabe destacar que la costumbre de incluir una fotografía del fallecido está especialmente arraigada en Gipuzkoa y en toda la zona norte del Estado, cosa que no ocurre en otros territorios.
Orígenes de las esquelas
En definitiva, publicar una esquela es una forma de rendir homenaje al fallecido y de invitar a la comunidad a unirse en el recuerdo y la despedida. Pero esto no siempre fue así.
Y es que, antiguamente, se denominaba esquela a una invitación que consistía en una carta breve y que se cerraba de forma triangular. Fue después, con la irrupción de la imprenta y la aparición de los periódicos, en el siglo XIX, cuando se popularizarían las esquelas tal y como las conocemos hoy en día, convirtiéndose en el principal medio para dar a conocer la muerte de un ser querido.
En prensa, también son habituales las esquelas de aniversario que se publican con el objetivo de que su familia y círculo de amistades puedan recordar al difunto y mostrar su sentir coincidiendo con el aniversario de su fallecimiento.
Tipos de esquelas
Además de las esquelas en prensa local, existen otros tipos de medios como las que se ponen en murales públicos o tablones de anuncios, que generalmente se colocan en la entrada de las iglesias, en el exterior de las funerarias, ayuntamientos, o en zonas de mucho tránsito. Esta es una práctica muy extendida en barrios y pueblos guipuzcoanos. Las esquelas murales se pueden personalizar de diversas maneras, incorporando una fotografía de la persona fallecida o acompañándola de motivos religiosos, culturales (eguzkilore o lauburu) o algún símbolo o logotipo que represente al difunto como puede ser el escudo de su equipo de fútbol.
Pero si hay un medio que ha hecho aún más accesibles estos anuncios ha sido el digital, y es que las esquelas digitales (en periódicos digitales, webs de funerarias, redes sociales, etc.) además de llegar a un público más amplio, abren la posibilidad de interactuar con la familia, ofreciendo la oportunidad de trasladarle las condolencias personalmente a la familia, así como otros detalles como el envío de flores.
En definitiva, cada tipo de esquela se adapta a las necesidades y preferencias de quienes la publican, permitiendo expresar de diferentes maneras el duelo y la memoria del ser querido fallecido.
Estructura de una esquela
- Datos del fallecido: nombre completo, edad, lugar y fecha de fallecimiento y relación de familiares y allegados que comunican el fallecimiento.
- Información de los servicios funerarios: fecha y hora del velatorio, funeral y entierro.
- Mensaje: puede ser una oración, una cita o una expresión de sentimientos por parte de la familia.
- Siglas: Las siglas o abreviaturas que se utilizan habitualmente en estos casos suelen ser D.E.P (Descanse en paz), R.I.P. (Requiescat in pace; descanse en paz en latín), o Q.E.P.D. (Que en paz descanse; una alternativa a D.E.P., también muy común en los países de habla hispana).