La mitad de los menores extranjeros no acompañados que llegan a Gipuzkoa muestra actualmente su deseo de quedarse en el territorio, algo que contrasta con lo que ha venido sucediendo en los últimos años en los que ese porcentaje se situaba en torno al 12%. Gipuzkoa está viviendo a ese respecto “un cambio de tendencia” de sus flujos migratorios, según confirman a este periódico desde la Dirección General de Protección a la Infancia de la Diputación Foral. 

En su gran mayoría siguen siendo chicos magrebíes de entre 16 y 18 años, con un proyecto migratorio claro: estudiar y trabajar. La situación actual, con 142 menores tutelados, lejos está de la que ofrecían los años 2018 y 2019, protagonizados por continuas llegadas, algo que ya se dejaba notar incluso un año antes, cuando se llegó a constatar la presencia 561 migrantes, la mayor parte de ellos de 17 años de edad y procedentes de Marruecos, muy por encima de los 358 contabilizados en 2016 y los 195 un año antes. 

La saturación de recursos llegó a desatar cierta preocupación, pero esos constantes flujos eran también de salida porque, a diferencia de lo que ocurre hoy en día, el proyecto migratorio de estos menores no pasaba por afincarse en Gipuzkoa sino por continuar hacia el norte de Europa. “Ahora las cosas han cambiado y somos más territorio de llegada”, asegura Belen Larrion, directora general de Protección a la Infancia y de Inclusión Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

En su gran mayoría siguen siendo chicos magrebíes de entre 16 y 18 años con un proyecto migratorio claro: estudiar y trabajar

Un cambio de tendencia que se produce en un momento en el que las instituciones vascas piden un plan de contingencia que recoja recursos y criterios de reparto de menores migrantes para ofrecerles el "mejor itinerario posible". Esta es la propuesta que las diputaciones, competentes en la materia, y el Ejecutivo de Vitoria, han llevado esta tarde a la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia en la que las comunidades abordan la acogida solidaria de menores migrantes. 

Ocupación de plazas de acogida

Euskadi tiene 723 plazas de acogida ocupadas por menores (142 en Gipuzkoa, 511 en Bizkaia y 70 en Araba), en contraste con las 9 de La Rioja. El porcentaje que acoge Euskadi sobre el total del Estado supera el 4%, un dato similar al peso de su población, un criterio que no se sigue en otros territorios. 

La voluntad de Gipuzkoa es trabajar en un plan a largo plazo para el cual hacen falta recursos “porque son personas que necesitan un proyecto de vida”. El hecho de que un chaval muestre con quince años su deseo de quedarse es un reto para los sistemas de protección. “Vienen con un proyecto de permanencia en Gipuzkoa muy claro, y eso significa socializarse y normalizarse en el territorio”, asegura Patxi Agiriano, jefe del Servicio de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

El fenómeno migratorio de los llamados 'menas' va evolucionando. De hecho, la cifra de llegadas ha descendido. En concreto, el año pasado 198 menores extranjeros llegaron a Gipuzkoa, un 18% menos que en el ejercicio anterior. Llegan menos y se quedan más.

Se percibe en esta nueva generación de menores un mayor deseo de adaptarse a la sociedad de acogida ya que, según viene observando la Diputación, no tiene el carácter disruptivo de otro tiempo, alejados de los incidentes que ha venido registrando en los últimos tiempos población más adulta. “Están muy integrados y con su vida normalizada. Todos ellos en formación, y un buen número trabajando”, resume Agiriano, que suele recordar la frase que expresó un director de un centro de MENAs, la cual que guía su labor diaria: “Queremos conseguir guipuzcoanos y guipuzcoanas de origen magrebí que no dependan de los servicios sociales”. 

A ese respecto, el jefe del Servicio de Protección a la Infancia y Adolescencia señala que hoy en día la mayor parte de los chavales que llegan a Gipuzkoa desde el Magreb lo hacen “con el pasaporte y el certificado de escolaridad en mano, algo que antes no existía”. 

Una cuestión de Estado

Pero más allá de la situación de Gipuzkoa, Larrion apela a la prudencia. “Estamos ante una cuestión de Estado. Los proyectos migratorios son itinerarios de vida muy duros, y no hay más que ver lo que está ocurriendo en Canarias y en Ceuta”, señala. 

Los recursos asistenciales del archipiélago están sobrepasados desde hace meses, con unos 6.000 menores tutelados por las islas actualmente debido a la incesante llegada de inmigrantes en pateras y cayucos.

Tanto el Gobierno de las islas como el central abogan por la reforma de la Ley de Extranjería como una medida que garantice una distribución entre los territorios equitativa y más rápida de lo que se había hecho hasta ahora y que no ha funcionado.

Fernando Clavijo, el presidente de Canarias, se ha mostrado esperanzado y optimista ante la reunión de este miércoles porque, si no hay acuerdo, en su opinión sería reconocer que la sociedad tiene "una incapacidad absoluta" de atender digna y humanamente a "los más débiles entre los débiles".

“Estamos ante una crisis migratoria muy importante. Hay comunidades autónomas muy tensionadas. Nosotros también lo estamos, aunque estamos haciendo grandes esfuerzos para poder estar bien”, indican fuentes de la Diputación. “Tenemos una situación global muy dura, pero también es verdad que lo que estamos recepcionando en Gipuzkoa son menores con un proyecto migratorio muy claro, a través de conocidos y amigos que ya habían llegado previamente al territorio”, señalan desde el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales de la Diputación.