El envejecimiento de la población mundial es un hecho y el caso de España es uno los más notorios. Según el INE, en nuestro país hay más de 9 millones de personas mayores, que representan casi el 20% del total de la población. Si nos circunscribimos al País Vasco, la proporción de mayores de 65 años se eleva hasta el 23,21%, y las cifras van en aumento.

 

Esto hace que, de forma paralela, cada vez más personas dediquen su tiempo al cuidado de estos adultos mayores dentro del hogar. En muchas ocasiones, los cuidadores no son profesionales sino familiares que asumen la responsabilidad de brindar apoyo a su familiar dependiente, sea un hermano, padre, madre, etc. Y, en función del grado de dependencia, esta asistencia puede abarcar desde llevar a la persona a las citas con el médico, ayudarle en el aseo o a realizar tareas domésticas básicas, hasta una atención las 24 horas los siete días de la semana.

 

Respiro familiar

Pero, ¿qué ocurre cuando el cuidador tiene un imprevisto? ¿Si se presenta alguna situación familiar ineludible? ¿Si enferma? o, ¿si necesita un descanso para aliviar la ‘carga del cuidador’ o disfrutar del verano?

Si bien en otros trabajos remunerados hay días libres o periodos vacacionales, el cuidado de una persona dependiente puede convertirse en una obligación difícil de eludir. Precisamente por ello, con el objetivo de ayudar a las familias a conciliar, las residencias para personas mayores DomusVi cuentan con programas de respiro familiar, es decir, estancias temporales especialmente diseñadas para el cuidado de nuestros seres queridos.

“Ofrecemos estancias temporales, por respiro familiar, rehabilitación o convalecencia, tanto para personas mayores como para personas con diversidad funcional. Están adaptadas a las necesidades de los residentes y de sus fa- miliares, tienen una duración determinada, pero sin un mínimo de días exigido”, explica Idoia Isasa, directora de DomusVi Villa Sacramento, en Donostia.

 

Atención sanitaria y social de primera calidad

Actividades terapéuticas y de ocio

 El objetivo de todo el equipo multidisciplinar que trabaja en las residencias DomusVi (terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, médico, animadores socioculturales, enfermeros, auxiliares de planta…) es cuidar a las personas mayores en todas sus esferas -física, psicológica, emocional y social- desde el cariño y el respeto que se merecen. Y, por supuesto, este es un propósito que aplica tanto a los residentes permanentes como temporales.

 

Para alcanzar estas metas, garantizar una atención personalizada al residente temporal y que este se sienta como en casa, en DomusVi cuidan hasta el último detalle: desde la llegada y acogida de los usuarios, la alimentación personalizada, la higiene o la limpieza y el acompañamiento durante su estancia. “Nuestro equipo técnico profesional realiza la valoración necesaria para adaptarnos a las necesidades que tenga cada residente, trabajando así con la Atención Centrada en la Persona que nos permite conocer de una manera mucho más profunda a las personas que cuidamos en nuestro centro día a día”, destacan desde DomusVi Villa Sacramento.

De esta manera el programa de respiro familiar no solo “proporciona un descanso a los familiares y ayuda a hacer frente al conocido ‘síndrome del cuidador quemado’, ya que estar a cargo de una persona dependiente conlleva un desgaste físico y emocional”, como apunta Iñaki Revilla, director de DomusVi Berra, sino que facilita a la persona dependiente cambiar de aires y descubrir todo lo que estas residencias ofrecen.

Los residentes temporales reciben una atención sanitaria y social de primera calidad, enfocada a fomentar su autonomía, mejorar su calidad de vida y favorecer un envejecimiento activo y saludable, siempre respetando sus gustos, deseos y preferencias individuales.

Como si de unas vacaciones se tratase, estas estancias permiten a las personas mayores disfrutar de un entorno confortable, seguro y tranquilo, gozando de la compañía de otras personas de su misma edad y similar situación.

 

Con el resto de residentes comparten un tiempo de calidad en el que las terapias y las actividades lúdicas y culturales están a la orden del día. Más si cabe en esta época porque, como cuenta Revilla, “durante los meses de verano realizamos más actividades en el jardín exterior, y tanto los residentes como sus familias pueden también disfrutar de la terraza de la cafetería”.

 

Tranquilidad y comunicación constante

 Además, durante el tiempo que dura la estancia, DomusVi garantiza una comunicación fluida con la familia que, en todo momento, recibe información sobre su familiar, puede saber cómo se está adaptando, qué terapias se han pautado o en qué actividades participa.

 La relación con las familias se basa en la cercanía y la transparencia y, por ello, siempre están invitadas a visitar a sus familiares e, incluso, se fomenta su participación en actividades conjuntas dentro del centro.

 Estas estancias temporales brindan también la oportunidad de “conocer el funcionamiento y el equipo del centro”, explica Isasa. La experiencia muestra que “muchas familias, tras una estancia temporal con nosotros, deciden dar el paso a un ingreso permanente”, subraya.

SEGUNDO HOGAR

DomusVi en Gipuzkoa

 El grupo ofrece una variedad de opciones de cuidado en Gipuzkoa, con dos centros residenciales para atender las necesidades de tus seres queridos.

  • DomusVi Berra C.Berratxo Bidea, 2, 20017 Donostia Tlf.: 943 35 30 30
  • DomusVi Villa Sacramento C. Camino de Atarizar, 18-20, 20013 Donostia Tlf.: 943 32 00 73

Si deseas conocer más sobre los servicios que ofrece DomusVi, visita su web en www.domusvi.es