Bidegi sacará a licitación a finales de este mes el nuevo contrato de mantenimiento de carreteras de Gipuzkoa con una serie de pliegos adaptados a la situación económica actual. Así lo ha dado a conocer este lunes la diputada de Infraestructuras Viarias, Maria Ubarretxena, en Juntas Generales, que ha adelantado que el nuevo contrato tendrá una duración de seis años y no de ocho, como el de la última concesión, aunque se contempla una prórroga de dos años más.

Este nuevo concurso público, cuya adjudicación está prevista a comienzos del próximo año, busca adjudicar a un nuevo contratista los trabajos de mantenimiento, explotación y conservación de las autopistas AP-1, AP-8 y A-636 tras la resolución anticipada del anterior contrato a Bidelan como consecuencia del alza de costes provocados por la elevada inflación de los últimos años.

Según ha detallado Alfredo Etxeberria, director de Bidegi, el nuevo contrato tendrá en cuenta esta situación económica con una serie de pliegos en los que se están trabajando y que serán previamente anunciados al Consejo de Administración de la propia agencia. Entre ellos se encuentra que la duración de la adjudicación pase de los ocho años del último contrato a seis, aunque con una opción de prórroga de dos más.

Está prevista que la licitación salga a finales de este mes y se prolongue hasta final de año, por lo que la adjudicación se realizará a comienzos del próximo curso. Mientras tanto, Bidelan, que podrá presentarse al nuevo concurso público, continuará realizando las tareas de mantenimiento.

Contrato hasta 2026

Bidelan ganó en 2018 la concesión del servicio por unos 296 millones de euros para ocho años, hasta 2026. No obstante, el pasado 10 de mayo, el Consejo de Administración de Bidegi aprobó la resolución anticipada del contrato tras verificar a través de una asesoría externa que los datos presentados por Bidelan eran correctos. Según especificó la empresa contratista en ese momento, la evolución del IPC en los últimos años llevó a la misma a una "insoportable" situación económica, por lo que solicitó un reequilibrio económico-financiero del contrato, algo que no estaba previsto en el contrato.

Ante la desestimación a este reequilibrio, Bidelan se vio en la obligación de solicitar la resolución anticipada al no poder hacer frente al cumplimiento de las obligaciones firmadas. Entre ellas, se encontraba, además, la renovación del convenio con subidas del IPC para los trabajadores del mantenimiento de carreteras de la AP-8 con un mínimo garantizado anual del 2% en caso de recesión económica.

En su intervención, la diputada de Infraestructuras Viarias ha garantizado el cumplimiento de este convenio y ha explicado que los trabajadores tendrán las mismas condiciones de cara al nuevo contrato.