El verano se dibuja movido en lo que se refiere a la renovación y actualización del equipamiento y los servicios de Osakidetza. Solo en Gipuzkoa, en esta última semana, se ha anunciado tres adjudicaciones: el nuevo hospital de Arrasate, el nuevo centro de salud de Elgoibar y, como colofón, la construcción del edificio que albergará la Unidad de Protonterapia, una modalidad de la radioterapia, para el tratamiento contra el cáncer en la CAV y otras provincias aledañas. Sin duda, todo un hito en la lucha contra esta lacra del siglo XXI porque la capital guipuzcoana contará con "tecnología de vanguardia" para los pacientes que se sometan a tratamientos contra esta enfermedad, "reduciendo los riesgos" y "profundizando en la humanización" de la atención, según han explicado este jueves fuentes del Departamento de Salud del Gobierno Vasco.

Será, como en otras ocasiones, una UTE formada por las empresas Ferrovial Construcción SA, Construcciones Moyua SL y Construcciones Intxausti SA la encargada de llevar a cabo estas obras licitadas en enero para las que el Gobierno Vasco destinará una partida de 60 millones de euros y que se prevén que comiencen a finales de verano, con un plazo de ejecución de dos años (24 meses).

Una ciudad sanitaria

Este edificio, que estará ubicado en el actual aparcamiento existente entre el Hospital Universitario Donostia y Onkologikoa, compartirá espacio también con el futuro edificio de Consultas Externas, cuyas obras ya han sido licitadas. Y todo esto estará conectado entre sí, creando una verdad ciudad sanitaria en Miramon que dará servicio a cerca de 460.000 pacientes. Antes de que comiencen las obras, se habilitará en terrenos cedidos por el Estado un aparcamiento provisional, concretamente frente al actual edificio del hospital, en la zona de la rotonda que conecta con la AP-8.

Búnker de tratamiento

La construcción tendrá cuatro plantas, más dos de sótano. Será en la primera planta de ese sótano donde se sitúe el búnker de tratamiento que albergará la máquina, valorada en 28 millones de euros y donada por la Fundación Amancio Ortega, que permitirá aplicar la protonterapia. ¿Y por qué es tan importante este tipo de tratamiento? Porque grosso modo permite aplicar una radiación más localizada evitando dañar tejido sano y reduciendo los efectos adversos y, por consiguiente, el desarrollo de segundos tumores. En lugar de rayos X, utiliza protones, ahí la clave. Y está especialmente indicado para pacientes de larga supervivencia, es decir, niños y niñas con cáncer a los que se les ofrece un tratamiento más eficaz y con muchas menos consecuencias.

La máquina que permitirá dar el tratamiento de protonterapia Irekia

El aparcamiento irá situado en el segundo sótano, mientras que en la primera planta se situará la zona de consultas, administración y mantenimiento. En la primera, por su parte, se destinará a la zona de trabajo de profesionales sanitarios e investigadores.

Además del denominado búnker, el edificio, con una superficie construida de 9.625 metros cuadrados, tendrá también áreas de consulta, diagnóstico y planificación, preparación de pacientes y áreas de trabajo para el personal. Y dado que muchos de los pacientes pueden ser niños, dispondrá también de una zona de juegos infantiles y otra para preparación con tres boxes exclusivos para menores de edad.

Unidad puntera

Contar, entre los servicios sanitarios, con esta modalidad especial de radioterapia supone una revolución en el ámbito sanitario vasco. Al contar con uno de los diez aceleradores donados por Ortega, Gipuzkoa se convertirá en centro de referencia, no solo para los pacientes de Osakidetza, sino también para pacientes navarros, riojanos, cántabros, burgaleses y sorianos, es decir, buen parte de la población del noroeste peninsular.

Además, según defienden desde Osakidetza, la CAV ha sido una "de las primeras comunidades del Estado" en acometer la puesta en marcha de esta unidad especializada, que supone "cumplir con unos estrictos requisitos de seguridad para albergar al equipo" de trabajo.