Con la aprobación en Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia del Estudio de Detalle para la parcela que actualmente ocupa el aparcamiento de la Ciudad Sanitaria, comienza la cuenta atrás para que Osakidetza incorpore a su cartera sanitaria dos mejoras de gran envergadura: la Unidad de Protonterapia, que se sumará al Onkologikoa; y el nuevo edificio de Consultas Externas del Hospital Donostia.

El comienzo de las obras podría no coincidir con exactitud en el tiempo, al ser actuaciones independientes que requieren de proyectos de obra también distintos. 

Si se cumplen los plazos, las obras de la Unidad de Protonterapia estarán finalizadas en marzo de 2026, mientras que el edificio de Consultas Externas, cuya construcción necesitará de tres años de obra, será una realidad en mayo de 2027. 

Los dos edificios estarán conectados entre sí y, a su vez, con el Hospital Donostia y Onkologikoa.

En la planta sótano se ubicará un aparcamiento al que se accederá desde el parking de Onkologikoa y que contará con una conexión al de Consultas Externas. Mientras se ejecutan las obras, se habilitará un aparcamiento provisional en terrenos que están al sur del complejo hospitalario. El alcalde Eneko Goia ha confirmado esta mañana, que el Gobierno Vasco está negociando con el Ministerio de Economia la cesión de unos terrenos, que son de su titularidad, con este fin.

Proyecto de trascendencia

La Unidad de Protonterapia acogerá la máquina que permitirá ofertar “un tratamiento de vanguardia y precisión” ante los tumores que posibilita “una mejor distribución de la dosis de radiación y que reduce el riesgo de dañar los tejidos sanos”.

Esta edificio, de 9.499 metros cuadrados, se dividirá en cuatro plantas, de las que dos se situarán bajo rasante.

Será la primer planta del sótano la que acoja la máquina de protonterapia en un búnker que garantizará la seguridad necesaria. Además, se reservará el espacio para, a futuro, se pueda construir otro búnker si se incorpora una nueva unidad para ofertar este tratamiento de gran precisión para atacar los tumores con una menor toxicidad que con la radioterapia convencional. 

Esa será la planta reservada para el tratamiento de los pacientes, ya que albergará asimismo un tomógrafo y un escáner de última generación, siendo estos dos equipamientos complementarios a la protonterapia.

En el segundo sótano se situará el aparcamiento, mientras que en la planta baja se habilitará toda la zona de consulta a los pacientes, además de las unidades de administración y mantenimiento, entre otras.

La planta primera estará reservada a las y los profesionales, ya que albergará la zona de trabajo de las y los médicos, físicos e investigadores. 

El proyecto de ejecución de este edificio estará finalizado en septiembre del año en curso, por lo que las obras podrían comenzar en marzo de 2024, con un coste que rondará los 24 millones de euros.

Contar con esta unidad es de suma importancia en el tratamiento contra el cáncer. Es ésta una modalidad especial de radioterapia que utiliza protones en vez de rayos X o electrones, lo que permite una liberación más localizada de la radiación, una mejor distribución de la dosis y una menor irradiación del tejido sano circundante al tumor, lo que hace que disminuyan los efectos adversos tardíos en los órganos y tejidos que lo rodean y reduce el riesgo de desarrollar segundos tumores.

Esta forma de tratamiento tiene especial interés en los pacientes de larga supervivencia, como son los menores que padecen algún tipo de cáncer. 

La máquina que se ubicará en la Ciudad Sanitaria en un servicio gestionado por Osakidetza, está valorada en 28 millones de euros y será referencia para la asistencia sanitaria de la población de Euskadi, Navarra, La Rioja, Cantabria y las provincias de Burgos y Soria.

 El equipo ha sido donado por la Fundación Amancio Ortega, siendo ésta una donación que se enmarca en el convenio suscrito entre dicha fundación, el Gobierno Vasco, el Ministerio de Sanidad y otras seis comunidades autónomas del Estado. En virtud de este convenio se instalarán diez máquinas de protonterapia en diversas comunidades autónomas. 

Consultas externas

En junio del próximo año está previsto que comience la construcción del nuevo edificio de Consultas Externas del Hospital Universitario Donostia, cuyo proyecto de ejecución finalizará previsiblemente en diciembre de 2023.

El coste de este bloque rondará los 72 millones de euros y el plazo de ejecución de las obras se ha calculado en tres años.

Con la entrada en funcionamiento de este edificio mejorarán de forma notable los servicios asistenciales que oferta el Hospital Donostia, con unas instalaciones más modernas y adecuadas a las necesidades vigentes.

Pero, además, abandonando la zona que las Consultas Externas ocupan en la actualidad, el Hospital ganará espacio para que otras áreas puedan seguir creciendo.

El nuevo edificio, de 48.000 metros cuadrados, contará con cinco plantas sobre rasante, con 250 espacios dedicados al diagnóstico y tratamiento de las y los pacientes. Dispondrá también de un hospital de día.

Pero, además, se construirán bajo rasante otras cuatro plantas de las que tres se destinarán a aparcamiento, con más de 800 plazas, una dotación muy necesaria para quienes acuden a la Ciudad Sanitaria.

Por último, el sótano primero acogerá un área de radiología y un espacio de logística que dará servicio al conjunto del Hospital.

Hasta que el proyecto sea una realidad a pleno funcionamiento, el Gobierno Vasco, a través de Osakidetza, prevé hacerse con unos suelos situados en la parte trasera del complejo hospitalario para habilitar en los mismos un aparcamiento provisional.

Según explicó el alcalde de Donostia, Eneko Goia, la negociación se está llevando a cabo con el Ministerio de Economía ya que los terrenos, que fueron en su día del ministerio de Defensa, hace años que están desafectados.