Velar por la calidad de vida de los donostiarras. Ese es el objetivo detrás de la decisión de limitar a 25 personas los grupos de visitas guiadas que operan en la ciudad. Y es que encontrarse con agrupaciones de turistas en las zonas más emblemáticas de Donostia está a la orden del día, más aún en meses como los que se avecinan.

Nosotros estamos a favor de esta normativa. Los grupos reducidos garantizan una mayor calidad en el servicio que ofrecemos. Además, de esta manera no interferimos en la vida cotidiana de los ciudadanos, ni bloqueamos las calles”, explica Iñigo Ansa, guía turístico en Go Local Tours, la primera empresa que implementó el free tour en Donostia. Llevan diez años ofreciendo este servicio.

Desde sus inicios, en Go Local Tours trabajan con grupos pequeños. “Ahora mismo hay muchas empresas diferentes en este ámbito, y su forma de operar puede variar de manera drástica. El servicio que proporcionas al hacer un free tour con 30 turistas u otro con 20 es totalmente diferente”, resalta Alain Larraia, también guía turístico de esta compañía.

En el caso de estos dos guías, nunca han ofrecido sus tours a más de 20 personas por turno, de manera que esta norma no les afecta. Larraia indica que las que sí se pueden ver perjudicadas son “las empresas que solamente ponen el foco en su crecimiento y en aglutinar a grandes masas de turistas”.

Según Larraia, los turistas, en general, agradecen no estar en un free tour masificado: “Para mí, como guía, el grupo perfecto sería entre ocho y doce personas. Entiendo que como cliente las preferencias son similares, ya que esta fórmula da pie a participar y conversar mientras reciben un servicio cercano y personalizado”.

Cada vez más demanda

El free tour comenzó a popularizarse en Donostia hace alrededor de diez años. Desde entonces, la demanda ha ido creciendo, tanto en Donostia como en el resto del mundo, por diversos motivos, entre ellos la aparición de una nueva generación de guías que realizan una visita con un estilo distendido, no tan académico como hasta hace unos años. Este cambio generacional también ha sido impulsado por Internet.

En este escenario han ido entrando empresas como Civitatis, que ejerce de intermediario. Este tipo de compañías no proveen el servicio, sino que conectan al cliente con las que sí lo hacen. “El problema es que el nombre que siempre les viene a la cabeza a los turistas a la hora de contratar una visita guiada es Civitatis, de modo que se ha adueñado del mercado. La clientela del sector prácticamente le pertenece. Empresas como esta, año tras año atraen a un mayor volumen de personas. Ese es su principal objetivo, y lo cierto es que a través de Internet los consumidores se han apuntado a este modelo de negocio”, destaca Larraia.

Una agrupación de visitantes contempla la playa de La Concha Javi Colmenero

“En total, en Donostia hay unos quince tours diarios. Además de empresas especializadas en este servicio, también hay autónomos que abonan parte de sus ganancias a intermediarios como Civitatis. Para estos autónomos será menos rentable tener grupos inferiores a 25 personas. Nosotros siempre lo hemos hecho así. No nos hacemos ricos, pero da para pagar los sueldos”, opina Larraia.

Dos 'free tours'

Actualmente, en Go Local Tours ofrecen un free tour por la mañana y otro por la tarde. Uno de sus valores como empresa es medir el impacto que ejercen en la ciudad y ser responsables en ese sentido.

El trabajo se lo reparten entre cinco guías, y su principal fuente de ingresos no son los free tours, sino los tours privados y en bicicleta. También llevan a cabo alguna ruta de pintxos. “En los free tours, hacemos un recorrido histórico de dos horas que cubre el Centro y la Parte Vieja. Donde más tiempo pasamos es en la zona de Okendo, la Plaza Gipuzkoa y en el paseo de La Concha”, concluye Ansa.