La Diputación de Gipuzkoa vigila la proliferación de la chinche apestosa marrón en el territorio y cuenta con una línea de contacto con los técnicos del sector y los agricultores para actuar en caso de detectarse cualquier daño. Por el momento, esta especie invasora asiática se encuentra establecida especialmente en zonas urbanas y, por el momento, no ha provocado desperfectos en los cultivos.

Así se extrae de una serie de preguntas realizadas por escrito en las Juntas Generales sobre la actual situación de la chinche apestosa marrón en el territorio tras detectarse su presencia por vez primera en 2022 en Gipuzkoa. Dado que se trata de un insecto que no provoca enfermedad, no existe una regulación legal establecida para realizar controles específicos. Aún así, la Diputación vigila su proliferación tras detectarse su presencia en numerosos municipios guipuzcoanos.

La chinche fue detectada en Gipuzkoa por primera vez hace dos años en el laboratorio de Fraisoro y desde entonces se ha propagado con facilidad por el territorio, habitualmente escondida en los vehículos a motor. Además, su ciclo se ha acelerado con temperaturas cada vez más cálidas y húmedas, por lo que todo apunta a que su población continuará aumentando en los próximos años.

Gestión Integrada de Plagas

Aunque, por el momento, la plaga no se ha detectado en los cultivos, en caso de que llegue a ellos la Diputación pondría en marcha la estrategia de Gestión Integrada de Plagas para su eliminación, que contempla un seguimiento de la misma y la adopción de medidas alternativas a la lucha química, en primer lugar, o de utilizar productos fitosanitarios aprobados para los cultivos de ser necesario.

Asimismo, a pesar de que el Ente foral no tiene competencia para combatir la plaga en las zonas urbanas, en caso de que algún Ayuntamiento necesite asistencia técnica para su erradicación se colaboraría con ellos.